Dueña de un encanto quebradeño único, Tilcara se ofrece como tierra de misticismo y herencia de civilizaciones ancestrales legadas por el tiempo.
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Dueña de un encanto quebradeño único, Tilcara se ofrece como tierra de misticismo y herencia de civilizaciones ancestrales legadas por el tiempo.
Es una ciudad situada a la vera del Río Grande, sobre la Ruta Nacional 9, a 84 kilómetros del norte de San Salvador de Jujuy, donde el sonido del viento se vuelve intenso y lleno de fuerza natural.
Tilcara es un cuadro que regala en su flora bellas acacias, molles silvestres, álamos infinitos o sauces y cardones rústicos que se revelan en una geografía especial, llena de belleza y misterio.
Aquí, los visitantes de todo el mundo llegan para contemplar los cerros multicolores y recorrer caminos de tierra que trazan recorridos angostos entre piedras y pastizales agrestes en senderos abiertos bajo un cielo siempre diáfano. Entonces se pueden divisar vicuñas, guanacos y llamas apacibles que suelen juntarse para comer a más de 2400 metros de altura. O tal vez, descubrir zorros, hurones y vizcachas escondidos tras rocas de gran porte mientras se dejan ver. Bajo el cielo de Tilcara, los cóndores que atraviesan con su vuelo la inmensidad, exploran las alturas con una acrobacia soberbia.
Llegando hacia el pueblo, las casitas de adobe emergen separadas por calles de tierra, que como perdidas en el tiempo, permanecen intactas desde la época colonial.
Caminando por el pueblo, el viento se hace notar con la constancia de compañero leal, mientras el paseo se completa como propuesta interesante al turista que es engalanado por la viva actividad cultural del lugar. Considerada como la Capital Arqueológica de Jujuy, Tilcara posee muchos tesoros históricos dignos de visitar. Por ejemplo, las reliquias se pueden observar en museos como Soto Avendaño, Irureta o "José Antonio Terry". No obstante, la bella ciudad tiene su joya más preciosa en una fortaleza erigida a un kilómetro de la plaza central Coronel Álvarez Prado. El Pucará es el legado más importante hecho piedra realizado por los primitivos habitantes de la Quebrada de Humahuaca, los Tilcara. Y es que se trata de una obra auténtica de la ingeniería aborigen que es sin duda, la construcción prehispánica más importante del país, dueña de la magia de aquellos tiempos inmemoriables y llenos de una energía única.
Antiguamente los pucarás tenían fines defensivos, sociales y religiosos, desde donde podían controlarse los campos de cultivo circundantes y las viviendas de los campesinos en los terrenos bajos.
El visitante puede realizar excursiones, trekking, mountain bike, cabalgatas e incluso sandboard en los médanos circundantes y además, formar parte de caravanas junto a las llamas.
Pasear con llamas es una actividad milenaria que desarrolla el hombre andino desde tiempos milenarios para trasladar bienes comerciales.
Hoy desde Tilcara se intenta recrear esa práctica ancestral recorriendo distintos senderos de la región con los que se visitan antiguas ruinas, salinas, valles y quebradas. Por ello es que Tilcara es elegida por turistas de todo el mundo ya que posee un calendario de fiestas tradicionales contituyéndola en uno de los incentivos turísticos más importantes, por ejemplo, en Semana Santa se realiza la confección de las Ermitas.
Además, el Enero Tilcareño próximo a llegar y el Carnaval, hacen de la localidad un lugar para visitar durante todo el año.
Escenario natural imponente
El Pucará de Tilcara es conocido a nivel latinoamericano por haber sido el lugar elegido por distintas bandas de rock.
El ejemplo más claro es Soda Stereo que en el año 1989, logró grabar el videoclip de su hit "Cuando pase el temblor" en la mítica fortaleza.
A su vez, otra banda nacional, Intoxicados, grabó el videoclip de su tema musical "Niña de Tilcara" rodeado de cactus y naturaleza quebradeña.
"Allá en Tilcara", Peso Argento, Iorio (Almafuerte) y Flavio (Los Fabulosos Cadillacs) hicieron este tema dedicado a los pueblos nativos del lugar.
Divididos, la banda liderada por Ricardo Mollo, también grabó allí un documental y un show en el año 2010, mismo año en el que el Banco Central de la Nación sacó una serie de monedas conmemorativas de circulación de 1 peso, alusivas al Bicentenario de la Revolución de Mayo comprendió de cinco versiones que evocan distintas regiones geográficas del país, en una de ellas se representa al Pucara de Tilcara.
La Garganta del Diablo, todo el misticismo en la roca viva
Allí, a cinco kilómetros de la ciudad tilcareña, el río Huasamayo inicia su camino rodeado de cerros o gigantes dormidos, cargados de historia y misterios.
Siguiendo el sendero de tierra, sólo el eco del viento entre el cuadro infinito de cielo celeste, es perceptible como cierta magia ancestral perceptible por los sentidos.
Las piedras mismas forman el camino junto al río que corre, limpio, tranquilo, rodeado de cardones y plantas tan agrestes, como solitarias. Hasta que, cerca de la cascada, las paredes de piedra se hacen más estrechas y afiladas que logran unirse en un espectáculo natural de tonos acerados y rojizos. El camino ondulante entre ríos y piedras libres abre al final del recorrido, un escenario imponente. Entonces la cascada es agua viva naciente, agua pura del Huasamayo cae cristalina desde las alturas, entre piedras resquebrajadas y paredones como cortados por el tiempo. El misticismo de un lugar único prevalece en el aire, se puede respirar en el viento que cuenta aquellos recuerdos perdidos.
El juego de los sentidos
Llegando hacia el salto de agua, un túnel entra en la mismísima Garganta del Diablo y, entre curvas y cavernas, hace lo propio en la roca misma. Allí es donde, otra vez, la naturaleza sorprende y juega con los sentidos.
El sol y el viento son inseparables amigos del visitante que logra llegar hasta aquí y disfrutar de un gran encuentro con un paisaje privilegiado, que roza el realismo mágico de esencia jujeña.
Caminando hacia lo alto, se puede disfrutar de otra vista panorámica espectacular, donde se pueden apreciar las Ruinas Prehispánicas de Alfarcito que se encuentran muy cerca de la cascada.
Y desde allí, las cadenas de cerros eternas, siguen escondiendo senderos angostos y cardones incolumnes, casi perpetuos que se pierden entre los colores de la tierra.
Cómo no visitar este pueblo que, lleno de historias, se ofrece lleno de magia con toda la fuerza de su naturaleza impresa para siempre en un cuadro perfecto o destino natural que es elegido por miles de turistas de todo el mundo.