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29 de Marzo,  Jujuy, Argentina
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Desnudan el aparente armado de la escena

Viernes, 17 de abril de 2015 00:00
Juicio / Instancia de la cuarta audiencia que ayer sumó más testimonios. 
Un policía de la provincia declaró durante la audiencia de ayer y con sus testimonios generó controversias y suspicacias sobre el posible armado de la escena del crimen de la exgendarme Carola Elina Carretero, ocurrido el 5 de marzo del 2005 en una vivienda del barrio Malvinas Argentinas de esta ciudad.
Además, el Tribunal Criminal 2, integrado por Luis Ernesto Kamada (presidente de trámite), Raúl Burgos y Humberto González (habilitados), proporcionó a las partes una copia en soporte digital del audio del "mensaje de voz" que Carretero, previo a su muerte, "dejó" en el teléfono del acusado Cristian Ariel Monje.
Del mencionado mensaje surgiría la voz del acusado Roberto González, quien minutos antes del aparente crimen le dijo a Carretero expresiones como "abrí!... abrí!... subí!... subí! ... somos compañeros de trabajo".
Los jueces también proporcionaron a las partes del debate una copia digital donde se grabaron las imágenes de la "reconstrucción" del hecho.
Así fue que durante la cuarta audiencia de ayer se presentaron cinco de los ocho testigos que debían hacerlo, entre los cuales se encontraba el hermano de la víctima, la mejor amiga de la víctima, el novio de una amiga, un cabo primero de la Policía provincial y un cabo primero de Gendarmería Nacional.
El primero en presentarse fue Maximiliano Alustiza, hermano menor de la víctima, quien habló sobre la relación que mantenía con su hermana y también sobre las últimas horas que compartió con Carretero.
Seguido a éste le tocó el turno al testigo Diego Antonio Ríos, quien dijo ser amigo de Carretero y novio de su mejor amiga. Sobre los hechos dijo que se enteró de la muerte cuando se encontraba en Salta y "tomé un colectivo y volví al instante".
Por otro lado habló sobre la relación que mantenía el acusado Monje con Carretero y dijo que "el señor Monje era muy celoso y posesivo, tanto que él alejó a Carola de la amistad con mi señora".
Ante ésto el tribunal le preguntó cómo sabía de esta situación, a lo que el testigo dijo "yo lo presentía" y "nos dábamos cuenta".
Luego de este se presentó Marisol Alejandra Vergara, concubina del anterior testigo, y según ella, la "mejor amiga" de Carretero. "Ella -por Carretero- me dijo que estaba mal con el novio", expresó.
¿Carta de despedida?
Para la testigo, Monje "era muy celoso, era más chico en edad que ella y los chicos que vivían con él se burlaban de eso". También dijo que "la relación con Monje era conflictiva", nunca me dijo que la golpeaba, pero ella -por Carretero- aparecía con moretones" en su cuerpo.
También contó que "Monje al entrar al velorio lloraba y le decía a la madre -de la víctima- que el sabía por qué Carolina había hecho eso".
"El daba a entender que ella se había suicidado", dijo la testigo y agregó: "él también decía que tenía una carta y cuando se la pedíamos nos decía: después, después, después".
En este sentido la testigo dio a entender que la carta que el acusado Monje decía poseer, tenía escrito un mensaje que explicaba las causas de la muerte de Carretero.
Se debe señalar que hasta la fecha esa carta nunca apareció y el encartado Monje, durante la investigación de los hechos, negó su existencia.
Continuando con su relato Vergara dijo que después del velorio, es decir el lunes 7 de marzo del 2005, Monje "nos hizo escuchar un mensaje de voz y nos dijo que él sabía que Carolina no se había matado".
Por su parte el cabo primero de Gendarmería Nacional, Ricardo Osvaldo Amarilla, luego de ingresar al recinto y confirmar que conocía a todos los acusados, dijo que al momento del hecho alquilaba una vivienda próxima a la esquina de las calles Mejías y Pablo Arroyo, donde dijo que convivía "con el gendarme Ramírez y otro muchacho más".
De ahí que al preguntarle "¿qué sabía de los hechos juzgados?"" el cabo primero relató que "la noche anterior me había reunido con Monje, Olivares y otras dos chicas más que no recuerdo el nombre".
Luego dijo que llegó el acusado "González y media hora después, bajamos todos y Monje y Olivares se fueron por otro lado y nosotros con González compartimos el taxi y nos fuimos a un boliche".
Ante las preguntas de las partes, sobre dónde tomaba el colectivo para ir al puesto Purmamarca de Gendarmería, indicó que "cuando volvía de San Pedro o tomaba en la vieja terminal de ómnibus" o sino "en la YPF que está en la Savio".
Antes de finalizar las partes leyeron un pasaje de su anterior relato, ante la instrucción de los hechos, donde Amarilla dijo: "Como a las 5 o 5.15 (del día de los hechos) vi a González en la barra de Kolor" y "esa fue la última vez que lo vi".
