La celebración de la Navidad trae aparejadas tradiciones muy distintas en cada rincón del mundo, donde algunos suelen respetar costumbres religiosas y otros, optan por prácticas más modernas. En nuestra provincia, hoy la jornada estará marcada por la asistencia de los fieles católicos a las tradicionales "misas de gallo", para luego celebrar con una cena el nacimiento de Cristo. En este marco, el obispo de la Diócesis César Daniel Fernández, llamó a los jujeños a "abrir las puertas del corazón a Jesús, aportando amor y entendimiento".
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La celebración de la Navidad trae aparejadas tradiciones muy distintas en cada rincón del mundo, donde algunos suelen respetar costumbres religiosas y otros, optan por prácticas más modernas. En nuestra provincia, hoy la jornada estará marcada por la asistencia de los fieles católicos a las tradicionales "misas de gallo", para luego celebrar con una cena el nacimiento de Cristo. En este marco, el obispo de la Diócesis César Daniel Fernández, llamó a los jujeños a "abrir las puertas del corazón a Jesús, aportando amor y entendimiento".
Hoy el obispo tiene previsto oficiar misas en las unidades penitenciarias de la ciudad y mañana visitará los hospitales.
La Navidad en Jujuy posee matices muy particulares por el fuerte arraigo de la población local a la tradición religiosa incorporada durante la evangelización. Es por ello, que la costumbre común de las familias jujeñas es asistir a las celebraciones religiosas programadas durante la noche de hoy. En este sentido, el obispo de la Diócesis, Daniel Fernández, explicó ayer que la iglesia Católica durante la Navidad, de alguna manera "retransmite" el mensaje de Dios a través del nacimiento de Jesucristo. "Cuando nace Jesucristo, los ángeles cantaban gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad, y ese es el mensaje de la Navidad. Dios se alegra con el nacimiento de su hijo y está en nosotros recibirlo de la mejor manera", dijo monseñor Fernández.
En el Año de la Misericordia, monseñor Fernández exhortó a la feligresía a acogerse al sacramento de la reconciliación.
El sacerdote se remitió a la historia de la primera Nochebuena, y recordó que María y José golpearon puertas casa por casa y sólo encontraron negativas y ningún lugar para el nacimiento de Jesús, en Belén. Fue por eso que el niño nació en un precario pesebre, en una cueva llena de animales y sin ningún tipo de lujo. Monseñor indicó que así como esa noche lo hicieron María y José, Cristo permanentemente "golpea nuestro corazón" para que cada persona le abra sus puertas y "se enriquezca" con su amor divino.
"Por eso en este día todos tenemos que tener el corazón abierto para recibir lo que Dios nos da y podamos mejorar nuestra vida y la convivencia. En esta Navidad tenemos que aportar amor y entendimiento, donde sólo hay odio y rencor", dijo el obispo.
Año de la Misericordia
En cuanto al Año de la Misericordia que se inauguró el pasado martes 8, monseñor manifestó que muchas veces las personas se sienten pecadores e indignos del amor de Dios. Sin embargo el sacerdote recordó que nunca es tarde para lograr un sincero arrepentimiento, y recordó en referencia a esto que "Dios nunca le hace asco al pecador", sino que por el contrario "lo quiere y lo respeta como un padre sabe hacerlo". "El misterio de la Navidad es saber que Jesús viene a pagar la culpa que nosotros no podríamos pagar", sostuvo Fernández.
Con respecto a la situación social de la provincia, el obispo señaló que el diálogo es primordial para mejorar las relaciones y a la par saber entender.