Miles de jujeños, visitantes de distintos puntos de la región se dispusieron participar de algunos de los desentierros del Carnaval en las distintas localidades de la Quebrada y Puna jujeña, pero para lograrlo debieron sortear un obstáculo, la fila de autos que se formó a lo largo de Ruta Nacional 9.
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Miles de jujeños, visitantes de distintos puntos de la región se dispusieron participar de algunos de los desentierros del Carnaval en las distintas localidades de la Quebrada y Puna jujeña, pero para lograrlo debieron sortear un obstáculo, la fila de autos que se formó a lo largo de Ruta Nacional 9.
Desde muy temprano un sinnúmero de vehículos salió a la mencionada ruta con destino carnestolendo, por lo que se registraron demoras que llevó a sus conductores a directamente pegar la vuelta y esperar que el caudal vehicular descienda o bien cometer maniobras irresponsables, no solo comprometiendo la integridad de sus acompañantes sino que también de otros vehículos y sus tripulantes.
Cerca de las 9 inició la peregrinación hacia el norte de nuestra provincia, pero lo que seguramente ninguno de los viajeros contaba era que entre San Pablo de Reyes y León, pese a que la distancia era menor a 15 kilómetros, el tiempo de recorrido promedio era de 3 horas. Es decir que la velocidad de avance de los vehículos era mucho menor que la del paso de hombre.
Tal es así que la fila de vehículos inició un kilómetro antes del puente del Río Reyes, y se extendió hasta la cuesta de Bárcena, a pocos kilómetros de Volcán, donde el tránsito se liberó a partir del doble carril en sentido hacia Volcán.
A medida que pasaban los minutos, algunos conductores se empezaron a desesperar, ya que el tiempo los apremiaba para estar presentes en los desentierro del Diablo del Carnaval, que estaban previstos que se realicen a partir de las 16 horas. Por lo que desde Yala, circularon por la vieja ruta Nacional 9 hasta la localidad de Lozano, para poder adelantarse a la cola de autos sin poner en riesgo la integridad del vehículo por el calentamiento del motor, y de la de sus ocupantes a través de maniobras riesgosas para pasar autos por el carril contrario.
En ese sentido cabe mencionar el sinnúmero de maniobras imprudentes que se llevaron adelante a lo largo del trayecto entre Yala y León, donde los conductores condujeron por largos tramos de contramano, pese a que de frente venían otros vehículos, o bien por ambos lados de la banquina. Dicha situación, generó malestar entre la gran mayoría de los conductores que circulaban respetando las normas de tránsito, por lo que evitaron que los vehículos que venían circulando de manera "irregular" ingresen a la fila, por lo que quedaron expuestos a ser impactados por los automóviles que venían de frente. Si bien, luego de segundos que parecían minutos, eran dejados entrar a la fila, pero lejos de escarmentar con el "castigo", nuevamente cometían un acto de imprudencia y se lanzaban a pasar de a decenas de automóviles, sin importar que por el carril contrario el tránsito era normal.
Por otra parte, cabe destacar, que a lo largo de todo el camino se registraron numerosos incidentes vinculados a toques entre algunos automóviles, que afortunadamente solo significaron daños materiales. Además de la gran cantidad de automóviles que quedaron varados al costado de la ruta por las altas temperaturas que marcaban los medidores de sus motores, lo que además de generar un trastorno con el automóvil, llevó a que se pierdan de la tan ansiada celebración.
En la Quebrada
Si bien el tránsito se agilizó a partir de la Cuesta de Bárcena, a pocos kilómetros de Tumbaya, nuevamente el paso se hizo más lento. Es que allí se registró un nuevo control policial, además de que en el predio ubicado al margen de la Ruta Nacional 9, se estaba armando el desentierro del Pujllai.
Desde allí en más, al menos hasta Purmamarca el tránsito se "alivianó", pero en el acceso a la ciudad donde se encuentra el Cerro de Siete Colores, también conocido como la Paleta del Pintor, también hubieron demoras de hasta 40 minutos para ingresar a la zona urbana.
Por este motivo es que un viaje que cualquier día del año se hace en, más o menos, una hora, ayer se realizó en 4 aproximadamente.