La presidente Cristina Fernández de Kirchner viajará hoy al mediodía a la Federación Rusa, invitada por su colega Vladimir Putin, con quien mantendrá un encuentro en el marco de una visita tendiente a profundizar los lazos comerciales.
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La presidente Cristina Fernández de Kirchner viajará hoy al mediodía a la Federación Rusa, invitada por su colega Vladimir Putin, con quien mantendrá un encuentro en el marco de una visita tendiente a profundizar los lazos comerciales.
La mandataria partirá alrededor del mediodía a bordo del avión presidencial Tango 01 desde el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery y tras un extenso viaje desarrollará su agenda de trabajo en Moscú los días miércoles 22 y jueves 23.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, confirmó que la visita de la jefa de Estado a Rusia "fundamentalmente es comercial", y que tendrá "la tarea de consolidar esa relación e incentivar las posibilidades que se presenten nuevas inversiones".
"Nuestro país es un lugar que atrae las inversiones", aseguró el jefe de ministros y en ese marco, destacó el anuncio de inversión de una automotriz para una nueva plataforma de fabricación de pick up en la Argentina. Al respecto, aseguró que "esos niveles de inversión se van a sostener y hay que consolidarlos".
El funcionario aclaró que la Presidente "viaja para poner esas cosas en el lugar que necesitamos los argentinos para seguir creciendo", al tiempo que recordó que Rusia ha realizado inversiones como en la central hidroeléctrica de Chihuidos, en Neuquén, y reiteró que "se busca incentivar nuevas inversiones".
Además, días atrás Cancillería indicó que "se prevé la firma de nuevos acuerdos" durante este nuevo encuentro entre los mandatarios.
Según fuentes de ambas cancillerías, esos nuevos acuerdos serán en materia de energía nuclear, comercio y cooperación técnico-militar, que podría incluir la compra de helicópteros rusos por parte de Argentina.
Y todo indica que el tema central de la visita será la firma de un acuerdo para la construcción de una central nuclear en Argentina por parte de la empresa estatal rusa Rosatom.
Por otro lado, Rusia tiene un gran interés en importar mayores volúmenes de productos alimentarios, sobre todo lácteos y carnes, para cubrir el déficit originado por el embargo a los alimentos procedentes de la Unión Europea y Estados Unidos.