Hoy es Nochebuena, oportunidad donde las familias de la provincia pasarán un momento agradable esperando el nacimiento del Niño Dios y, a las doce de la noche, como indica la tradición, cientos de jujeños harán iluminar el cielo con los fuegos artificiales.
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Hoy es Nochebuena, oportunidad donde las familias de la provincia pasarán un momento agradable esperando el nacimiento del Niño Dios y, a las doce de la noche, como indica la tradición, cientos de jujeños harán iluminar el cielo con los fuegos artificiales.
Más allá de que esto sea una costumbre arraigada de años, cada vez son más las diferentes organizaciones que alertan sobre los perjuicios que los cohetes pueden provocar en personas y animales.
En este sentido, desde la Fundación "Sonrisas", entidad que trabaja con personas que sufren autismo, alertaron que "una de las características de este trastorno son los déficit sensoriales. La sensibilidad auditiva es una de las que se ve más alteradas y, al contrario de lo que muchos suponen, las personas con autismo perciben todo lo que sucede en el entorno", afirmó su presidente, Jorge Peñaloza.
"Sus oídos son muy sensibles y es por ello que, generalmente, se tapan muy fuerte y pueden llegar a tener crisis de llanto, berrinches o hasta llegan a autolesionarse", explicó.
Por lo general, al llegar esta época del año, los padres toman medidas para proteger a sus hijos de la pirotecnia. "Conozco muchas familias que para las fiestas se van al campo o a algún lugar alejado", sostuvo.
En una ciudad donde los sonidos molestos forman parte de la vida cotidiana, tratar de mitigarlos o de aislarse de ellos se convierte en un problema. "El momento que debería ser de cálidos saludos y felicidad se tornan en una situación complicada para toda la familia", se lamentó.
Desde la Fundación "Sonrisas" y familiares de niños con autismo tienen claro que prohibir o erradicar el uso de la pirotecnia "puede ser imposible por ahora, pero al menos la campaña sirve para generar conciencia". "No vamos a cambiar las costumbres porque es la forma de festejar que tienen muchas personas, pero somos conscientes de que eso les hace daño a nuestros hijos", finalizó Peñaloza.
Mascotas y pirotecnia
Lo ideal sería que la mascota pudiera asociar que el ruido de los fuegos artificiales no son una amenaza concreta contra su integridad. Para eso habría que hacer un trabajo que lleva su tiempo y que tiene como objetivo modificar la conducta de la mascota, sostuvo el veterinario Iván Espada.
"Ellos tienen un instinto que los lleva a querer protegerse cuando escuchan un sonido fuerte, una explosión. Por lo general buscan meterse debajo de algo o se van al baño", comentó.
Si bien hay drogas que puede tranquilizarlos, no funcionan en todos los perros. "Hay opciones más naturales como la homeopatía o un comprimido de melatol que también pueden ayudar", explicó el especialista.
Espada advirtió también que es bueno que el perro tenga un refugio, por ejemplo, un sótano o un lugar cerrado, y que esté acompañado por alguien mientras duran las explosiones. "Obviamente, lo mejor sería que no existiese la pirotecnia o que estuviese prohibida. De esa manera no habría de qué preocuparse", reflexionó el veterinario.
Los peligros de los cohetes
Los accidentes con elementos de pirotecnia no dependen de la calidad del producto o de la cantidad de material explosivo, sino que dependen de las malas o erróneas condiciones de transporte, almacenamiento y uso, generalmente relacionadas con la capacidad de reacción necesaria para evitar o eludir los riesgos de explosión o incendio.
La gravedad de estas lesiones varía desde heridas simples, sin complicaciones, hasta casos de extrema gravedad donde suele ser necesarias intervenciones quirúrgicas complejas para restituir miembros u órganos.