Rock and roll y emociones en la noche de Divididos

Fue una noche a pedir de los amantes del rock, fue una noche a pedir de los jujeños que disfrutan de los buenos espectáculos, fue la noche en la que la "Aplanadora del Rock" hizo vibrar la Federación de Básquet.

Así fue, la gran velada del pasado jueves que brindaron desde las 22.30, Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella, con un Divididos que extrañaba estas latitudes.

Minutos antes se palpitaba, se sentía en el ambiente la necesidad de rockear, entonces sin rituales previos ni presentaciones exageradas, el power trio más convocante de la Argentina arrancó la tan esperada noche con "NextWeek" (viejo tema de Sumo), para seguir por una larga lista de canciones que atravesó toda su discografía, resaltando mucho su último material Amapola del 66, con el tema homónimo, Senderos, Hombre en U y Jujuy.

Se notaba que Ricardo Mollo era feliz tocando nuevamente en Jujuy, y lo demostró, con permanentes agradecimientos y hasta un "como me gustaría vivir acá, pero es muy lejos" que se le escapó después de ver a toda esa gente que vitoreaba: "Jujuy, Jujuy, Divididos, Divididos..."

Dos horas y media con momentos especiales, algunos cargados de adrenalina y rock and roll, y otros, para disfrutar de melodías emotivas y apasionadas; en un escenario acorde con una banda que llegaba con toda su furia roquera. Dos pantallas gigantes sobre los laterales mostraban un Divididos en todo momento.

Y para generar mayor energía, un equipo de luces que plasmaba diferentes sensaciones, mientras iban pasando cada una de las canciones poderosas de Divididos.

Todo esto estuvo organizado por Radio City encabezado por su director y productor general Gastón Jacquet, que contó con la colaboración del personal de producción y empresas que estuvieron a la altura de la situación, tal es el caso de Ejesa y el equipo organizador de Divididos, que trabajó con un alto nivel de profesionalismo.

Solo eran necesarias tres personas: Ricardo, Diego y Catriel, para que a puro "pogo" una multitud saltase en la Federación de Básquet con temas como, "Cabeza de Maceta', "Que tal", "Rasputín', "Paisano de Hurlingam', "Ala Delta', "Paraguay', "El 38' y "Amapola del 66', entre otros.

El primer gran momento especial fue, cuando luego de descargar demasiada adrenalina, bajaron el ritmo para interpretar "Pepe Lui" tema del disco "Vengo del placar de otro" (2002), luego siguiendo la sintonía llegó "Par Mil', "Spaguetti del Rock' y continuó la larga listas de canciones, que a esa altura uno ya se sentía satisfecho, pero quería más.

Luego llegó, tras una ovación "Guanuqueando", aquel célebre tema de Ricardo Vilca que Mollo lo popularizó.

Para esta interpretación no podían faltar los "Amigos de Ricardo Vilca", que sobre el escenario emocionaron a cada uno de los miles de fanáticos que cantaron con lágrimas en los ojos aquella bella canción, mientras Mollo arengaba para que no se termine, nunca. Si alguien pedía un bis de "Guanuqueando" creo que lo cantaban de nuevo.

El pulso, a esa altura, estaba a mil, y faltaba mucho más. Micaela Chauque subió al escenario recitando coplas como apertura del tema Jujuy, del disco Amapola del 66.

El infaltable Sucio y Desprolijo en homenaje a Pappo hizo enloquecer más a los ya delirantes fanáticos que saltaban frente al escenario.

También, "Tengo" de Sandro hizo alucinar a todo el que pisó esa noche la Federación. Que se transforma y convierte en mágica, cada vez que una banda como esta llega, se posiciona y desprende rock and roll.

Ya al final, un popurrí de Sumo fue la fruta del postre que engalanó la larga velada junto a la "Aplanadora del Rock". Sonaran "El Ojo Blindado", "Mejor no hablar de ciertas cosas", entre otros de esos temas que siempre los guardamos en nuestras mentes.

Después de tanto locura, mezclada con rock and roll, Mollo demostró por qué es el líder de una de las bandas más importantes del rock, con la sencillez que lo caracteriza bajó del escenario para ofrendar al público sus púas y saludar a todos, mientras Arnedo y Catriel Ciavarella, hacían de las suyas con el bajo y la batería.

Fue el epílogo de la gran noche de Divididos en Jujuy.

La gran noche del Rock Argentino nuevamente se había desarrollado en nuestra provincia.

