El Gobierno de México está abierto a recibir la cooperación de las instituciones internacionales y de los países que la han ofrecido en la investigación sobre la desaparición de 43 estudiantes el pasado septiembre en la ciudad de Iguala, que sigue causando fuerte repercusión nacional e internacional, impotencia en los familiares de las víctimas y renovados trastornos al presidente Enrique Peña Nieto.
Así lo señaló el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Juan Manuel Gómez Robledo, en su presentación ante el Comité de la ONU sobre Desapariciones Forzadas, que examina el traumático caso.
Gómez, quien encabeza una delegación compuesta por veintisiete representantes de distintas instancias oficiales mexicanas que acuden al Comité, precisó que Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia han ofrecido su colaboración.
También lo hicieron la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, el Comité Internacional de La Cruz Roja y la Unión Europea. México aceptó ya la asistencia técnica de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), cuyos expertos deben empezar su labor en los próximos días.
El subsecretario defendió al inicio de la sesión dedicada por el Comité a México, como parte de un ejercicio de evaluación regular, que el caso de los estudiantes de Ayotzinapa ha llevado a la Procuraduría General de la República a lanzar "una investigación criminal sin precedentes en la historia reciente de México".
DATO: México ya habría aceptado la asistencia técnica de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh).
Aseguró que "la mirada externa y la crítica constructiva" son bienvenidas por su Gobierno, pero dijo que si los foros internacionales de derechos humanos quieren que su labor de vigilancia tenga un efecto útil se debe "privilegiar el diálogo" y evitar "incurrir solo en la descalificación".
El enviado del Gobierno mexicano sostuvo que "la desaparición forzada de los jóvenes de Ayotzinapa pone de manifiesto, una vez más, que debemos seguir atendiendo los problemas asociados a la pobreza, la exclusión y la corrupción, para hacer frente al crimen organizado y a la violencia que lo acompaña".
Consideró que el Estado y la sociedad sólo podrán "pasar del dolor a la recomposición del tejido social" cuando se juzgue y sancione a todos los responsables y se acredite el paradero de los desaparecidos.
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El Gobierno de México está abierto a recibir la cooperación de las instituciones internacionales y de los países que la han ofrecido en la investigación sobre la desaparición de 43 estudiantes el pasado septiembre en la ciudad de Iguala, que sigue causando fuerte repercusión nacional e internacional, impotencia en los familiares de las víctimas y renovados trastornos al presidente Enrique Peña Nieto.
Así lo señaló el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Juan Manuel Gómez Robledo, en su presentación ante el Comité de la ONU sobre Desapariciones Forzadas, que examina el traumático caso.
Gómez, quien encabeza una delegación compuesta por veintisiete representantes de distintas instancias oficiales mexicanas que acuden al Comité, precisó que Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia han ofrecido su colaboración.
También lo hicieron la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, el Comité Internacional de La Cruz Roja y la Unión Europea. México aceptó ya la asistencia técnica de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), cuyos expertos deben empezar su labor en los próximos días.
El subsecretario defendió al inicio de la sesión dedicada por el Comité a México, como parte de un ejercicio de evaluación regular, que el caso de los estudiantes de Ayotzinapa ha llevado a la Procuraduría General de la República a lanzar "una investigación criminal sin precedentes en la historia reciente de México".
DATO: México ya habría aceptado la asistencia técnica de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh).
Aseguró que "la mirada externa y la crítica constructiva" son bienvenidas por su Gobierno, pero dijo que si los foros internacionales de derechos humanos quieren que su labor de vigilancia tenga un efecto útil se debe "privilegiar el diálogo" y evitar "incurrir solo en la descalificación".
El enviado del Gobierno mexicano sostuvo que "la desaparición forzada de los jóvenes de Ayotzinapa pone de manifiesto, una vez más, que debemos seguir atendiendo los problemas asociados a la pobreza, la exclusión y la corrupción, para hacer frente al crimen organizado y a la violencia que lo acompaña".
Consideró que el Estado y la sociedad sólo podrán "pasar del dolor a la recomposición del tejido social" cuando se juzgue y sancione a todos los responsables y se acredite el paradero de los desaparecidos.