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Perpetua para policía que mató a un joven de un escopetazo

Sabado, 19 de diciembre de 2015 01:30
Un policía bonaerense fue condenado ayer a prisión perpetua por el crimen de Matías Barreto, un joven de 18 años al que le efectuó un escopetazo por la espalda cuando estaba reunido con amigos frente a su casa de la localidad de Zárate, en junio de 2013, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Silvio Enrique Barreto (45) -sin relación de parentesco con la víctima-, quien fue hallado culpable por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 2 del Departamento Judicial de Zárate-Campana del delito de "homicidio agravado por haber sido cometido en abuso de sus funciones como policía".
Los magistrados Daniel Rópolo, Elena Bárcena y Miriam Dalsaso otorgaron la misma pena que había solicitado en su alegato el fiscal del juicio, José Luis Castaño.
La defensa de Barreto, por su parte, había considerado que el hecho debía ser encuadrado como un "homicidio culposo", es decir accidental.
El crimen de Matías es el segundo caso considerado de "gatillo fácil" por el que Barreto fue juzgado.
Según relataron los informantes, ni el ahora condenado ni su defensor oficial estuvieron presentes en la sala cuando el secretario del Tribunal, dio a conocer la sentencia, aunque sí estaba en el lugar un nutrido grupo de familiares de la víctima, que acompañó con un aplauso la resolución.
El hecho juzgado ocurrió durante la madrugada del 6 de junio de 2013, cuando Matías salió de su casa ubicada en Pinto al 2200, del barrio Municipal de la localidad de Zárate, y se encontró con un grupo de amigos. Según consta en el expediente, los jóvenes se reunieron frente a la casa de la víctima y se refugiaron del frío dentro de las instalaciones de un jardín de infantes abandonado, donde encendieron una fogata.
Una vecina de la cuadra observó al grupo de amigos, entendió que cometía un delito y se comunicó con el servicio de alerta 911 local para denunciarlo.
Matías salía nuevamente rumbo a su casa cuando el policía llegó al lugar junto con un compañero a bordo de un patrullero, bajó del vehículo, le apuntó con su escopeta calibre 12/70 por la espalda y le disparó pese a que el joven se encontraba desarmado y no suponía un peligro.
La perdigonada alcanzó al joven Barreto, quien cayó malherido en el lugar y falleció poco después.
Durante el debate el compañero del acusado, el teniente Daniel Gutiérrez, declaró como testigo y aseguró que antes de llegar a la escena del crimen él mismo le había entregado a Barreto cuatro de sus cartuchos con postas de goma.Sin embargo, el policía cargó en su arma municiones con perdigones de plomo.

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Un policía bonaerense fue condenado ayer a prisión perpetua por el crimen de Matías Barreto, un joven de 18 años al que le efectuó un escopetazo por la espalda cuando estaba reunido con amigos frente a su casa de la localidad de Zárate, en junio de 2013, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Silvio Enrique Barreto (45) -sin relación de parentesco con la víctima-, quien fue hallado culpable por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 2 del Departamento Judicial de Zárate-Campana del delito de "homicidio agravado por haber sido cometido en abuso de sus funciones como policía".
Los magistrados Daniel Rópolo, Elena Bárcena y Miriam Dalsaso otorgaron la misma pena que había solicitado en su alegato el fiscal del juicio, José Luis Castaño.
La defensa de Barreto, por su parte, había considerado que el hecho debía ser encuadrado como un "homicidio culposo", es decir accidental.
El crimen de Matías es el segundo caso considerado de "gatillo fácil" por el que Barreto fue juzgado.
Según relataron los informantes, ni el ahora condenado ni su defensor oficial estuvieron presentes en la sala cuando el secretario del Tribunal, dio a conocer la sentencia, aunque sí estaba en el lugar un nutrido grupo de familiares de la víctima, que acompañó con un aplauso la resolución.
El hecho juzgado ocurrió durante la madrugada del 6 de junio de 2013, cuando Matías salió de su casa ubicada en Pinto al 2200, del barrio Municipal de la localidad de Zárate, y se encontró con un grupo de amigos. Según consta en el expediente, los jóvenes se reunieron frente a la casa de la víctima y se refugiaron del frío dentro de las instalaciones de un jardín de infantes abandonado, donde encendieron una fogata.
Una vecina de la cuadra observó al grupo de amigos, entendió que cometía un delito y se comunicó con el servicio de alerta 911 local para denunciarlo.
Matías salía nuevamente rumbo a su casa cuando el policía llegó al lugar junto con un compañero a bordo de un patrullero, bajó del vehículo, le apuntó con su escopeta calibre 12/70 por la espalda y le disparó pese a que el joven se encontraba desarmado y no suponía un peligro.
La perdigonada alcanzó al joven Barreto, quien cayó malherido en el lugar y falleció poco después.
Durante el debate el compañero del acusado, el teniente Daniel Gutiérrez, declaró como testigo y aseguró que antes de llegar a la escena del crimen él mismo le había entregado a Barreto cuatro de sus cartuchos con postas de goma.Sin embargo, el policía cargó en su arma municiones con perdigones de plomo.

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