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15 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Los secuestradores ahora prefieren a mujeres

Lunes, 23 de febrero de 2015 00:00
Los secuestros de mujeres son los más elegidos en la actualidad por bandas de delincuentes que se hacen de fuertes sumas de dinero a cambio de la vida de la persona que tienen en cautiverio. Gladys tiene 60 años, es comerciante y el jueves estuvo en cautiverio durante tres horas sufriendo amenazas de una banda de secuestradores exprés en la localidad de Villa Martelli, y para su liberación la familia tuvo que pagar un rescate de 250 mil pesos. Este episodio, pone en evidencia que las bandas de raptores ahora eligen a mujeres como víctimas, con el objetivo principal de acelerar la resolución.
En torno a la nueva modalidad, Néstor Fortunato, especialista en seguridad, sostuvo que "los grupos dedicados a los raptos exprés se vuelcan por víctimas mujeres porque, en principio, son más fáciles para reducir cuando realizan el abordaje, y luego genera mayor dramatismo en las familias, entonces el cobro de los rescates se agiliza notablemente".
DATO: Las mujeres son amenazadas con abusos sexuales, para que al comunicarse con sus familiares, éstos procedan al pago del rescate.
Para el criminalista Roberto Locles, "las bandas van mutando su accionar, cambian estrategias para sorprender, y es justamente esto lo que se observa respecto a los raptos exprés con mujeres", indicando también que "actualmente se trata de un tipo de delito que para ellos es muy remunerativo". "Los grupos buscan el punto débil y se acomodan a la coyuntura. No hablamos de bandas enormes, ultra organizadas. Sino de delincuentes que llevan a cabo golpes rápidos. Con las mujeres como víctimas lo que se logra es que sea más fácil la negociación con la familia. Hay un tema de género ahí. Crece la angustia y desesperación familiar si la víctima es mujer", manifestó Locles.
Sobre ese punto, Fortunato explicó que "a las mujeres las amenazan con abusos sexuales, que es la manera más efectiva que tienen de mantenerla aterrada mientras dure el cautiverio, y ese miedo les permite también que ellas cuenten a quién deben llamar para negociar el rescate".
Asimismo, indicó que "al transitar por la calle, como peatonas o conduciendo un rodado, es importante que se reaccione rápido ante cualquier movimiento sospechoso, y tomar decisiones inmediatas, tratando de evadir el abordaje, corriendo o gritando pidiendo ayuda, nunca por un delito sino asegurando que hay un incendio, porque así la gente puede colaborar". "Si el contacto se hizo inevitable, recomiendo arrojarse al piso, y trabarse con el delincuente todo el tiempo que se pueda. Eso es tiempo. Y los delincuentes no tienen mucho para ejecutar el rapto, pero si hay armas, sobre todo de fuego, hay que evitar reaccionar", sugirió.

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Los secuestros de mujeres son los más elegidos en la actualidad por bandas de delincuentes que se hacen de fuertes sumas de dinero a cambio de la vida de la persona que tienen en cautiverio. Gladys tiene 60 años, es comerciante y el jueves estuvo en cautiverio durante tres horas sufriendo amenazas de una banda de secuestradores exprés en la localidad de Villa Martelli, y para su liberación la familia tuvo que pagar un rescate de 250 mil pesos. Este episodio, pone en evidencia que las bandas de raptores ahora eligen a mujeres como víctimas, con el objetivo principal de acelerar la resolución.
En torno a la nueva modalidad, Néstor Fortunato, especialista en seguridad, sostuvo que "los grupos dedicados a los raptos exprés se vuelcan por víctimas mujeres porque, en principio, son más fáciles para reducir cuando realizan el abordaje, y luego genera mayor dramatismo en las familias, entonces el cobro de los rescates se agiliza notablemente".
DATO: Las mujeres son amenazadas con abusos sexuales, para que al comunicarse con sus familiares, éstos procedan al pago del rescate.
Para el criminalista Roberto Locles, "las bandas van mutando su accionar, cambian estrategias para sorprender, y es justamente esto lo que se observa respecto a los raptos exprés con mujeres", indicando también que "actualmente se trata de un tipo de delito que para ellos es muy remunerativo". "Los grupos buscan el punto débil y se acomodan a la coyuntura. No hablamos de bandas enormes, ultra organizadas. Sino de delincuentes que llevan a cabo golpes rápidos. Con las mujeres como víctimas lo que se logra es que sea más fácil la negociación con la familia. Hay un tema de género ahí. Crece la angustia y desesperación familiar si la víctima es mujer", manifestó Locles.
Sobre ese punto, Fortunato explicó que "a las mujeres las amenazan con abusos sexuales, que es la manera más efectiva que tienen de mantenerla aterrada mientras dure el cautiverio, y ese miedo les permite también que ellas cuenten a quién deben llamar para negociar el rescate".
Asimismo, indicó que "al transitar por la calle, como peatonas o conduciendo un rodado, es importante que se reaccione rápido ante cualquier movimiento sospechoso, y tomar decisiones inmediatas, tratando de evadir el abordaje, corriendo o gritando pidiendo ayuda, nunca por un delito sino asegurando que hay un incendio, porque así la gente puede colaborar". "Si el contacto se hizo inevitable, recomiendo arrojarse al piso, y trabarse con el delincuente todo el tiempo que se pueda. Eso es tiempo. Y los delincuentes no tienen mucho para ejecutar el rapto, pero si hay armas, sobre todo de fuego, hay que evitar reaccionar", sugirió.

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