El espectáculo de Mataderos no prometía gran entretenimiento. El calor que invadió a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las limitaciones de los protagonistas eran argumentos concretos para imaginar un partido carente de grandes emociones.
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El espectáculo de Mataderos no prometía gran entretenimiento. El calor que invadió a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las limitaciones de los protagonistas eran argumentos concretos para imaginar un partido carente de grandes emociones.
Durante toda la primera etapa se dedicaron a un estudio mutuo, basado en pelotazos frontales, imprecisiones, y falta de creatividad ofensiva. Sin embargo, después del break que tuvieron para refrescarse, Godoy Cruz gestó la mejor ocasión para ponerse en ventaja.
Si bien el "Tomba" había amenazado con los disparos lejanos de Iván Bella, el propio volante se encargó de proyectarse por el sector izquierdo para buscar a Jaime Ayoví, quien cabeceó con potencia, pero sin dirección. Por lo tanto, a Alejandro Sánchez no le generó ningún esfuerzo quedarse con el balón.
Antes de que se vayan al descanso, los mendocinos capitalizaron la segunda chance con una gran asistencia de Juan Garro y un eficaz remate cruzado de Leandro Fernández. El 1 a 0 adverso no fue el único inconveniente para Nueva Chicago, dado que las prematuras modificaciones le brindaban pocas opciones a Omar Labruna para revertir el marcador.
El empate local pudo llegar en los pies de Matías De Federico. El ex Huracán, quien reemplazó aLihué Prichoda, se hizo cargo de un tiro libre, que se fue a centímetros del poste derecho deSebastián Moyano. Más allá del intento, el bodeguero se mostraba levemente superior.
La expulsión de Mauricio Arias ejemplificó el momento del "Torito": sin ideas, ni capacidades ofensivas, los dueños de casa se dedicaron a emplear la violencia como herramienta principal para intimidar a su rival.
Sin dudas, la pierna fuerte no fue suficiente para llegar al gol y la derrota volvió a sembrar dudas enMataderos. Sobre todo después de la sociedad ecuatoriana que derivó en el segundo tanto cuyano. Kevin Mercado fue el encargado de sellar el 2 a 0 definitivo y hundir a un elenco que todavía no es consciente de su estadía en el fútbol grande de la Argentina.