Fue una noche a pedir de los amantes del rock, fue una noche a pedir de los jujeños que disfrutan de los buenos espectáculos, fue la noche en la que la "Aplanadora del Rock" hizo vibrar la Federación de Básquet.

Así fue, la gran velada del pasado jueves que brindaron desde las 22.30, Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella, con un Divididos que extrañaba estas latitudes.

Minutos antes se palpitaba, se sentía en el ambiente la necesidad de rockear, entonces sin rituales previos ni presentaciones exageradas, el power trio más convocante de la Argentina arrancó la tan esperada noche con "NextWeek" (viejo tema de Sumo), para seguir por una larga lista de canciones que atravesó toda su discografía, resaltando mucho su último material Amapola del 66, con el tema homónimo, Senderos, Hombre en U y Jujuy.

Se notaba que Ricardo Mollo era feliz tocando nuevamente en Jujuy, y lo demostró, con permanentes agradecimientos y hasta un "como me gustaría vivir acá, pero es muy lejos" que se le escapó después de ver a toda esa gente que vitoreaba: "Jujuy, Jujuy, Divididos, Divididos..."

Dos horas y media con momentos especiales, algunos cargados de adrenalina y rock and roll, y otros, para disfrutar de melodías emotivas y apasionadas; en un escenario acorde con una banda que llegaba con toda su furia roquera. Dos pantallas gigantes sobre los laterales mostraban un Divididos en todo momento.

Y para generar mayor energía, un equipo de luces que plasmaba diferentes sensaciones, mientras iban pasando cada una de las canciones poderosas de Divididos.

Todo esto estuvo organizado por Radio City encabezado por su director y productor general Gastón Jacquet, que contó con la colaboración del personal de producción y empresas que estuvieron a la altura de la situación, tal es el caso de Ejesa y el equipo organizador de Divididos, que trabajó con un alto nivel de profesionalismo.

Solo eran necesarias tres personas: Ricardo, Diego y Catriel, para que a puro "pogo" una multitud saltase en la Federación de Básquet con temas como, "Cabeza de Maceta', "Que tal", "Rasputín', "Paisano de Hurlingam', "Ala Delta', "Paraguay', "El 38' y "Amapola del 66', entre otros.

El primer gran momento especial fue, cuando luego de descargar demasiada adrenalina, bajaron el ritmo para interpretar "Pepe Lui" tema del disco "Vengo del placar de otro" (2002), luego siguiendo la sintonía llegó "Par Mil', "Spaguetti del Rock' y continuó la larga listas de canciones, que a esa altura uno ya se sentía satisfecho, pero quería más.

Luego llegó, tras una ovación "Guanuqueando", aquel célebre tema de Ricardo Vilca que Mollo lo popularizó.

Para esta interpretación no podían faltar los "Amigos de Ricardo Vilca", que sobre el escenario emocionaron a cada uno de los miles de fanáticos que cantaron con lágrimas en los ojos aquella bella canción, mientras Mollo arengaba para que no se termine, nunca. Si alguien pedía un bis de "Guanuqueando" creo que lo cantaban de nuevo.

El pulso, a esa altura, estaba a mil, y faltaba mucho más. Micaela Chauque subió al escenario recitando coplas como apertura del tema Jujuy, del disco Amapola del 66.

El infaltable Sucio y Desprolijo en homenaje a Pappo hizo enloquecer más a los ya delirantes fanáticos que saltaban frente al escenario.

También, "Tengo" de Sandro hizo alucinar a todo el que pisó esa noche la Federación. Que se transforma y convierte en mágica, cada vez que una banda como esta llega, se posiciona y desprende rock and roll.

Ya al final, un popurrí de Sumo fue la fruta del postre que engalanó la larga velada junto a la "Aplanadora del Rock". Sonaran "El Ojo Blindado", "Mejor no hablar de ciertas cosas", entre otros de esos temas que siempre los guardamos en nuestras mentes.

Después de tanto locura, mezclada con rock and roll, Mollo demostró por qué es el líder de una de las bandas más importantes del rock, con la sencillez que lo caracteriza bajó del escenario para ofrendar al público sus púas y saludar a todos, mientras Arnedo y Catriel Ciavarella, hacían de las suyas con el bajo y la batería.

Fue el epílogo de la gran noche de Divididos en Jujuy.

La gran noche del Rock Argentino nuevamente se había desarrollado en nuestra provincia.