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Un policía de la provincia declaró durante la audiencia de ayer y con sus testimonios generó controversias y suspicacias sobre el posible armado de la escena del crimen de la exgendarme Carola Elina Carretero, ocurrido el 5 de marzo del 2005 en una vivienda del barrio Malvinas Argentinas de esta ciudad.
Además, el Tribunal Criminal 2, integrado por Luis Ernesto Kamada (presidente de trámite), Raúl Burgos y Humberto González (habilitados), proporcionó a las partes una copia en soporte digital del audio del "mensaje de voz" que Carretero, previo a su muerte, "dejó" en el teléfono del acusado Cristian Ariel Monje.
Del mencionado mensaje surgiría la voz del acusado Roberto González, quien minutos antes del aparente crimen le dijo a Carretero expresiones como "abrí!... abrí!... subí!... subí! ... somos compañeros de trabajo".
Los jueces también proporcionaron a las partes del debate una copia digital donde se grabaron las imágenes de la "reconstrucción" del hecho.
Así fue que durante la cuarta audiencia de ayer se presentaron cinco de los ocho testigos que debían hacerlo, entre los cuales se encontraba el hermano de la víctima, la mejor amiga de la víctima, el novio de una amiga, un cabo primero de la Policía provincial y un cabo primero de Gendarmería Nacional.
El primero en presentarse fue Maximiliano Alustiza, hermano menor de la víctima, quien habló sobre la relación que mantenía con su hermana y también sobre las últimas horas que compartió con Carretero.
Seguido a éste le tocó el turno al testigo Diego Antonio Ríos, quien dijo ser amigo de Carretero y novio de su mejor amiga. Sobre los hechos dijo que se enteró de la muerte cuando se encontraba en Salta y "tomé un colectivo y volví al instante".
Por otro lado habló sobre la relación que mantenía el acusado Monje con Carretero y dijo que "el señor Monje era muy celoso y posesivo, tanto que él alejó a Carola de la amistad con mi señora".
Ante ésto el tribunal le preguntó cómo sabía de esta situación, a lo que el testigo dijo "yo lo presentía" y "nos dábamos cuenta".
Luego de este se presentó Marisol Alejandra Vergara, concubina del anterior testigo, y según ella, la "mejor amiga" de Carretero. "Ella -por Carretero- me dijo que estaba mal con el novio", expresó.
¿Carta de despedida?
Para la testigo, Monje "era muy celoso, era más chico en edad que ella y los chicos que vivían con él se burlaban de eso". También dijo que "la relación con Monje era conflictiva", nunca me dijo que la golpeaba, pero ella -por Carretero- aparecía con moretones" en su cuerpo.
También contó que "Monje al entrar al velorio lloraba y le decía a la madre -de la víctima- que el sabía por qué Carolina había hecho eso".
"El daba a entender que ella se había suicidado", dijo la testigo y agregó: "él también decía que tenía una carta y cuando se la pedíamos nos decía: después, después, después".
En este sentido la testigo dio a entender que la carta que el acusado Monje decía poseer, tenía escrito un mensaje que explicaba las causas de la muerte de Carretero.
Se debe señalar que hasta la fecha esa carta nunca apareció y el encartado Monje, durante la investigación de los hechos, negó su existencia.
Continuando con su relato Vergara dijo que después del velorio, es decir el lunes 7 de marzo del 2005, Monje "nos hizo escuchar un mensaje de voz y nos dijo que él sabía que Carolina no se había matado".
Por su parte el cabo primero de Gendarmería Nacional, Ricardo Osvaldo Amarilla, luego de ingresar al recinto y confirmar que conocía a todos los acusados, dijo que al momento del hecho alquilaba una vivienda próxima a la esquina de las calles Mejías y Pablo Arroyo, donde dijo que convivía "con el gendarme Ramírez y otro muchacho más".
De ahí que al preguntarle "¿qué sabía de los hechos juzgados?"" el cabo primero relató que "la noche anterior me había reunido con Monje, Olivares y otras dos chicas más que no recuerdo el nombre".
Luego dijo que llegó el acusado "González y media hora después, bajamos todos y Monje y Olivares se fueron por otro lado y nosotros con González compartimos el taxi y nos fuimos a un boliche".
Ante las preguntas de las partes, sobre dónde tomaba el colectivo para ir al puesto Purmamarca de Gendarmería, indicó que "cuando volvía de San Pedro o tomaba en la vieja terminal de ómnibus" o sino "en la YPF que está en la Savio".
Antes de finalizar las partes leyeron un pasaje de su anterior relato, ante la instrucción de los hechos, donde Amarilla dijo: "Como a las 5 o 5.15 (del día de los hechos) vi a González en la barra de Kolor" y "esa fue la última vez que lo vi".