¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

19°
29 de Marzo,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Veinte años de prisión pero no irá a la cárcel

Miércoles, 29 de abril de 2015 00:00
Un hombre fue condenado ayer a 20 años de prisión por el crimen de su pareja, Fátima Catán, la joven embarazada que murió en 2010 por las quemaduras provocadas durante una pelea entre ambos, en su casa de la localidad bonaerense de Villa Fiorito, pero no irá a la cárcel.
La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de Lomas de Zamora, que el miércoles de la semana pasada ya había adelantado su veredicto condenatorio para Martín Santillán (36) por el delito de "homicidio simple en contexto de violencia familiar".
A pesar de la condena, los jueces Eduardo Bancheri, Marcos Martínez y Darío Segundo, decidieron que el hombre podrá continuar en prisión domiciliaria, con la que fue beneficiado hasta que el fallo quede firme en una instancia superior y citaron para hoy a las partes para brindarles los fundamentos de la sentencia.
La audiencia debía comenzar a las 12, pero, tal como ocurrió en el transcurso del debate, sufrió un retraso de más de una hora y fue entonces pasadas las 13 cuando permitieron el ingreso a la sala tanto de familiares de Santillán como de la madre y hermano de Fátima (24), Elsa Gerez y Nahuel Catán, junto con sus respectivos abogados patrocinantes.
Los Catán llegaron a los Tribunales acompañados por unas 200 personas, entre ellas allegados e integrantes de organizaciones sociales, aunque la mayoría debió permanecer en la explanada frente al edificio y a ninguna se le permitió entrar a escuchar la decisión de los jueces.
La detención de Santillán se concretó el 29 de agosto de 2012, dos años después del crimen. La detención de Santillán se concretó el 29 de agosto de 2012, dos años después del crimen.
Tampoco los medios de comunicación estuvieron autorizados a ingresar, por lo que el hermano de Fátima comunicó al público reunido frente a la puerta del TOC 4 que Santillán había sido condenado a 20 años de prisión.
La familia de la víctima y sus letrados, Gabriel Juricich y Alberto Palacios, fueron recibidos entre aplausos y abrazos, mientras que los familiares del condenado fueron retirados por otro sector por razones de seguridad. Catán relató a la prensa que dentro de la sala sólo estuvo el juez Bancheri, presidente del Tribunal, y que el condenado prefirió no presentarse.
"(Santillán) no estuvo, se retiró antes. Yo creo que él ya sabía lo que le esperaba y no le dio la cara para venir", dijo.
"Se hizo Justicia por Fátima. Era lo que esperábamos, quizás un poquito más (de años de pena), pero creo que veinte años es un gran logro", manifestó Nahuel, quien añadió que consideraba que con el fallo su hermana "va a estar en paz".
En el mismo sentido se expresó Juricich, quien manifestó que esperaba "el máximo de la pena", que para el delito de "homicidio" es de 25 años, pero que de todas formas creía que la sentencia "es un ejemplo para que ninguno más imite la actitud de Santillán".
El hecho ventilado en el juicio ocurrió el 18 de agosto de 2010, cuando Fátima y Santillán se encontraban en su vivienda de Murature 1628, en Villa Fiorito.
En esas circunstancias, la pareja mantuvo una discusión durante la cual ella sufrió quemaduras en su cuerpo que le provocaron la muerte tres días después.
La postura de la defensa de Santillán durante el juicio fue que la joven se había rociado a sí misma con alcohol mientras sostenía un encendedor prendido, que luego "accidentalmente" se aplicó la llama.
La defensa sostuvo incluso que él se arrojó sobre ella, que estaba en musculosa y ropa interior, con intenciones de apagar el fuego y que en esas circunstancias sufrió algunas quemaduras en ambos dedos pulgares y en la pierna izquierda.
Sin embargo, un estudio forense valorado por la parte acusadora reveló que por la forma de las quemaduras que tenía la víctima y por las propiedades de ese combustible, el foco ígneo tuvo que necesariamente ser acercado por otra persona.
Fátima sufrió quemaduras profundas, de tipo B, en la zona torácica y la zona posterior de sus manos, mientras que en las palmas y su cara presentaba quemaduras intermedias y superficial, respectivamente.
Otra de las cuestiones que denunciaron los acusadores durante el juicio es que el lugar donde se registró el hecho fue alterado y que el imputado o familiares se llevaron una cámara de seguridad que funcionaba en la casa de la pareja.
