San Lorenzo dejó en el Nuevo Gasómetro tres puntos claves para su clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores por efecto de su ineficacia a la hora de concretar las clarísimas opciones de gol de que dispuso a lo largo del partido que finalmente terminó perdiendo injustamente por 1 a 0 ante Corinthians, de Brasil, por la segunda fecha del grupo 2 de la Copa Libertadores de la que es el vigente campeón.
Un gol del volante Elías a los 20 minutos del segundo tiempo dejó con las manos vacías a un equipo "azulgrana" que había hecho los merecimientos necesarios como para quedarse con la victoria.
Pero "nunca se dan puntos por merecimientos, sino por hacer más goles que el rival", sentenció en la semana el técnico sanlorencista Edgardo Bauza. Y esas "razones" que esgrimió el "Patón" en su momento fueron exactamente las mismas que le pudieron caber al partido contra los paulistas: ineficacia ofensiva y ausencia de pausas para provocar el error del adversario.
Porque seguramente esta madrugada ni Sebastián Blanco ni Mauro Matos podrán dormir después de las increíbles oportunidades de gol que desperdiciaron, en ambos casos a dos metros del arco adversario, de frente y con el arquero Cassio vencido.
Ese viejo axioma futbolero que dice que "los goles que se pierden en el arco de enfrente se pagan en el propio" volvió a cobrar forma con el grito de Elías.
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Un gol del volante Elías a los 20 minutos del segundo tiempo dejó con las manos vacías a un equipo "azulgrana" que había hecho los merecimientos necesarios como para quedarse con la victoria.
Pero "nunca se dan puntos por merecimientos, sino por hacer más goles que el rival", sentenció en la semana el técnico sanlorencista Edgardo Bauza. Y esas "razones" que esgrimió el "Patón" en su momento fueron exactamente las mismas que le pudieron caber al partido contra los paulistas: ineficacia ofensiva y ausencia de pausas para provocar el error del adversario.
Porque seguramente esta madrugada ni Sebastián Blanco ni Mauro Matos podrán dormir después de las increíbles oportunidades de gol que desperdiciaron, en ambos casos a dos metros del arco adversario, de frente y con el arquero Cassio vencido.
Ese viejo axioma futbolero que dice que "los goles que se pierden en el arco de enfrente se pagan en el propio" volvió a cobrar forma con el grito de Elías.