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Los representantes argentinos para el Pequeño Premio Nobel

Jueves, 05 de marzo de 2015 00:00
Alegría, esperanza y mucho orgullo es lo que transmiten la escritora Laura Devetach y el ilustrador Diego Bianki, candidatos por la Argentina para el premio más importante en literatura infantil y juvenil, el Hans Christian Andersen, edición 2016.
El "Pequeño Premio Nobel", como también se conoce a este galardón internacional bianual, lo otorga la Organización Internacional del Libro Infantil y Juvenil (IBBY) como reconocimiento a la trayectoria y a la contribución perdurable de la obra de un autor vivo a la literatura destinada a niños y jóvenes.
El premio se entrega en dos categorías, autor e ilustrador, y para cada edición del premio los países miembro de la organización eligen a los candidatos que mejor los representan.
En Argentina la responsabilidad la tiene ALIJA, quien hace pocos días anunció las candidaturas.
"La verdad me sorprendió un poco la nominación, estaba olvidada del Anderson y sentí una sensación contradictoria, por un lado una gran alegría ante lo que significa un premio de este porte y por otro hay un poco de miedo debido a que implica un repaso de toda mi obra", sostuvo la autora santafesina en una entrevista con Télam.
"Mirar para atrás es un tanto difícil porque el camino es muy largo", recuerda quien el próximo año -cuando se entregue el premio- va a cumplir 80 años.
"En el medio de todo ese repaso no puedo olvidar que se encuentra la pérdida de mi esposo -el escritor Gustavo Roldán- que para mí fue muy fuerte. Fue mi compañero de toda mi vida en lo afectivo y en lo laboral. Caminamos mucho tiempo juntos y su muerte cambió mi vida".
La autora de Monigote en la arena, La torre de cubos (prohibida durante la dictadura militar), Picaflores de cola roja, Los derechos de los niños, Las 1001 del garbanzo peligroso y Secretos de un dedal, entre muchísimos otros, presentará por estos días un CD para chicos y grandes.
¿Tuviste que virar mucho en tu escritura por el cambio que realizaron los chicos en estos años? "No, en absoluto. Al comienzo costó mucho que entrara mi escritura porque hice propuestas que no tenían nada que ver con el campo infantil de aquel momento", recordó Devetach.
"Soy del interior (Reconquista, Santa Fe), estudié (Letras) en Córdoba y conté con una modalidad bastante espontánea de escritura, de hablar, anexé un lenguaje muy libre y cotidiano y muchas cosas que son regionales pero que en aquel momento no se usaban", afirmó.
"Fui la primera que trataba a los chicos de 'vos', en vez del 'tú' que imperaba en la época. Hasta en el Ministerio de Educación se llegó a discutir cómo tratar a los chicos", subrayó entre risas.
La autora de se ilusiona con el premio pero también admite que "tengo mis reparos, no creo que esté muy cerca, la última edición la ganó María Teresa Andruetto y esas cosas te hacen pensar que quizás lo repartan por otras tierras".
Cabe recordar que María Elena Walsh -varias veces candidatas al premio- recibió una mención honorífica en 1994.
Este premio -que lleva el nombre del escritor danés Hans Christian Andersen y tiene como patrona a su Majestad la reina Margarita II de Dinamarca- otorga a los ganadores una medalla de oro y un diploma que se entregan en el Congreso de IBBY que se celebra el mismo año del anuncio oficial; en esta oportunidad, será durante la realización del congreso en Santiago de Compostela, España, en el año 2016.
Más que feliz
El otro nominado por Argentina es el ilustrador y director de la editorial Pequeño Editor, Diego Bianki quien no ocultó su alegría a Télam: "estoy super contento por el reconocimiento en sí, eso ya es un premio!"
Con trabajos como "Una noche de luna llena", "Naríz de higo" y "Con la cabeza en la nubes", el maestro de dibujo, diseñador e ilustrador consideró que tiene por delante una gran responsabilidad al representar a nuestro país en este concierto internacional de la ilustración".
"Es una competencia muy importante y muy difícil -consideró- y, además, estoy feliz por la nominación de Laura Devetach, ya que admiro su trabajo como escritora, tallerista y editora. Es más, mi primer libro ilustrado lo publiqué en una colección que hizo ella junto a su marido. Es una gran honor compartir la nominación".
¿Qué querés transmitir con tu trabajo? "Cuando trabajo no solo pienso en los niños sino en los adultos que acompañan a los chicos en esta aventura de acercarse a un libro", reflexionó el ilustrador cuya obra se editó en países como Francia, Corea, Alemania, Bélgica, México, España y Brasil.
"Me interesa poder llegar a ese público que se vincula con el imaginario infantil y llegar con lo que estoy haciendo a las cosas que le dan curiosidad, a tocar su imaginario que creo que coincide con el mío -resaltó-.
No debemos olvidarnos que ese imaginario no es exclusivo de los niños, sino que nosotros también lo tenemos. Yo lo conservo y eso me ayuda a hacer mis propuestas editoriales".
Bianki, junto con la editora Ruth Kaufman y Raquel Franco, acaba de obtener el Premio Bologna Ragazzi Award 2015 en la categoría New Horizons por el libro "Abecedario", de la editorial que dirige.
Precisa que son 14 los jurados que debatirán el futuro del Andersen, pero "si bien es difícil, estoy trabajando fuertemente en el dossier que debo presentar el 20 de marzo con toda mi trayectoria, y eso significa que no pierdo las esperanzas".
Desde hace un tiempo a esta parte las ilustraciones juegan un papel preponderante en los libros del género, y los ilustradores no se quedan en simples trazos infantiles llenos de colores primarios, sino que las imágenes que acompañan al texto juegan con una amplia paleta de colores fuertes y personajes traídos más allá de la imaginación.

