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25 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Más testimonios y más contradicciones de testigos

Jueves, 16 de abril de 2015 00:00
Audiencia / Juicio oral y público por el crímen de Carola Elina Carretero. 
Atento a esto llegó el turno del comandante principal de Gendarmería Nacional, Carlos Oscar Castro, quien al momento de los hechos era jefe del "Centro de Reunión" que también integraba Carola Elina Carretero.
En este sentido aclaró que ese "Centro de Reunión", ubicado en el barrio Chijra de esta ciudad, no era otra cosa que un edificio donde funcionan los "Servicios de Inteligencia" de Gendarmería en la provincia.
Dijo que fue avisado de la muerte de Carretero, después de las 9 horas de ese 5 de marzo del 2005, y al enterarse le solicitó al gendarme José Ramón Sumariba que pidiera una patrulla, para que fueran hasta la vivienda de la calle Marinero Zarzoso.
Una vez allí relató "me bajé del patrullero, entré, subí las escaleras, veo el cuerpo, bajo y ví a un chico que me dijeron que era su novio".
Sobre este momento en la escena de los hechos Castro recordó que estuvo en ese domicilio "alrededor de una hora", luego dijo que estuvo hablando por teléfono con sus superiores para informarle sobre la muerte de Carretero.
Por otro lado confirmó que el día de su muerte Carretero no cumplía ninguna orden y no estaba trabajando en ningún caso, y aclaró que cuando se encontraba en ese domicilio no vio a otro gendarme y solo dijo que "en la punta del baño (donde estaba el cuerpo de Carretero) había un policía, estaba el policía y yo".
Recordó que junto al gendarme José Sumariba fueron hasta el domicilio de la madre de Carretero en el barrio Alto Comedero, donde se encontraron con los entonces jefes del destacamento, los comandantes De La Colina y Ramírez.
"Para mí, no fue suicidio"
El gendarme Eduardo Daniel Palomo, quien trabajaba con la víctima y quien llegó en el mismo horario que Castro, horas después de conocerse la muerte de Carretero, expresó contundentemente que al llegar a la escena de los hechos "el único que ingresó al baño de los dos (por el comandante Castro) fui yo".
Siguiendo con su relato Palomo contradijo al comandante Castro al indicar que al bajar del baño "me parece ver al comandante De La Colina o al segundo jefe del escuadrón en el comedor de la casa".
Por otro lado, el testigo tuvo que reconocer que al ver el cuerpo de Carretero se "quebró", "le tocó la frente y el pelo". Otro dato importante que le hicieron recordar a Palomo es que en la instrucción de los hechos le dijo a la madre de Carretero; "para mí, no fue suicidio".
"Yo fui solo con el chofer"
Como si eran pocas las contradicciones, el gendarme José Sumariba, quien acompañaba al comandante Castro al momento de la visita a la escena de los hechos, omitió haber ido con su superior y ante los jueces dijo que al enterarse de la muerte de Carretero fue solo y acompañado por un chofer de Gendarmería hasta el domicilio en cuestión.
El testigo también dijo que al llegar a la casa estaban los gendarmes acusados "Tapia, González y Castillo", agregando con muy seguro que los encartados "Monjes y Olivares llegaron como una hora después".
Pero rápidamente recayó en una falacia o contradicción al afirmar también que "estuve en la casa como entre 20 y 30 minutos", a lo que el juez Kamada le llamo la atención preguntandole "¿usted estuvo en la casa una hora o 30 minutos?".
Llamativamente Sumariba dijo "recuerdo que subí y había un policía, solo ví el cuerpo que estaba en el piso" y luego también negó que posterior a eso haya acompañado al comandante Castro hasta el domicilio de la madre de Carretero, contradiciendo el testimonio de su superior.
A esto siguió el también contradictorio testimonio del gendarme Daniel Campos. Finalmente declaró Silvio Trujillo, de la Dirección de Investigaciones de la Policía de Jujuy.
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Atento a esto llegó el turno del comandante principal de Gendarmería Nacional, Carlos Oscar Castro, quien al momento de los hechos era jefe del "Centro de Reunión" que también integraba Carola Elina Carretero.
En este sentido aclaró que ese "Centro de Reunión", ubicado en el barrio Chijra de esta ciudad, no era otra cosa que un edificio donde funcionan los "Servicios de Inteligencia" de Gendarmería en la provincia.
Dijo que fue avisado de la muerte de Carretero, después de las 9 horas de ese 5 de marzo del 2005, y al enterarse le solicitó al gendarme José Ramón Sumariba que pidiera una patrulla, para que fueran hasta la vivienda de la calle Marinero Zarzoso.
Una vez allí relató "me bajé del patrullero, entré, subí las escaleras, veo el cuerpo, bajo y ví a un chico que me dijeron que era su novio".
Sobre este momento en la escena de los hechos Castro recordó que estuvo en ese domicilio "alrededor de una hora", luego dijo que estuvo hablando por teléfono con sus superiores para informarle sobre la muerte de Carretero.
Por otro lado confirmó que el día de su muerte Carretero no cumplía ninguna orden y no estaba trabajando en ningún caso, y aclaró que cuando se encontraba en ese domicilio no vio a otro gendarme y solo dijo que "en la punta del baño (donde estaba el cuerpo de Carretero) había un policía, estaba el policía y yo".
Recordó que junto al gendarme José Sumariba fueron hasta el domicilio de la madre de Carretero en el barrio Alto Comedero, donde se encontraron con los entonces jefes del destacamento, los comandantes De La Colina y Ramírez.
"Para mí, no fue suicidio"
El gendarme Eduardo Daniel Palomo, quien trabajaba con la víctima y quien llegó en el mismo horario que Castro, horas después de conocerse la muerte de Carretero, expresó contundentemente que al llegar a la escena de los hechos "el único que ingresó al baño de los dos (por el comandante Castro) fui yo".
Siguiendo con su relato Palomo contradijo al comandante Castro al indicar que al bajar del baño "me parece ver al comandante De La Colina o al segundo jefe del escuadrón en el comedor de la casa".
Por otro lado, el testigo tuvo que reconocer que al ver el cuerpo de Carretero se "quebró", "le tocó la frente y el pelo". Otro dato importante que le hicieron recordar a Palomo es que en la instrucción de los hechos le dijo a la madre de Carretero; "para mí, no fue suicidio".
"Yo fui solo con el chofer"
Como si eran pocas las contradicciones, el gendarme José Sumariba, quien acompañaba al comandante Castro al momento de la visita a la escena de los hechos, omitió haber ido con su superior y ante los jueces dijo que al enterarse de la muerte de Carretero fue solo y acompañado por un chofer de Gendarmería hasta el domicilio en cuestión.
El testigo también dijo que al llegar a la casa estaban los gendarmes acusados "Tapia, González y Castillo", agregando con muy seguro que los encartados "Monjes y Olivares llegaron como una hora después".
Pero rápidamente recayó en una falacia o contradicción al afirmar también que "estuve en la casa como entre 20 y 30 minutos", a lo que el juez Kamada le llamo la atención preguntandole "¿usted estuvo en la casa una hora o 30 minutos?".
Llamativamente Sumariba dijo "recuerdo que subí y había un policía, solo ví el cuerpo que estaba en el piso" y luego también negó que posterior a eso haya acompañado al comandante Castro hasta el domicilio de la madre de Carretero, contradiciendo el testimonio de su superior.
A esto siguió el también contradictorio testimonio del gendarme Daniel Campos. Finalmente declaró Silvio Trujillo, de la Dirección de Investigaciones de la Policía de Jujuy.