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Piden la cárcel para un policía condenado

Lunes, 14 de diciembre de 2015 01:30
El abogado de la familia de Emilio Blanco, un joven de 17 años que fue asesinado en 1997 en la ciudad bonaerense de Chascomús, pidió a la Cámara de Apelaciones de Dolores que el policía condenado a prisión perpetua por el caso vaya a la cárcel y se le revoque la prisión domiciliaria que viene cumpliendo.
El representante de la familia, Gustavo López, reclamó que la justicia tomé una "rápida determinación", para que el exjefe de calle de la comisaría primera de esa ciudad, Fermín Basualdo (62), deje su domicilio, donde permanece por supuestos problemas de salud.
"La Cámara tiene que estar a la altura de las circunstancias para reparar el perjuicio de la vida de un menor. El dolor de una familia será eterno, pero por lo menos se debe consagrar el principio de que 'el que las hace las paga'. Necesitan tener paz después de 17 años de padecer este juicio penal tan extenso", dijo el letrado.
Agregó que "la celeridad tiene que primar en este caso para que en el 2016 Basualdo purgue su condena en un centro ordinario de detención".
"Creemos que es de estricta justicia que purgue la condena por el homicidio agravado de Blanco, por el que fue juzgado el 5 de agosto del año pasado, y donde se lo encontró penalmente responsable", dijo López en el escrito presentado ante la justicia.
"Se le debe dar respuesta a una familia y a toda una comunidad que ve que tiene un beneficio la persona que cometió un crimen atroz, donde hubo aristas de torturas de seguidas de muerte, como era la carátula originaria del proceso", señaló el abogado.
Basualdo (62) fue condenado el año pasado a prisión perpetua como coautor del "homicidio agravado por alevosía" de Blanco.
El juicio oral fue llevado a cabo por los jueces Juan Pablo Curi (en lo Criminal), Diego Olivera Zapiola (de Garantías) y Luis Esteban Nitti (de Ejecución Penal), de Dolores.
Los magistrados no coincidieron en parte con la calificación pedida por el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, quien había solicitado que sea condenado por los delitos de "torturas agravadas por muerte resultante" y "homicidio calificado por ensañamiento y alevosía".
El ex policía siempre negó el hecho y afirmó que para él la muerte de Blanco fue un accidente ferroviario.
Comisario sobreseido
El crimen de Blanco fue cometido el 28 de septiembre de 1997, en Chascomús, y en casi 17 años de investigación, además de Basualdo, hubo un segundo imputado, el entonces comisario Tomás Freites, a quien acusaron de no haber evitado las torturas, aunque finalmente fue sobreseído.
De acuerdo a la acusación, los policías asignados a la comisaría 1ra. de Chascomús interceptaron a Blanco en un lugar aún no establecido, pero que debió ser en proximidad de su domicilio, tras lo cual lo privaron de su libertad y lo trasladaron hasta esa dependencia policial, en Lastra y Sarmiento.
Golpes y sofocación
Allí, Basualdo y otros cuatro policías, que fueron dados de baja aunque no se encontraron pruebas suficientes para atribuirles la coautoría del crimen, infligieron al chico en forma intencional maltratos, golpes y sofocación, que le causaron hematomas y produjeron la muerte.
Según esta hipótesis, los policías abandonaron el cadáver en inmediaciones de las vías del ferrocarril, entre Yrigoyen y Machado, con la intención de ocultar el crimen bajo la apariencia de un accidente ferroviario.

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El abogado de la familia de Emilio Blanco, un joven de 17 años que fue asesinado en 1997 en la ciudad bonaerense de Chascomús, pidió a la Cámara de Apelaciones de Dolores que el policía condenado a prisión perpetua por el caso vaya a la cárcel y se le revoque la prisión domiciliaria que viene cumpliendo.
El representante de la familia, Gustavo López, reclamó que la justicia tomé una "rápida determinación", para que el exjefe de calle de la comisaría primera de esa ciudad, Fermín Basualdo (62), deje su domicilio, donde permanece por supuestos problemas de salud.
"La Cámara tiene que estar a la altura de las circunstancias para reparar el perjuicio de la vida de un menor. El dolor de una familia será eterno, pero por lo menos se debe consagrar el principio de que 'el que las hace las paga'. Necesitan tener paz después de 17 años de padecer este juicio penal tan extenso", dijo el letrado.
Agregó que "la celeridad tiene que primar en este caso para que en el 2016 Basualdo purgue su condena en un centro ordinario de detención".
"Creemos que es de estricta justicia que purgue la condena por el homicidio agravado de Blanco, por el que fue juzgado el 5 de agosto del año pasado, y donde se lo encontró penalmente responsable", dijo López en el escrito presentado ante la justicia.
"Se le debe dar respuesta a una familia y a toda una comunidad que ve que tiene un beneficio la persona que cometió un crimen atroz, donde hubo aristas de torturas de seguidas de muerte, como era la carátula originaria del proceso", señaló el abogado.
Basualdo (62) fue condenado el año pasado a prisión perpetua como coautor del "homicidio agravado por alevosía" de Blanco.
El juicio oral fue llevado a cabo por los jueces Juan Pablo Curi (en lo Criminal), Diego Olivera Zapiola (de Garantías) y Luis Esteban Nitti (de Ejecución Penal), de Dolores.
Los magistrados no coincidieron en parte con la calificación pedida por el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, quien había solicitado que sea condenado por los delitos de "torturas agravadas por muerte resultante" y "homicidio calificado por ensañamiento y alevosía".
El ex policía siempre negó el hecho y afirmó que para él la muerte de Blanco fue un accidente ferroviario.
Comisario sobreseido
El crimen de Blanco fue cometido el 28 de septiembre de 1997, en Chascomús, y en casi 17 años de investigación, además de Basualdo, hubo un segundo imputado, el entonces comisario Tomás Freites, a quien acusaron de no haber evitado las torturas, aunque finalmente fue sobreseído.
De acuerdo a la acusación, los policías asignados a la comisaría 1ra. de Chascomús interceptaron a Blanco en un lugar aún no establecido, pero que debió ser en proximidad de su domicilio, tras lo cual lo privaron de su libertad y lo trasladaron hasta esa dependencia policial, en Lastra y Sarmiento.
Golpes y sofocación
Allí, Basualdo y otros cuatro policías, que fueron dados de baja aunque no se encontraron pruebas suficientes para atribuirles la coautoría del crimen, infligieron al chico en forma intencional maltratos, golpes y sofocación, que le causaron hematomas y produjeron la muerte.
Según esta hipótesis, los policías abandonaron el cadáver en inmediaciones de las vías del ferrocarril, entre Yrigoyen y Machado, con la intención de ocultar el crimen bajo la apariencia de un accidente ferroviario.

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