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Acusados declararon por el crimen de la gendarme

Martes, 14 de abril de 2015 00:00
Debate / El procesado Roberto González dio su versión de los hechos frente a los jueces del Tribunal.<div>
Con el testimonio de los cinco acusados comenzó el tan esperado juicio oral y público que se le sigue a los gendarmes Cristian Ariel Monje, Roberto Omar González, Diego Alberto Tapia, Agustín Ángel Castillo y Mario Antonio Olivares, acusados de asesinar y tratar de encubrir el crimen de Carola Elina Carretero.
El debate comenzó pasadas las 9 de ayer y terminó a las 14.45 donde sólo tres de los acusados (González, Monje y Olivares) decidieron declarar y relatar su versión de los hechos, mientras que los restantes (Castillo y Tapia) prefirieron no hacerlo y por ello el tribunal decidió que sus testimonios, formulados previamente ante la investigación de los hechos, fueran incorporados al juicio por lectura.
El debate se llevó a cabo en el segundo piso de tribunales y fue realizado ante el Tribunal Criminal 2 integrado por Luis Ernesto Kamada (presidente en trámite), Raúl Enrique Burgos y Humberto Mario González (habilitados).
Cabe recordar que Monje llegó acusado por el supuesto delito de "participación criminal secundaria de homicidio calificado", González por el supuesto delito de "homicidio calificado por alevosía", Diego Tapia y Castillo por el supuesto delito de "encubrimiento agravado", y Olivares por el supuesto delito de "falso testimonio".
Los gendarmes son defendidos técnicamente por los letrados Sergio Cappielo (González), Ricardo Vitellini (Monje), Joaquin Campos (Tapia y Castillo) y Marta Ramos (Olivares).
El debate se inició con lectura de la extensa requisitoria fiscal que fue leída por el secretario de cámara Alejandro Castagna, quien expresó textualmente los hechos que configuraron la acusación penal que pesa sobre cada uno de los acusados y que previo a este juicio fue elaborada por la investigación del caso.
Posterior a esto el tribunal preguntó a los acusados si deseaban declarar y de ahí que sólo los encartados González, Monje y Olivares, previo a consultar con sus defensores técnicos, respondieron afirmativamente que iban a prestar sus testimonios sobre los hechos.
De esa manera, luego de dirimir sobre algunos puntos procesales del juicio, objetados por el defensor Cappielo que a su vez fueron rechazados por el tribunal, los jueces solicitaron que González comenzara con su testimonio y para eso pidió que los demás enjuiciados fueran retirados del recinto.
"Carolina decía que yo la había matado"
El gendarme González comenzó su testimonio relatando lo que había hecho durante el 4 de marzo del 2005, brindando detalles sobre sus acciones durante ese día.
Sobre los hechos en sí, dijo que fueron el 5 de marzo del 2005 día en que fueron a bailar a Kolor Disco y que tipo 5.30 o 6 "me volví para casa". Debemos decir que el acusado convivía junto a Monje y Tapia en el domicilio ubicado sobre la calle Marinero Zarzoso 3193 del barrio Malvinas Argentinas, lugar donde ocurrió el crimen.
Siguiendo con su historia González dijo que al llegar a su casa "veo que la luz del comedor estaba prendida y que la puerta (principal que da a la calle) estaba entreabierta, por eso entré, me fui a la pieza y prendí la tele".
Luego de esto, el acusado dijo que subió para orinar, debido a que el único baño que tenía ese domicilio quedaba en la planta alta, y al salir "escuche un llanto, como el de una chica". Por eso es que "mire así y era Carolina que estaba ahí, le pregunte que pasaba y ella lloraba y no me daba bola". También recordó que "ella me decía que la dejara sola y en un momento se levantó y ví la almohada que tenía sangre". González también indicó "yo quería brindarle ayuda" y "cuando iba a salir veo un cinto amarillo al lado de la puerta", luego "bajé, sentí que ella cerró la puerta, subí otra vez, le golpeé la puerta y volví a bajar".
Todo esto habría ocurrido entre las 6 y las 8 de ese 5 de marzo del 2005 y por eso cuando promediaban las 10 de ese día, González dijo que el también acusado Tapia, "me despertó, tirandome agua por la ventana para que me despertara y le abriera la puerta". Seguido a esto recordó que Tapia y Castillo ingresaron al domicilio empujando la puerta principal y subieron a la planta alta, donde tenía la pieza Tapia y al rato, previo a que le preguntaran quién se encontraba en el baño, "siento un grito y Tapia bajó gritando que Carolina estaba colgada".
Ante eso dijo que se cambió velozmente y al subir vió cómo Tapia abría la puerta del baño de una "patada" y entre ambos bajaron el cuerpo de Carola Elina Carretero, quien encontraba pendiendo de un cinto que a su vez estaba atado a la ducha con la cara de frente a una de las paredes del baño. "La recostamos sobre el piso y Tapia bajó corriendo y llamó al Same y a Gendarmería", indicó el encartado.
Luego de esto recordó que llegó personal del Same, policial y una ambulancia de Gendarmería Nacional, en la que se encontraban los entonces jefes del Escuadrón 53 de Gendarmería Nacional en nuestra provincia, los comandantes De La Colina y Ramírez.
Una vez en la Dirección de Investigaciones, González dijo que Monje se sentó a su lado y "me dijo que él -por Monje- tenía un mensaje de texto de voz donde Carolina le decía que yo la había matado y se lo iba dar al jefe de la Brigada de Investigaciones". Después el acusado dijo que al salir de la Dirección de Investigaciones, el 6 de marzo del 2005, se fueron nuevamente al domicilio y "con nuestras manos limpiamos la casa, porque así nos dijeron los de la Brigada de Investigaciones".


