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19 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Netanyahu bajo presión externa

Viernes, 20 de marzo de 2015 00:00
Benjamin Netanyahu. 
Benjamin Netanyahu, vencedor de las legislativas israelíes, se encuentra analizando sus opciones para formar un gobierno de coalición, mientras crecen las presiones internacionales ejercidas por estadounidenses, europeos y palestinos.
Después de la actividad frenética de los últimos días, su agenda pública se ha vaciado por primera vez desde hace tiempo: con el recuento de votos casi definitivo confirmando su triunfo y las especulaciones sobre el reparto de carteras ministeriales ya en marcha, Netanyahu parece haberse retirado para trabajar de forma discreta. Salvo alguna sorpresa de último minuto, el hombre fuerte de la derecha israelí será llamado por el presidente Reuven Rivlin a asumir su tercer mandato consecutivo como primer ministro, y el cuarto, contando la legislatura de 1996-1999.
La presión de Occidente se cierne sobre Netanyahu. La Casa Blanca lo ha felicitado fríamente por su victoria electoral, al tiempo que reiteraba su apuesta por la creación de un Estado palestino en coexistencia con Israel, una idea descartada por el propio Netanyahu al final de la campaña electoral.
De forma clara, en un estilo cada vez más frecuente en el contexto de la degradada relación entre Netanyahu y el presidente Barack Obama expresó su preocupación ante las declaraciones del primer ministro israelí durante la campaña con intención de "marginar" a los ciudadanos árabes israelíes.
En la misma jornada electoral, Netanyahu alertaba a los votantes de la amenaza que suponía el que los electores árabes acudieran "en masa" a las urnas. La lista única de los partidos árabes, otra de las grandes sorpresas de estos comicios, junto con la victoria de Netanyahu, se confirmó como tercera fuerza política, con 13 bancas en el parlamento.

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Benjamin Netanyahu, vencedor de las legislativas israelíes, se encuentra analizando sus opciones para formar un gobierno de coalición, mientras crecen las presiones internacionales ejercidas por estadounidenses, europeos y palestinos.
Después de la actividad frenética de los últimos días, su agenda pública se ha vaciado por primera vez desde hace tiempo: con el recuento de votos casi definitivo confirmando su triunfo y las especulaciones sobre el reparto de carteras ministeriales ya en marcha, Netanyahu parece haberse retirado para trabajar de forma discreta. Salvo alguna sorpresa de último minuto, el hombre fuerte de la derecha israelí será llamado por el presidente Reuven Rivlin a asumir su tercer mandato consecutivo como primer ministro, y el cuarto, contando la legislatura de 1996-1999.
La presión de Occidente se cierne sobre Netanyahu. La Casa Blanca lo ha felicitado fríamente por su victoria electoral, al tiempo que reiteraba su apuesta por la creación de un Estado palestino en coexistencia con Israel, una idea descartada por el propio Netanyahu al final de la campaña electoral.
De forma clara, en un estilo cada vez más frecuente en el contexto de la degradada relación entre Netanyahu y el presidente Barack Obama expresó su preocupación ante las declaraciones del primer ministro israelí durante la campaña con intención de "marginar" a los ciudadanos árabes israelíes.
En la misma jornada electoral, Netanyahu alertaba a los votantes de la amenaza que suponía el que los electores árabes acudieran "en masa" a las urnas. La lista única de los partidos árabes, otra de las grandes sorpresas de estos comicios, junto con la victoria de Netanyahu, se confirmó como tercera fuerza política, con 13 bancas en el parlamento.

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