El actor y humorista Matías Alé fue trasladado ayer a la madrugada por un cuadro febril al sanatorio Otamendi, de Capital Federal, luego de permanecer unas 14 horas en una clínica psiquiátrica, en donde había sido evaluado y sedado tras sufrir un aparente "brote psicótico" en su departamento del barrio de Palermo.
inicia sesión o regístrate.
El actor y humorista Matías Alé fue trasladado ayer a la madrugada por un cuadro febril al sanatorio Otamendi, de Capital Federal, luego de permanecer unas 14 horas en una clínica psiquiátrica, en donde había sido evaluado y sedado tras sufrir un aparente "brote psicótico" en su departamento del barrio de Palermo.
Alé, quien fue llevado en una ambulancia y recostado en una camilla, siempre acompañado por su esposa, María del Mar Cuello de Molar, quedó internado en la sala de terapia intensiva del sanatorio porteño, indicaron sus allegados.
El padre Manuel Acuña, uno de los principales allegados a la pareja, sostuvo que Alé tiene picos de fiebre, pero aseguró que "no es nada grave", y sostuvo los médicos "decidieron no darle antibióticos". El religioso señaló que el actor "se despertó" tras permanecer sedado varias horas para preguntar dónde estaba y expresar "su amor por su esposa", para luego volver a dormirse, antes de ser trasladado al sanatorio Otamendi.
"Delirio místico"
El episodio se inició este martes a la madrugada cuando la esposa del comediante llamó a la Policía para denunciar su comportamiento extraño y violento. Al llegar al departamento de la pareja, en el barrio porteño de Palermo, los policías aseguraron que Alé tomaba por el cuello tanto a su esposa como a su suegra y también llegó a agredir a los agentes, mientras profería oraciones católicas a los gritos en medio de un aparente "delirio místico".
Finalmente, pudo ser controlado por los policías, y fue llevado esposado a la Clínica La Trinidad, donde quedó internado y se le realizó estudios toxicológicos, que arrojaron resultados negativos.
La esposa y la suegra de Alé no formularon denuncia alguna en torno a episodios de violencia. La joven aseguró que no fue agredida y que su esposo no tiene que pedirle disculpas por nada, ya que simplemente, "sufrió un brote psicótico".