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Se dieron vuelta los roles en el ámbito sindical

Jueves, 16 de abril de 2015 00:00
Líderes sindicales / El camionero Hugo Moyano y el titular de la UOM, Antonio Caló.
Se recordará el día de ayer como un día en el que se dieron vuelta los papeles en el espectro sindical: a la misma hora que la UOM del hiperkirchnerista Antonio Caló amenazaba desde Mar del Plata con un paro de 36 horas para repudiar la actual política tributaria, las centrales opositoras de Hugo Moyano y de Luis Barrionuevo, reunidas en un Comité Central Confederal, resolvieron tomarse más tiempo antes de llamar a una nueva huelga nacional contra el Gobierno; actuando en línea con lo resuelto ayer por los gremios del transporte.
"Pedimos mandato para convocar a un paro en un mejor momento para accionar, que será cuando estemos unidas todas las organizaciones sindicales", cerró el plenario Barrionuevo, durante el que se llamó explícitamente a los trabajadores a no votar por el kirchnerismo en las próximas elecciones. El paro de 36 horas con el que había azuzado el dirigente gastronómico al fin de la última medida de fuerza, el 31 de marzo, quedó archivado sin mayores explicaciones.
La comandancia sindical evitó hablar de la profundización de un plan de lucha, pero se despachó a gusto contra la Presidente. La comandancia sindical evitó hablar de la profundización de un plan de lucha, pero se despachó a gusto contra la Presidente.
Como se esperaba en los últimos días, la comandancia sindical evitó hablar de la profundización de un plan de lucha, pero a cambio se despachó a gusto contra la Presidenta y varios de sus colaboradores, incluidos los candidatos presidenciales del Frente para la Victoria.
En el plenario sindical también opinaron sobre el supuesto fraude electoral en salta que denuncio Juan Carlos Romero. En el plenario sindical también opinaron sobre el supuesto fraude electoral en salta que denuncio Juan Carlos Romero.
De estos últimos el más vapuleado resultó ser Florencio Randazzo, por sus declaraciones sobre la continuidad del impuesto a las Ganancias en un imaginario gobierno suyo. "¿Cómo se puede ser tan servil?", preguntó Moyano a una platea con numerosas representaciones del sindicalismo del interior.
El "parlamento de los trabajadores" giró sobre un eje excluyente: el de la unidad del sindicalismo peronista que, debería concluir con la fundación de una CGT única.
Al calor de los discursos, Moyano, llevó la voz cantante, dijo que el llamado a la unificación gremial era apenas el primer paso de la unidad del peronismo y aún de la propia unidad de todos los argentinos. El camionero que dijo hablar "desde las entrañas del movimiento obrero", no se privó de pedirle al mundo del trabajo que use esa "arma letal que es el voto" para terminar con 12 años de administración K.
Fraude electoral
"Habrá que luchar también para que no hagan fraude como en Salta", apuntó el jefe de la CGT Azopardo, tomando por buena la denuncia del ex gobernador Juan Carlos Romero, quien salió a decir que estuvieron amañadas las recientes elecciones en esa provincia.
"Votemos por la decencia", abundó el ruralista Momo Venegas; a quien sus pares volvieron a tomar para la humorada por su inicial apoyo a Néstor Kirchner, allá lejos y hace tiempo. Como siempre, Moyano y Barrionuevo protagonizaron varios gags.
Moyano anunció que tiene lista una demanda contra la doctora Kirchner por la sangría que sufren en su recaudación las obras sociales sindicales. Pidió que se sumen a su plan otras organizaciones sindicales para tener más fuerza en la Justicia.
Según admite la propia Superintendencia de Salud, el Estado tiene una deuda con esas entidades de salud que araña hoy los 31 mil millones de pesos, fruto de un sistema de redistribución automática de los fondos con varios agujeros. El camionero directamente habló de "robo".
Barrionuevo aportó: "Nos hicieron pelito para la vieja".
Los asistentes al colmado salón Felipe Vallese expresaron unanimidad total sobre la necesidad de cerrar filas. Al debatir esa posibilidad, todavía en el aire, los discursos abundaron en citas y realizaciones de Juan Perón.
Contundente por donde se lo mire, el último paro fue puesto como ejemplo de eficacia y de coordinación entre distintas expresiones sindicales.
Fue saludado con una ovación el anuncio sobre un probable paro de la UOM, en protesta a la intransigencia oficial a actualizar el mínimo no imponible de Ganancias.
"Los apoyamos firmemente, basta de sometimiento compañero Caló", se escuchó.