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Con el testimonio de los cinco acusados comenzó el tan esperado juicio oral y público que se le sigue a los gendarmes Cristian Ariel Monje, Roberto Omar González, Diego Alberto Tapia, Agustín Ángel Castillo y Mario Antonio Olivares, acusados de asesinar y tratar de encubrir el crimen de Carola Elina Carretero.
El debate comenzó pasadas las 9 de ayer y terminó a las 14.45 donde sólo tres de los acusados (González, Monje y Olivares) decidieron declarar y relatar su versión de los hechos, mientras que los restantes (Castillo y Tapia) prefirieron no hacerlo y por ello el tribunal decidió que sus testimonios, formulados previamente ante la investigación de los hechos, fueran incorporados al juicio por lectura.
El debate se llevó a cabo en el segundo piso de tribunales y fue realizado ante el Tribunal Criminal 2 integrado por Luis Ernesto Kamada (presidente en trámite), Raúl Enrique Burgos y Humberto Mario González (habilitados).
Cabe recordar que Monje llegó acusado por el supuesto delito de "participación criminal secundaria de homicidio calificado", González por el supuesto delito de "homicidio calificado por alevosía", Diego Tapia y Castillo por el supuesto delito de "encubrimiento agravado", y Olivares por el supuesto delito de "falso testimonio".
Los gendarmes son defendidos técnicamente por los letrados Sergio Cappielo (González), Ricardo Vitellini (Monje), Joaquin Campos (Tapia y Castillo) y Marta Ramos (Olivares).
El debate se inició con lectura de la extensa requisitoria fiscal que fue leída por el secretario de cámara Alejandro Castagna, quien expresó textualmente los hechos que configuraron la acusación penal que pesa sobre cada uno de los acusados y que previo a este juicio fue elaborada por la investigación del caso.
Posterior a esto el tribunal preguntó a los acusados si deseaban declarar y de ahí que sólo los encartados González, Monje y Olivares, previo a consultar con sus defensores técnicos, respondieron afirmativamente que iban a prestar sus testimonios sobre los hechos.
De esa manera, luego de dirimir sobre algunos puntos procesales del juicio, objetados por el defensor Cappielo que a su vez fueron rechazados por el tribunal, los jueces solicitaron que González comenzara con su testimonio y para eso pidió que los demás enjuiciados fueran retirados del recinto.
"Carolina decía que yo la había matado"
El gendarme González comenzó su testimonio relatando lo que había hecho durante el 4 de marzo del 2005, brindando detalles sobre sus acciones durante ese día.
Sobre los hechos en sí, dijo que fueron el 5 de marzo del 2005 día en que fueron a bailar a Kolor Disco y que tipo 5.30 o 6 "me volví para casa". Debemos decir que el acusado convivía junto a Monje y Tapia en el domicilio ubicado sobre la calle Marinero Zarzoso 3193 del barrio Malvinas Argentinas, lugar donde ocurrió el crimen.
Siguiendo con su historia González dijo que al llegar a su casa "veo que la luz del comedor estaba prendida y que la puerta (principal que da a la calle) estaba entreabierta, por eso entré, me fui a la pieza y prendí la tele".
Luego de esto, el acusado dijo que subió para orinar, debido a que el único baño que tenía ese domicilio quedaba en la planta alta, y al salir "escuche un llanto, como el de una chica". Por eso es que "mire así y era Carolina que estaba ahí, le pregunte que pasaba y ella lloraba y no me daba bola". También recordó que "ella me decía que la dejara sola y en un momento se levantó y ví la almohada que tenía sangre". González también indicó "yo quería brindarle ayuda" y "cuando iba a salir veo un cinto amarillo al lado de la puerta", luego "bajé, sentí que ella cerró la puerta, subí otra vez, le golpeé la puerta y volví a bajar".
Todo esto habría ocurrido entre las 6 y las 8 de ese 5 de marzo del 2005 y por eso cuando promediaban las 10 de ese día, González dijo que el también acusado Tapia, "me despertó, tirandome agua por la ventana para que me despertara y le abriera la puerta". Seguido a esto recordó que Tapia y Castillo ingresaron al domicilio empujando la puerta principal y subieron a la planta alta, donde tenía la pieza Tapia y al rato, previo a que le preguntaran quién se encontraba en el baño, "siento un grito y Tapia bajó gritando que Carolina estaba colgada".
Ante eso dijo que se cambió velozmente y al subir vió cómo Tapia abría la puerta del baño de una "patada" y entre ambos bajaron el cuerpo de Carola Elina Carretero, quien encontraba pendiendo de un cinto que a su vez estaba atado a la ducha con la cara de frente a una de las paredes del baño. "La recostamos sobre el piso y Tapia bajó corriendo y llamó al Same y a Gendarmería", indicó el encartado.
Luego de esto recordó que llegó personal del Same, policial y una ambulancia de Gendarmería Nacional, en la que se encontraban los entonces jefes del Escuadrón 53 de Gendarmería Nacional en nuestra provincia, los comandantes De La Colina y Ramírez.
Una vez en la Dirección de Investigaciones, González dijo que Monje se sentó a su lado y "me dijo que él -por Monje- tenía un mensaje de texto de voz donde Carolina le decía que yo la había matado y se lo iba dar al jefe de la Brigada de Investigaciones". Después el acusado dijo que al salir de la Dirección de Investigaciones, el 6 de marzo del 2005, se fueron nuevamente al domicilio y "con nuestras manos limpiamos la casa, porque así nos dijeron los de la Brigada de Investigaciones".