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19 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Nuevo naufragio dejó más de 40 muertos

Viernes, 17 de abril de 2015 00:00
Rescate / Socorristas italianos reciben a inmigrantes africanos. 
Al menos 41 migrantes murieron ayer al naufragar su barcaza cuando intentaban cruzar el Mediterráneo para alcanzar las costas italianas, mientras que una riña supuestamente por motivos de fe religiosa acabó con 12 personas echadas por la borda, según las autoridades.
La situación se ha agravado debido a la situación de violencia en Libia, de donde zarpan buena parte de los africanos, quienes antes de partir estaban encerrados en campos para refugiados y fábricas abandonadas en pésimas condiciones.
Según declararon ayer cuatro sobrevivientes rescatados con avión por socorristas italianos, 41 inmigrantes desaparecieron durante el naufragio de una lancha neumática procedente de Libia.
Cristianos tirados por la borda
Por otro lado, la Policía italiana anunció que detuvo a 15 inmigrantes de origen africano y confesión musulmana a su llegada a Sicilia acusados de haber arrojado al mar a doce refugiados cristianos después de una pelea en la barcaza en la que intentaban entrar unos 100 africanos a Italia. "La pelea estalló por razones religiosas", precisó la Policía.
Se trata de un caso singular ya que los detenidos, provenientes de países como Senegal, Mali o Costa de Marfil, fueron acusados "de homicidio múltiple agravado por odio religioso", indicó la Policía en un comunicado.
La dramática travesía de los inmigrantes, provenientes de diferentes países de África, fue descrito en lágrimas por los supervivientes, quienes crearon una cadena humana para evitar ser arrojados al mar.
Unas mil personas, entre ellos varios menores de edad, llegaron ayer a varios puertos de Sicilia (sur), tras ser rescatados por la guardia costera italiana y la marina militar.
Se desconoce aún el paradero de 400 inmigrantes que naufragaron al parecer el domingo en el Mediterráneo, según contaron sobrevivientes que desembarcaron en Italia, interrogados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la ONG "Save the children". Algunos de esos sobrevivientes fueron trasladados a Calabria, otra región del sur de la península. Están enfermos y agotados tras la travesía, según Guiseppe Princi, de la asociación "Nuova Solidaritá", que garantiza una asistencia inicial.
"Se trata de una situación dramática, están traumatizados, durmieron en el piso en carpas", contó Princi.
Buena parte de ese grupo proviene de Somalia y Eritrea, son muy jóvenes, están muy sucios y algunos presentan heridas en las piernas, constató. Animados por las buenas condiciones climáticas, numerosos subsaharianos huyen de la pobreza y la guerra en sus países y arriesgan sus vidas cruzando el Mediterráneo en precarias condiciones.
Según el plan de las autoridades serán distribuidos en campos para refugiados de todo el país, de norte a sur, pese a las polémicas y negativas de dos gobernadores de regiones industrializadas que rechazan acogerlos.
"Rechazamos esa invasión, aquí no hay más lugar", declaró el gobernador de Lombardía.

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Al menos 41 migrantes murieron ayer al naufragar su barcaza cuando intentaban cruzar el Mediterráneo para alcanzar las costas italianas, mientras que una riña supuestamente por motivos de fe religiosa acabó con 12 personas echadas por la borda, según las autoridades.
La situación se ha agravado debido a la situación de violencia en Libia, de donde zarpan buena parte de los africanos, quienes antes de partir estaban encerrados en campos para refugiados y fábricas abandonadas en pésimas condiciones.
Según declararon ayer cuatro sobrevivientes rescatados con avión por socorristas italianos, 41 inmigrantes desaparecieron durante el naufragio de una lancha neumática procedente de Libia.
Cristianos tirados por la borda
Por otro lado, la Policía italiana anunció que detuvo a 15 inmigrantes de origen africano y confesión musulmana a su llegada a Sicilia acusados de haber arrojado al mar a doce refugiados cristianos después de una pelea en la barcaza en la que intentaban entrar unos 100 africanos a Italia. "La pelea estalló por razones religiosas", precisó la Policía.
Se trata de un caso singular ya que los detenidos, provenientes de países como Senegal, Mali o Costa de Marfil, fueron acusados "de homicidio múltiple agravado por odio religioso", indicó la Policía en un comunicado.
La dramática travesía de los inmigrantes, provenientes de diferentes países de África, fue descrito en lágrimas por los supervivientes, quienes crearon una cadena humana para evitar ser arrojados al mar.
Unas mil personas, entre ellos varios menores de edad, llegaron ayer a varios puertos de Sicilia (sur), tras ser rescatados por la guardia costera italiana y la marina militar.
Se desconoce aún el paradero de 400 inmigrantes que naufragaron al parecer el domingo en el Mediterráneo, según contaron sobrevivientes que desembarcaron en Italia, interrogados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la ONG "Save the children". Algunos de esos sobrevivientes fueron trasladados a Calabria, otra región del sur de la península. Están enfermos y agotados tras la travesía, según Guiseppe Princi, de la asociación "Nuova Solidaritá", que garantiza una asistencia inicial.
"Se trata de una situación dramática, están traumatizados, durmieron en el piso en carpas", contó Princi.
Buena parte de ese grupo proviene de Somalia y Eritrea, son muy jóvenes, están muy sucios y algunos presentan heridas en las piernas, constató. Animados por las buenas condiciones climáticas, numerosos subsaharianos huyen de la pobreza y la guerra en sus países y arriesgan sus vidas cruzando el Mediterráneo en precarias condiciones.
Según el plan de las autoridades serán distribuidos en campos para refugiados de todo el país, de norte a sur, pese a las polémicas y negativas de dos gobernadores de regiones industrializadas que rechazan acogerlos.
"Rechazamos esa invasión, aquí no hay más lugar", declaró el gobernador de Lombardía.

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