La investigación estuvo al principio estancada.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Un hombre fue condenado ayer a 20 años de prisión por el crimen de su pareja, Fátima Catán, la joven embarazada que murió en 2010 por las quemaduras provocadas durante una pelea entre ambos, en su casa de la localidad bonaerense de Villa Fiorito, pero no irá a la cárcel.
La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de Lomas de Zamora, que el miércoles de la semana pasada ya había adelantado su veredicto condenatorio para Martín Santillán (36) por el delito de "homicidio simple en contexto de violencia familiar".
A pesar de la condena, los jueces Eduardo Bancheri, Marcos Martínez y Darío Segundo, decidieron que el hombre podrá continuar en prisión domiciliaria, con la que fue beneficiado hasta que el fallo quede firme en una instancia superior y citaron para hoy a las partes para brindarles los fundamentos de la sentencia.
La audiencia debía comenzar a las 12, pero, tal como ocurrió en el transcurso del debate, sufrió un retraso de más de una hora y fue entonces pasadas las 13 cuando permitieron el ingreso a la sala tanto de familiares de Santillán como de la madre y hermano de Fátima (24), Elsa Gerez y Nahuel Catán, junto con sus respectivos abogados patrocinantes.
Los Catán llegaron a los Tribunales acompañados por unas 200 personas, entre ellas allegados e integrantes de organizaciones sociales, aunque la mayoría debió permanecer en la explanada frente al edificio y a ninguna se le permitió entrar a escuchar la decisión de los jueces.
La detención de Santillán se concretó el 29 de agosto de 2012, dos años después del crimen. La detención de Santillán se concretó el 29 de agosto de 2012, dos años después del crimen.
Tampoco los medios de comunicación estuvieron autorizados a ingresar, por lo que el hermano de Fátima comunicó al público reunido frente a la puerta del TOC 4 que Santillán había sido condenado a 20 años de prisión.
La familia de la víctima y sus letrados, Gabriel Juricich y Alberto Palacios, fueron recibidos entre aplausos y abrazos, mientras que los familiares del condenado fueron retirados por otro sector por razones de seguridad. Catán relató a la prensa que dentro de la sala sólo estuvo el juez Bancheri, presidente del Tribunal, y que el condenado prefirió no presentarse.
"(Santillán) no estuvo, se retiró antes. Yo creo que él ya sabía lo que le esperaba y no le dio la cara para venir", dijo.
"Se hizo Justicia por Fátima. Era lo que esperábamos, quizás un poquito más (de años de pena), pero creo que veinte años es un gran logro", manifestó Nahuel, quien añadió que consideraba que con el fallo su hermana "va a estar en paz".
En el mismo sentido se expresó Juricich, quien manifestó que esperaba "el máximo de la pena", que para el delito de "homicidio" es de 25 años, pero que de todas formas creía que la sentencia "es un ejemplo para que ninguno más imite la actitud de Santillán".
El hecho ventilado en el juicio ocurrió el 18 de agosto de 2010, cuando Fátima y Santillán se encontraban en su vivienda de Murature 1628, en Villa Fiorito.
En esas circunstancias, la pareja mantuvo una discusión durante la cual ella sufrió quemaduras en su cuerpo que le provocaron la muerte tres días después.
La postura de la defensa de Santillán durante el juicio fue que la joven se había rociado a sí misma con alcohol mientras sostenía un encendedor prendido, que luego "accidentalmente" se aplicó la llama.
La defensa sostuvo incluso que él se arrojó sobre ella, que estaba en musculosa y ropa interior, con intenciones de apagar el fuego y que en esas circunstancias sufrió algunas quemaduras en ambos dedos pulgares y en la pierna izquierda.
Sin embargo, un estudio forense valorado por la parte acusadora reveló que por la forma de las quemaduras que tenía la víctima y por las propiedades de ese combustible, el foco ígneo tuvo que necesariamente ser acercado por otra persona.
Fátima sufrió quemaduras profundas, de tipo B, en la zona torácica y la zona posterior de sus manos, mientras que en las palmas y su cara presentaba quemaduras intermedias y superficial, respectivamente.
Otra de las cuestiones que denunciaron los acusadores durante el juicio es que el lugar donde se registró el hecho fue alterado y que el imputado o familiares se llevaron una cámara de seguridad que funcionaba en la casa de la pareja.
La investigación estuvo al principio estancada.