Casi dos millones de fieles, según cálculos de la Policía, se congregaron entre el lunes y ayer en torno a la Basílica de la
Virgen de los Milagros de
Caacupé, patrona de
Paraguay, a unos 50 kms al este de Asunción.
La misa central fue oficiada por el obispo Claudio Giménez en presencia del presidente paraguayo Horacio Cartes, acompañado por su gabinete.
En la homilía, Giménez condenó la corrupción, la violencia armada en el norte del país, las agresiones contra la mujer y el aborto.
En este marco, millares de peregrinos llegaron a pie, de rodillas, transportando cruces, a caballo o en carretas tiradas por bueyes en manifestación de devoción a la Virgen.
Entre otras cosas, el obispo de Caacupé, en su homilía, criticó "la politiquería" y remarcó "el repudio de la gente a la violencia armada", refiriéndose a un grupo clandestino que secuestra hacendados y peones de estancia o los asesina en Concepción, 500 km al norte del país.
"Dios rechaza la violencia porque va contra la misericordia", enfatizó. La devoción a la Virgen se remonta a tiempos coloniales. Afortunadamente, el papa Francisco visitó el santuario en el mes de junio.
Su escultura de madera se atribuye al "Indio José", quien se escondió detrás de un árbol de una tribu enemiga y se encomendó a la Virgen, con la promesa de esculpir su figura sobre ese mismo tronco. De esta manera, la virgen se representa en esa maravillosa escultura.
Casi dos millones de fieles, según cálculos de la Policía, se congregaron entre el lunes y ayer en torno a la Basílica de la
Virgen de los Milagros de
Caacupé, patrona de
Paraguay, a unos 50 kms al este de Asunción.
La misa central fue oficiada por el obispo Claudio Giménez en presencia del presidente paraguayo Horacio Cartes, acompañado por su gabinete.
En la homilía, Giménez condenó la corrupción, la violencia armada en el norte del país, las agresiones contra la mujer y el aborto.
En este marco, millares de peregrinos llegaron a pie, de rodillas, transportando cruces, a caballo o en carretas tiradas por bueyes en manifestación de devoción a la Virgen.
Entre otras cosas, el obispo de Caacupé, en su homilía, criticó "la politiquería" y remarcó "el repudio de la gente a la violencia armada", refiriéndose a un grupo clandestino que secuestra hacendados y peones de estancia o los asesina en Concepción, 500 km al norte del país.
"Dios rechaza la violencia porque va contra la misericordia", enfatizó. La devoción a la Virgen se remonta a tiempos coloniales. Afortunadamente, el papa Francisco visitó el santuario en el mes de junio.
Su escultura de madera se atribuye al "Indio José", quien se escondió detrás de un árbol de una tribu enemiga y se encomendó a la Virgen, con la promesa de esculpir su figura sobre ese mismo tronco. De esta manera, la virgen se representa en esa maravillosa escultura.