Cinco avionetas confiscadas a narcotraficantes en Bolivia funcionarán desde hoy como ambulancias aéreas para el departamento amazónico de Beni, anunció ayer el presidente boliviano, Evo Morales.
El mandatario boliviano declaró en un discurso que las "narcoavionetas" tendrán finalmente una utilidad social y ya no se quedarán sin uso debido a los problemas judiciales que se suelen producir con bienes incautados a los implicados en el tráfico de drogas, tema recurrente en el país.
Las naves podrán actualmente realizar, con médicos a bordo, viajes desde Beni a las ciudades de La Paz, Cochabamba (centro) y Santa Cruz (este) y trasladar también a los familiares de los pacientes en situación vulnerable.
En lo que va del año, la fuerza antidroga ya habría decomisado siete avionetas a diferentes narcotraficantes y en todo 2014 se estima que fueron secuestradas al menos 16 naves.
Según las autoridades antidroga bolivianas, el mayor tránsito de esas avionetas con cocaína se produce entre Bolivia y Perú, que comparten una frontera de 1.047 kilómetros.
La legislación del Gobierno de Bolivia autoriza el derribo de avionetas del narcotráfico, pero esta normativa no ha podido ser aplicada hasta ahora debido a la ausencia de radares, una carencia que las autoridades nacionales han anunciado que solucionarán con la adquisición de equipos de Francia.
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El mandatario boliviano declaró en un discurso que las "narcoavionetas" tendrán finalmente una utilidad social y ya no se quedarán sin uso debido a los problemas judiciales que se suelen producir con bienes incautados a los implicados en el tráfico de drogas, tema recurrente en el país.
Las naves podrán actualmente realizar, con médicos a bordo, viajes desde Beni a las ciudades de La Paz, Cochabamba (centro) y Santa Cruz (este) y trasladar también a los familiares de los pacientes en situación vulnerable.
En lo que va del año, la fuerza antidroga ya habría decomisado siete avionetas a diferentes narcotraficantes y en todo 2014 se estima que fueron secuestradas al menos 16 naves.
Según las autoridades antidroga bolivianas, el mayor tránsito de esas avionetas con cocaína se produce entre Bolivia y Perú, que comparten una frontera de 1.047 kilómetros.
La legislación del Gobierno de Bolivia autoriza el derribo de avionetas del narcotráfico, pero esta normativa no ha podido ser aplicada hasta ahora debido a la ausencia de radares, una carencia que las autoridades nacionales han anunciado que solucionarán con la adquisición de equipos de Francia.