Hacía mucho tiempo que no se pronunciaban palabras amables para el jefe de la CGT oficial en la calle Azopardo.
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Se recordará el día de ayer como un día en el que se dieron vuelta los papeles en el espectro sindical: a la misma hora que la UOM del hiperkirchnerista Antonio Caló amenazaba desde Mar del Plata con un paro de 36 horas para repudiar la actual política tributaria, las centrales opositoras de Hugo Moyano y de Luis Barrionuevo, reunidas en un Comité Central Confederal, resolvieron tomarse más tiempo antes de llamar a una nueva huelga nacional contra el Gobierno; actuando en línea con lo resuelto ayer por los gremios del transporte.
"Pedimos mandato para convocar a un paro en un mejor momento para accionar, que será cuando estemos unidas todas las organizaciones sindicales", cerró el plenario Barrionuevo, durante el que se llamó explícitamente a los trabajadores a no votar por el kirchnerismo en las próximas elecciones. El paro de 36 horas con el que había azuzado el dirigente gastronómico al fin de la última medida de fuerza, el 31 de marzo, quedó archivado sin mayores explicaciones.
La comandancia sindical evitó hablar de la profundización de un plan de lucha, pero se despachó a gusto contra la Presidente. La comandancia sindical evitó hablar de la profundización de un plan de lucha, pero se despachó a gusto contra la Presidente.
Como se esperaba en los últimos días, la comandancia sindical evitó hablar de la profundización de un plan de lucha, pero a cambio se despachó a gusto contra la Presidenta y varios de sus colaboradores, incluidos los candidatos presidenciales del Frente para la Victoria.
En el plenario sindical también opinaron sobre el supuesto fraude electoral en salta que denuncio Juan Carlos Romero. En el plenario sindical también opinaron sobre el supuesto fraude electoral en salta que denuncio Juan Carlos Romero.
De estos últimos el más vapuleado resultó ser Florencio Randazzo, por sus declaraciones sobre la continuidad del impuesto a las Ganancias en un imaginario gobierno suyo. "¿Cómo se puede ser tan servil?", preguntó Moyano a una platea con numerosas representaciones del sindicalismo del interior.
El "parlamento de los trabajadores" giró sobre un eje excluyente: el de la unidad del sindicalismo peronista que, debería concluir con la fundación de una CGT única.
Al calor de los discursos, Moyano, llevó la voz cantante, dijo que el llamado a la unificación gremial era apenas el primer paso de la unidad del peronismo y aún de la propia unidad de todos los argentinos. El camionero que dijo hablar "desde las entrañas del movimiento obrero", no se privó de pedirle al mundo del trabajo que use esa "arma letal que es el voto" para terminar con 12 años de administración K.
Fraude electoral
"Habrá que luchar también para que no hagan fraude como en Salta", apuntó el jefe de la CGT Azopardo, tomando por buena la denuncia del ex gobernador Juan Carlos Romero, quien salió a decir que estuvieron amañadas las recientes elecciones en esa provincia.
"Votemos por la decencia", abundó el ruralista Momo Venegas; a quien sus pares volvieron a tomar para la humorada por su inicial apoyo a Néstor Kirchner, allá lejos y hace tiempo. Como siempre, Moyano y Barrionuevo protagonizaron varios gags.
Moyano anunció que tiene lista una demanda contra la doctora Kirchner por la sangría que sufren en su recaudación las obras sociales sindicales. Pidió que se sumen a su plan otras organizaciones sindicales para tener más fuerza en la Justicia.
Según admite la propia Superintendencia de Salud, el Estado tiene una deuda con esas entidades de salud que araña hoy los 31 mil millones de pesos, fruto de un sistema de redistribución automática de los fondos con varios agujeros. El camionero directamente habló de "robo".
Barrionuevo aportó: "Nos hicieron pelito para la vieja".
Los asistentes al colmado salón Felipe Vallese expresaron unanimidad total sobre la necesidad de cerrar filas. Al debatir esa posibilidad, todavía en el aire, los discursos abundaron en citas y realizaciones de Juan Perón.
Contundente por donde se lo mire, el último paro fue puesto como ejemplo de eficacia y de coordinación entre distintas expresiones sindicales.
Fue saludado con una ovación el anuncio sobre un probable paro de la UOM, en protesta a la intransigencia oficial a actualizar el mínimo no imponible de Ganancias.
"Los apoyamos firmemente, basta de sometimiento compañero Caló", se escuchó.
Hacía mucho tiempo que no se pronunciaban palabras amables para el jefe de la CGT oficial en la calle Azopardo.