Este tipo de ablación fue definida por el organismo de Naciones Unidas como "cualquier procedimiento que altere o cause daño a los órganos genitales femeninos por motivos no médicos" e incluye el corte total o parcial del clítoris y labios vaginales y la incisión, raspado o cauterización de la zona.
Comúnmente se la suele relacionar con una interpretación del Islam, aunque se trata de una práctica que existe antes de esta religión y que no es común entre la mayoría de los musulmanes.
En ese sentido, la Organización para la Cooperación Islámica, que reúne a 57 Estados confesionarios de esa religión, repudió la mutilación genital como un "acto de violencia contra las mujeres" e indicó que no es mencionada en ningún pasaje del Corán. En ese marco, la OMS atribuyó sus causas a una mezcla de razones entre las que está la convención social en algunas culturas que se trata de la preparación de las niñas para la adultez y el casamiento.
También apuntó a falsas creencias como que la ablación reduce la libido de la mujer, lo que merma las posibilidades de relaciones sexuales premaritales e infidelidades.
"Se la asocia también a ideales culturales como la femineidad y la modestia, que incluye la noción que las mujeres son "limpias" y "bellas" después de remover partes del cuerpo consideradas "impuras", indicó la OMS. Incluso está vinculada a la creencia que es saludable para las mujeres, lo que fue totalmente desmentido por el organismo al reafirmar que "la mutilación genital femenina no tiene beneficios médicos o sanitarios y viola los derechos humanos de las niñas y las mujeres. Todo lo contrario, la mutilación es asociada a una serie de riesgos a corto y largo plazo para la salud física, mental y sexual, y para el bienestar". Sobre esta situación, la entidad alertó que según sus estadísticas más del 18% de todas las ablaciones son realizadas por profesionales de la salud, y los datos sugieren que esta tendencia va en aumento. Unicef indicó que las pocas estadísticas oficiales que existen muestran que la mayoría de las víctimas son menores de 5 años.
Este tipo de ablación fue definida por el organismo de Naciones Unidas como "cualquier procedimiento que altere o cause daño a los órganos genitales femeninos por motivos no médicos" e incluye el corte total o parcial del clítoris y labios vaginales y la incisión, raspado o cauterización de la zona.
Comúnmente se la suele relacionar con una interpretación del Islam, aunque se trata de una práctica que existe antes de esta religión y que no es común entre la mayoría de los musulmanes.
En ese sentido, la Organización para la Cooperación Islámica, que reúne a 57 Estados confesionarios de esa religión, repudió la mutilación genital como un "acto de violencia contra las mujeres" e indicó que no es mencionada en ningún pasaje del Corán. En ese marco, la OMS atribuyó sus causas a una mezcla de razones entre las que está la convención social en algunas culturas que se trata de la preparación de las niñas para la adultez y el casamiento.
También apuntó a falsas creencias como que la ablación reduce la libido de la mujer, lo que merma las posibilidades de relaciones sexuales premaritales e infidelidades.
"Se la asocia también a ideales culturales como la femineidad y la modestia, que incluye la noción que las mujeres son "limpias" y "bellas" después de remover partes del cuerpo consideradas "impuras", indicó la OMS. Incluso está vinculada a la creencia que es saludable para las mujeres, lo que fue totalmente desmentido por el organismo al reafirmar que "la mutilación genital femenina no tiene beneficios médicos o sanitarios y viola los derechos humanos de las niñas y las mujeres. Todo lo contrario, la mutilación es asociada a una serie de riesgos a corto y largo plazo para la salud física, mental y sexual, y para el bienestar". Sobre esta situación, la entidad alertó que según sus estadísticas más del 18% de todas las ablaciones son realizadas por profesionales de la salud, y los datos sugieren que esta tendencia va en aumento. Unicef indicó que las pocas estadísticas oficiales que existen muestran que la mayoría de las víctimas son menores de 5 años.