No caben dudas que por el encuentro que entregaron y las emociones vividas, este cruce de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones entre Chelsea y PSG será recordado por mucho tiempo y pasará a formar parte de uno de los mejores en la presente edición.
Porque aunque regalaron un tiempo, en donde lo más saliente fue la injusta expulsión a Zlatan Ibrahimovic cuando corría la primera media hora de juego, el complemento y los restantes suplementarios fueron dignos de una película de Hollywood.
Paris Saint-Germain, que contó con Javier Pastore desde el arranque y jugando un gran partido -Lavezzi ingresó sobre el cierre de los 90 reglamentarios-, le planteó un encuentro de igual a igual al Chelsea, que nunca pudo hacer valer el hecho de que su rival tenga diez futbolistas. Sin embargo, en el mejor momento del PSG, los "blues" consiguieron la ventaja gracias al tanto de Cahill, a nueve minutos para el final.
Pero cuando todo hacía suponer una eliminación segura de los "galos", producto del 1 a 1 en la ida, apareció David Luiz, quien con un cabezazo estupendo llevó la serie al alargue. En el tiempo suplementario, Chelsea mostró un mejor protagonismo y rápidamente -a los seis minutos- se volvió a poner en ventaja por una acción insólita e infantil de Thiago Silva, quien saltó innecesariamente con la mano arriba y cometió el penal que Hazard cambió por gol. Sin embargo, los franceses tenían una vida más. A falta de seis minutos para el final del partido, el propio Thiago Silva, que había avisado en la jugada previa, saltó más que todos en el área rival y metió un testazo impresionante para subsanar su error y lograr el 2 a 2 final, que clasificó a su equipo a los cuartos y eliminó al conjunto de Mourinho.
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No caben dudas que por el encuentro que entregaron y las emociones vividas, este cruce de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones entre Chelsea y PSG será recordado por mucho tiempo y pasará a formar parte de uno de los mejores en la presente edición.
Porque aunque regalaron un tiempo, en donde lo más saliente fue la injusta expulsión a Zlatan Ibrahimovic cuando corría la primera media hora de juego, el complemento y los restantes suplementarios fueron dignos de una película de Hollywood.
Paris Saint-Germain, que contó con Javier Pastore desde el arranque y jugando un gran partido -Lavezzi ingresó sobre el cierre de los 90 reglamentarios-, le planteó un encuentro de igual a igual al Chelsea, que nunca pudo hacer valer el hecho de que su rival tenga diez futbolistas. Sin embargo, en el mejor momento del PSG, los "blues" consiguieron la ventaja gracias al tanto de Cahill, a nueve minutos para el final.
Pero cuando todo hacía suponer una eliminación segura de los "galos", producto del 1 a 1 en la ida, apareció David Luiz, quien con un cabezazo estupendo llevó la serie al alargue. En el tiempo suplementario, Chelsea mostró un mejor protagonismo y rápidamente -a los seis minutos- se volvió a poner en ventaja por una acción insólita e infantil de Thiago Silva, quien saltó innecesariamente con la mano arriba y cometió el penal que Hazard cambió por gol. Sin embargo, los franceses tenían una vida más. A falta de seis minutos para el final del partido, el propio Thiago Silva, que había avisado en la jugada previa, saltó más que todos en el área rival y metió un testazo impresionante para subsanar su error y lograr el 2 a 2 final, que clasificó a su equipo a los cuartos y eliminó al conjunto de Mourinho.