Roma se clasificó para los octavos de final de la Liga de Europa al vencer por 2 a 1 en Rotterdam al Feyenoord ayer en la vuelta de los dieciseisavos, en un duelo en el que el árbitro tuvo que decidir dos interrupciones.
Este duelo llegaba en un momento tenso, después de los incidentes violentos protagonizados por hinchas del Feyenoord la pasada semana en la capital italiana.
Los hombres de Rudi Garcia, que habían empatado 1-1 en casa en la ida, se adelantaron en su visita a Holanda con un tanto de Adem Ljajic en el 47.
Feyenoord se complicó todavía más con la expulsión poco antes de la hora de juego de Mitchell Te Vrede por una fuerte entrada, lo que provocó el enfado de varios aficionados holandeses, que lanzaron objetos al terreno de juego. El choque se detuvo cerca de veinticinco minutos.
El árbitro francés Clement Turpin envió entonces a los jugadores a los vestuarios durante quince minutos. Antes del descanso ya había decretado una primera interrupción, durante unos instantes, después del lanzamiento de un banana inflable en dirección a los jugadores del club italiano. En realidad este acto de racismo tuvo como destinatario al marfileño Gervinho.
El partido continuó con un ambiente tenso. Feyenoord empató por medio de Elvis Manu (57), antes de que Gervinho (60) consiguiera el 2-1 definitivo para Roma.
Unos segundos antes de ese gol, el arquero suplente del Feyenoord, Erwin Mulder, había sido expulsado del banquillo.
Los incidentes vividos en el partido hacen esperar que Feyenoord reciba nuevas sanciones.
El duelo entre ambos equipos comenzó con los incidentes en el choque de ida, disputado hace una semana en la capital italiana. Seguidores del Feyenoord protagonizaron diversos altercados en el centro de la ciudad. Hubo heridos y detenidos.
Hay que recordar que, en el encuentro de ida los aficionados del conjunto de Rotterdam ya hicieron destrozos en Italia, en la céntrica Piazza Spagna. La policía italiana se vio obligada a detener a 33 hinchas.
Roma clasificó para la próxima etapa de la competencia europea. Hoy se realizará el sorteo, pero el pasaporte en tierras holandesas tuvo un gusto amargo porque otra vez los inadaptados de siempre dieron "la nota". La discriminación debe erradicarse de todas partes, pero principalmente del fútbol que convoca a multitudes.
Es de esperar que la Uefa tome cartas en el asunto.
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Roma se clasificó para los octavos de final de la Liga de Europa al vencer por 2 a 1 en Rotterdam al Feyenoord ayer en la vuelta de los dieciseisavos, en un duelo en el que el árbitro tuvo que decidir dos interrupciones.
Este duelo llegaba en un momento tenso, después de los incidentes violentos protagonizados por hinchas del Feyenoord la pasada semana en la capital italiana.
Los hombres de Rudi Garcia, que habían empatado 1-1 en casa en la ida, se adelantaron en su visita a Holanda con un tanto de Adem Ljajic en el 47.
Feyenoord se complicó todavía más con la expulsión poco antes de la hora de juego de Mitchell Te Vrede por una fuerte entrada, lo que provocó el enfado de varios aficionados holandeses, que lanzaron objetos al terreno de juego. El choque se detuvo cerca de veinticinco minutos.
El árbitro francés Clement Turpin envió entonces a los jugadores a los vestuarios durante quince minutos. Antes del descanso ya había decretado una primera interrupción, durante unos instantes, después del lanzamiento de un banana inflable en dirección a los jugadores del club italiano. En realidad este acto de racismo tuvo como destinatario al marfileño Gervinho.
El partido continuó con un ambiente tenso. Feyenoord empató por medio de Elvis Manu (57), antes de que Gervinho (60) consiguiera el 2-1 definitivo para Roma.
Unos segundos antes de ese gol, el arquero suplente del Feyenoord, Erwin Mulder, había sido expulsado del banquillo.
Los incidentes vividos en el partido hacen esperar que Feyenoord reciba nuevas sanciones.
El duelo entre ambos equipos comenzó con los incidentes en el choque de ida, disputado hace una semana en la capital italiana. Seguidores del Feyenoord protagonizaron diversos altercados en el centro de la ciudad. Hubo heridos y detenidos.
Hay que recordar que, en el encuentro de ida los aficionados del conjunto de Rotterdam ya hicieron destrozos en Italia, en la céntrica Piazza Spagna. La policía italiana se vio obligada a detener a 33 hinchas.
Roma clasificó para la próxima etapa de la competencia europea. Hoy se realizará el sorteo, pero el pasaporte en tierras holandesas tuvo un gusto amargo porque otra vez los inadaptados de siempre dieron "la nota". La discriminación debe erradicarse de todas partes, pero principalmente del fútbol que convoca a multitudes.
Es de esperar que la Uefa tome cartas en el asunto.