Hillary Clinton, candidata a la
Casa Blanca y favorita para hacerse de la investidura demócrata, comenzó ayer su campaña para ganarse el corazón de los estadounidenses, mientras del lado republicano el senador de origen latino
Marco Rubio entró en la carrera primaria.
Un día después de anunciar su candidatura por redes sociales, la exprimera dama, senadora y secretaria de Estado de 67 años fue de
Nueva York a Iowa, donde hoy tendrá su primer acto oficial de campaña, una mesa redonda sobre educación en la pequeña ciudad de Monticello.
Sin grandes discursos ni fanfarria, Clinton, que se prepara desde hace meses para las presidenciales, tiene el objetivo de mostrar que ella cree merecer su investidura y que no la considera ya adquirida, aunque sea la favorita, tras su derrota en las primarias de 2008.
"Soy candidata a la presidencia", dijo una radiante Hillary en el video en el que lanzó su candidatura de poco más de dos minutos, donde ella aparece sólo al final, luego de testimonios de estadounidenses de clase media escogidos para ilustrar la diversidad del electorado demócrata: una joven madre, una pareja joven negra, dos hermanos hispanos, un par de hombres, otro par de mujeres, y un obrero. El video contrasta con su lanzamiento en 2007, cuando Clinton habló de la guerra en Irak y de la imagen de
Estados Unidos en el mundo. Ahora pretende hablar de la educación, la salud, o el poder adquisitivo, en decenas de foros y mesas redondas.
El video, lejos de definir un programa o una visión, está enteramente consagrado a la política económica y social, sin una palabra sobre política exterior, y se concentra en las esperanzas de la clase media.
Si bien es la amplia favorita dentro del Partido Demócrata, donde por ahora no tiene rival, tendrá que pelear por la victoria en las elecciones presidenciales de 2016.
Los sondeos nacionales le dan una pequeña ventaja sobre sus eventuales adversarios republicanos, pero las últimas encuestas muestran que tiene trabajo por hacer en estados clave como Virginia, Iowa o Colorado.
Hillary Clinton, candidata a la
Casa Blanca y favorita para hacerse de la investidura demócrata, comenzó ayer su campaña para ganarse el corazón de los estadounidenses, mientras del lado republicano el senador de origen latino
Marco Rubio entró en la carrera primaria.
Un día después de anunciar su candidatura por redes sociales, la exprimera dama, senadora y secretaria de Estado de 67 años fue de
Nueva York a Iowa, donde hoy tendrá su primer acto oficial de campaña, una mesa redonda sobre educación en la pequeña ciudad de Monticello.
Sin grandes discursos ni fanfarria, Clinton, que se prepara desde hace meses para las presidenciales, tiene el objetivo de mostrar que ella cree merecer su investidura y que no la considera ya adquirida, aunque sea la favorita, tras su derrota en las primarias de 2008.
"Soy candidata a la presidencia", dijo una radiante Hillary en el video en el que lanzó su candidatura de poco más de dos minutos, donde ella aparece sólo al final, luego de testimonios de estadounidenses de clase media escogidos para ilustrar la diversidad del electorado demócrata: una joven madre, una pareja joven negra, dos hermanos hispanos, un par de hombres, otro par de mujeres, y un obrero. El video contrasta con su lanzamiento en 2007, cuando Clinton habló de la guerra en Irak y de la imagen de
Estados Unidos en el mundo. Ahora pretende hablar de la educación, la salud, o el poder adquisitivo, en decenas de foros y mesas redondas.
El video, lejos de definir un programa o una visión, está enteramente consagrado a la política económica y social, sin una palabra sobre política exterior, y se concentra en las esperanzas de la clase media.
Si bien es la amplia favorita dentro del Partido Demócrata, donde por ahora no tiene rival, tendrá que pelear por la victoria en las elecciones presidenciales de 2016.
Los sondeos nacionales le dan una pequeña ventaja sobre sus eventuales adversarios republicanos, pero las últimas encuestas muestran que tiene trabajo por hacer en estados clave como Virginia, Iowa o Colorado.