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Los estados miden la pobreza para saber el grado de desarrollo

Sabado, 28 de marzo de 2015 00:00
Agustín Salvia. 
El jefe de investigadores del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, afirmó ayer que los estados modernos miden la pobreza para saber el grado de desarrollo de una sociedad.
El investigador señaló esto luego de que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, asegurara en una conferencia de prensa de que no es tarea del Gobierno medir la pobreza.
Por el contrario, Salvia afirmó en declaraciones a la prensa que "la identificación de la pobreza es un indicador que tiene todo estado moderno para evaluar el grado de desarrollo e inclusión que tiene una sociedad". "Como ha habido estancamiento y precarización del empleo, junto con el proceso inflacionario, eso ha hecho que aumente la pobreza y que por lo tanto la política económica no haya acertado en solucionar los problemas de inclusión social", afirmó Salvia.
El profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) destacó no obstante que los programas sociales del Gobierno "han sido muy exitosos para atacar la pobreza e indigencia extrema, incluso para aquellos quienes sufren la situación de indigencia no estén tan mal porque tienen un ingreso mínimo asegurado". Salvia señaló que la medición de pobreza "sirve para evaluar qué tanto las políticas económicas y sociales van resolviendo los problemas de desarrollo e inclusión".
El investigador del Observatorio de la Deuda Social estimó que los índices de indigencia en el país están entre "4 y 6 por ciento", mientras que los de pobreza "se ubican entre un 20 y 30 por ciento", dependiendo de cómo se los mida.
Salvia recordó que la forma más generalizada de medir pobreza en América Latina es por ingresos, fijando canastas mínimas alimentarias y canastas básicas totales.
"Desde 2007, cuando se hace la intervención al Indec, se altera la medición, el termómetro comienza a ser manipulado y a partir de 2013 tanto eran "no confiables' las estadísticas que el Gobierno decidió no medir más", aclaró.

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El jefe de investigadores del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, afirmó ayer que los estados modernos miden la pobreza para saber el grado de desarrollo de una sociedad.
El investigador señaló esto luego de que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, asegurara en una conferencia de prensa de que no es tarea del Gobierno medir la pobreza.
Por el contrario, Salvia afirmó en declaraciones a la prensa que "la identificación de la pobreza es un indicador que tiene todo estado moderno para evaluar el grado de desarrollo e inclusión que tiene una sociedad". "Como ha habido estancamiento y precarización del empleo, junto con el proceso inflacionario, eso ha hecho que aumente la pobreza y que por lo tanto la política económica no haya acertado en solucionar los problemas de inclusión social", afirmó Salvia.
El profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) destacó no obstante que los programas sociales del Gobierno "han sido muy exitosos para atacar la pobreza e indigencia extrema, incluso para aquellos quienes sufren la situación de indigencia no estén tan mal porque tienen un ingreso mínimo asegurado". Salvia señaló que la medición de pobreza "sirve para evaluar qué tanto las políticas económicas y sociales van resolviendo los problemas de desarrollo e inclusión".
El investigador del Observatorio de la Deuda Social estimó que los índices de indigencia en el país están entre "4 y 6 por ciento", mientras que los de pobreza "se ubican entre un 20 y 30 por ciento", dependiendo de cómo se los mida.
Salvia recordó que la forma más generalizada de medir pobreza en América Latina es por ingresos, fijando canastas mínimas alimentarias y canastas básicas totales.
"Desde 2007, cuando se hace la intervención al Indec, se altera la medición, el termómetro comienza a ser manipulado y a partir de 2013 tanto eran "no confiables' las estadísticas que el Gobierno decidió no medir más", aclaró.