El cáncer infantil puede controlarse en la mayoría de los casos, pero para ello es fundamental el diagnóstico precoz y el trabajo multidisciplinario.
La oncóloga señaló que "un niño curado de cáncer tiene muchos años de vida por delante, apuntando a una vida adulta normal, que incluya su inserción laboral y social, y la posibilidad de formar su propia familia". En la Argentina se diagnostican, cada año, aproximadamente 1300 casos nuevos de cáncer en niños menores de 15 años, según datos del Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (Roha).
"Nuestro objetivo como oncólogos pediatras es sostener y mejorar las posibilidades de curación, tratando minimizar secuelas, físicas y emocionales", afirmó la médica.
Este camino solo es posible si contamos con médicos pediatras entrenados en las distintas subespecialidades -oncología, clínica, traumatología, cirugía, neurocirugía, etc trabajando en forma conjunta con enfermeros, psicólogos y psicooncólogos, maestros, asistentes sociales, grupos de padres, etc, en un verdadero trabajo multidisciplinario.
Tipos de cáner en los niños
Las leucemias agudas y los tumores del sistema nervioso central son los más frecuentes, seguidos por tumores óseos, de riñón y sarcomas de tejidos blandos entre otros.
"Los tipos de cáncer que se diagnostican en la infancia son completamente diferentes en su histología y localización a los de los adultos. Es excepcional en un niño o adolescente la presencia de un cáncer de colon, mama o pulmón, por ejemplo", dice García Lombardi.
El 70% de los niños se tratan en hospitales públicos del país, tengan o no cobertura social. Los tumores pediátricos tienen alta sensibilidad a la quimioterapia y a la radioterapia; con un diagnostico precoz y el trabajo de un equipo multidisciplinario, se logra el control de la enfermedad en la mayoría de los casos.
Algunas de las herramientas indispensables en la actualidad para tratar el cáncer infantil son los esquemas de quimioterapia combinada, que requieren adecuadas medidas de sostén clínico y farmacológico, las modernas técnicas de radioterapia y cirugías complejas, como la colocación de prótesis internas en caso de tumores óseos. En los últimos años, la posibilidad de contar con confirmaciones en el diagnostico por biología molecular, minimiza las posibilidades de error y facilita la adecuada terapéutica.
El cáncer infantil puede controlarse en la mayoría de los casos, pero para ello es fundamental el diagnóstico precoz y el trabajo multidisciplinario.
La oncóloga señaló que "un niño curado de cáncer tiene muchos años de vida por delante, apuntando a una vida adulta normal, que incluya su inserción laboral y social, y la posibilidad de formar su propia familia". En la Argentina se diagnostican, cada año, aproximadamente 1300 casos nuevos de cáncer en niños menores de 15 años, según datos del Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (Roha).
"Nuestro objetivo como oncólogos pediatras es sostener y mejorar las posibilidades de curación, tratando minimizar secuelas, físicas y emocionales", afirmó la médica.
Este camino solo es posible si contamos con médicos pediatras entrenados en las distintas subespecialidades -oncología, clínica, traumatología, cirugía, neurocirugía, etc trabajando en forma conjunta con enfermeros, psicólogos y psicooncólogos, maestros, asistentes sociales, grupos de padres, etc, en un verdadero trabajo multidisciplinario.
Tipos de cáner en los niños
Las leucemias agudas y los tumores del sistema nervioso central son los más frecuentes, seguidos por tumores óseos, de riñón y sarcomas de tejidos blandos entre otros.
"Los tipos de cáncer que se diagnostican en la infancia son completamente diferentes en su histología y localización a los de los adultos. Es excepcional en un niño o adolescente la presencia de un cáncer de colon, mama o pulmón, por ejemplo", dice García Lombardi.
El 70% de los niños se tratan en hospitales públicos del país, tengan o no cobertura social. Los tumores pediátricos tienen alta sensibilidad a la quimioterapia y a la radioterapia; con un diagnostico precoz y el trabajo de un equipo multidisciplinario, se logra el control de la enfermedad en la mayoría de los casos.
Algunas de las herramientas indispensables en la actualidad para tratar el cáncer infantil son los esquemas de quimioterapia combinada, que requieren adecuadas medidas de sostén clínico y farmacológico, las modernas técnicas de radioterapia y cirugías complejas, como la colocación de prótesis internas en caso de tumores óseos. En los últimos años, la posibilidad de contar con confirmaciones en el diagnostico por biología molecular, minimiza las posibilidades de error y facilita la adecuada terapéutica.