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Alegría, esperanza y mucho orgullo es lo que transmiten la escritora Laura Devetach y el ilustrador Diego Bianki, candidatos por la Argentina para el premio más importante en literatura infantil y juvenil, el Hans Christian Andersen, edición 2016.
El "Pequeño Premio Nobel", como también se conoce a este galardón internacional bianual, lo otorga la Organización Internacional del Libro Infantil y Juvenil (IBBY) como reconocimiento a la trayectoria y a la contribución perdurable de la obra de un autor vivo a la literatura destinada a niños y jóvenes.
El premio se entrega en dos categorías, autor e ilustrador, y para cada edición del premio los países miembro de la organización eligen a los candidatos que mejor los representan.
En Argentina la responsabilidad la tiene ALIJA, quien hace pocos días anunció las candidaturas.
"La verdad me sorprendió un poco la nominación, estaba olvidada del Anderson y sentí una sensación contradictoria, por un lado una gran alegría ante lo que significa un premio de este porte y por otro hay un poco de miedo debido a que implica un repaso de toda mi obra", sostuvo la autora santafesina en una entrevista con Télam.
"Mirar para atrás es un tanto difícil porque el camino es muy largo", recuerda quien el próximo año -cuando se entregue el premio- va a cumplir 80 años.
"En el medio de todo ese repaso no puedo olvidar que se encuentra la pérdida de mi esposo -el escritor Gustavo Roldán- que para mí fue muy fuerte. Fue mi compañero de toda mi vida en lo afectivo y en lo laboral. Caminamos mucho tiempo juntos y su muerte cambió mi vida".
La autora de Monigote en la arena, La torre de cubos (prohibida durante la dictadura militar), Picaflores de cola roja, Los derechos de los niños, Las 1001 del garbanzo peligroso y Secretos de un dedal, entre muchísimos otros, presentará por estos días un CD para chicos y grandes.
¿Tuviste que virar mucho en tu escritura por el cambio que realizaron los chicos en estos años? "No, en absoluto. Al comienzo costó mucho que entrara mi escritura porque hice propuestas que no tenían nada que ver con el campo infantil de aquel momento", recordó Devetach.
"Soy del interior (Reconquista, Santa Fe), estudié (Letras) en Córdoba y conté con una modalidad bastante espontánea de escritura, de hablar, anexé un lenguaje muy libre y cotidiano y muchas cosas que son regionales pero que en aquel momento no se usaban", afirmó.
"Fui la primera que trataba a los chicos de 'vos', en vez del 'tú' que imperaba en la época. Hasta en el Ministerio de Educación se llegó a discutir cómo tratar a los chicos", subrayó entre risas.
La autora de se ilusiona con el premio pero también admite que "tengo mis reparos, no creo que esté muy cerca, la última edición la ganó María Teresa Andruetto y esas cosas te hacen pensar que quizás lo repartan por otras tierras".
Cabe recordar que María Elena Walsh -varias veces candidatas al premio- recibió una mención honorífica en 1994.
Este premio -que lleva el nombre del escritor danés Hans Christian Andersen y tiene como patrona a su Majestad la reina Margarita II de Dinamarca- otorga a los ganadores una medalla de oro y un diploma que se entregan en el Congreso de IBBY que se celebra el mismo año del anuncio oficial; en esta oportunidad, será durante la realización del congreso en Santiago de Compostela, España, en el año 2016.
Más que feliz
El otro nominado por Argentina es el ilustrador y director de la editorial Pequeño Editor, Diego Bianki quien no ocultó su alegría a Télam: "estoy super contento por el reconocimiento en sí, eso ya es un premio!"
Con trabajos como "Una noche de luna llena", "Naríz de higo" y "Con la cabeza en la nubes", el maestro de dibujo, diseñador e ilustrador consideró que tiene por delante una gran responsabilidad al representar a nuestro país en este concierto internacional de la ilustración".
"Es una competencia muy importante y muy difícil -consideró- y, además, estoy feliz por la nominación de Laura Devetach, ya que admiro su trabajo como escritora, tallerista y editora. Es más, mi primer libro ilustrado lo publiqué en una colección que hizo ella junto a su marido. Es una gran honor compartir la nominación".
¿Qué querés transmitir con tu trabajo? "Cuando trabajo no solo pienso en los niños sino en los adultos que acompañan a los chicos en esta aventura de acercarse a un libro", reflexionó el ilustrador cuya obra se editó en países como Francia, Corea, Alemania, Bélgica, México, España y Brasil.
"Me interesa poder llegar a ese público que se vincula con el imaginario infantil y llegar con lo que estoy haciendo a las cosas que le dan curiosidad, a tocar su imaginario que creo que coincide con el mío -resaltó-.
No debemos olvidarnos que ese imaginario no es exclusivo de los niños, sino que nosotros también lo tenemos. Yo lo conservo y eso me ayuda a hacer mis propuestas editoriales".
Bianki, junto con la editora Ruth Kaufman y Raquel Franco, acaba de obtener el Premio Bologna Ragazzi Award 2015 en la categoría New Horizons por el libro "Abecedario", de la editorial que dirige.
Precisa que son 14 los jurados que debatirán el futuro del Andersen, pero "si bien es difícil, estoy trabajando fuertemente en el dossier que debo presentar el 20 de marzo con toda mi trayectoria, y eso significa que no pierdo las esperanzas".
Desde hace un tiempo a esta parte las ilustraciones juegan un papel preponderante en los libros del género, y los ilustradores no se quedan en simples trazos infantiles llenos de colores primarios, sino que las imágenes que acompañan al texto juegan con una amplia paleta de colores fuertes y personajes traídos más allá de la imaginación.