Poniendo fin al carnaval, la comparsa Los Alegres de Tumbaya despedirá al pujllay hasta el 2016, el próximo sábado en el predio del polideportivo municipal.
Con un dejo de tristeza pero júbilo al fin, los diablos y diablitos de la tradicional agrupación de la bella localidad quebradeña serán los protagonistas de esta celebración de Carnaval de Flores, cuando comiencen a despedirse de cada uno de los simpatizantes en el mojón. La comisión directiva presidida por Ariela Machaca y Juan Carlos Bustamante, invitó a los simpatizantes, turistas y público en general a compartir a las 13 un gran almuerzo a servirse en el polideportivo. Luego, a las 15, dará comienzo el fortín bailable en ese mismo lugar, con las presentaciones del grupo Sonido de Amor y de Coroico. A las 22, el bastonero comenzará a flamear la bandera de la comparsa al compás de los carnavalitos para guiar a los seguidores hacia el sitio de entierro del diablo. Habrá un pasaje por las calles del pueblo hacia el Cerro Pilacunca, donde la directiva en pleno los esperará con serpentina y papel picado para despedir al Pujllay hasta el año que viene.
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Poniendo fin al carnaval, la comparsa Los Alegres de Tumbaya despedirá al pujllay hasta el 2016, el próximo sábado en el predio del polideportivo municipal.
Con un dejo de tristeza pero júbilo al fin, los diablos y diablitos de la tradicional agrupación de la bella localidad quebradeña serán los protagonistas de esta celebración de Carnaval de Flores, cuando comiencen a despedirse de cada uno de los simpatizantes en el mojón. La comisión directiva presidida por Ariela Machaca y Juan Carlos Bustamante, invitó a los simpatizantes, turistas y público en general a compartir a las 13 un gran almuerzo a servirse en el polideportivo. Luego, a las 15, dará comienzo el fortín bailable en ese mismo lugar, con las presentaciones del grupo Sonido de Amor y de Coroico. A las 22, el bastonero comenzará a flamear la bandera de la comparsa al compás de los carnavalitos para guiar a los seguidores hacia el sitio de entierro del diablo. Habrá un pasaje por las calles del pueblo hacia el Cerro Pilacunca, donde la directiva en pleno los esperará con serpentina y papel picado para despedir al Pujllay hasta el año que viene.