El Gobierno boliviano trabajó para despejar un poco la ruta, quedando transitable la mayor parte afectada, salvo unos 100 metros con curvas donde solo se puede pasar caminando o en un vehículo pequeño.
La necesidad de viajar de un lado a otro, ya sea por razones de salud, trabajo, estudios, cobro de sueldos en Orán, visita a familiares, hace que muchas personas pongan en peligro su vida, intentando cruzar el sector donde los derrumbes aún continúan.
El duro relato
"Fue el momento más aterrador de mi vida. Intentamos cruzar con amigos en un auto pequeño, el primer intento falló porque vimos que comenzó a caer tierra, luego de algunas horas volvimos a intentarlo y cuando comenzamos a pasar creí que nos caíamos al fondo del barranco, no quería mirar. Fueron minutos, pero para mí transcurrieron como horas, no sé si lo volvería a hacer, pero debo regresar el lunes, ruego que se normalice o esté mucho mejor", expresó Cristina, quién cruzó para estar junto a su nieta durante una operación que deben realizarle en Tucumán.
Mientras un auto pasa hay muchos que miran atentos la maniobra del conductor, pero si algo sale mal, no hay nada que pudieran hacer. Los derrumbes continúan por lo que cada tanto, personal boliviano vuelve a abrir ese angosto camino. "Un grupo de personas intentaron atravesarlo caminando, cuando estaban cerca de la mitad comenzó a caer tierra y piedras, regresaron corriendo, envueltos en polvo y con gritos de terror. Así estamos cruzando mientras todo está tranquilo rogando que nada pase, porque cuando un auto comienza a cruzar no hay marcha atrás", expresó Cristina.
Desde hace algunos años, vecinos toldeños comenzaron a pedir con insistencia un camino alternativo que evite pasar por Bolivia, debido a que durante el año son varias las oportunidades en las cuales se quedan aislados, no tanto por culpa de los derrumbes, sino por los cortes de ruta que realizan los ciudadanos bolivianos, cuando tienen conflictos sociales.
Fuente: Tribuno de Salta
El Gobierno boliviano trabajó para despejar un poco la ruta, quedando transitable la mayor parte afectada, salvo unos 100 metros con curvas donde solo se puede pasar caminando o en un vehículo pequeño.
La necesidad de viajar de un lado a otro, ya sea por razones de salud, trabajo, estudios, cobro de sueldos en Orán, visita a familiares, hace que muchas personas pongan en peligro su vida, intentando cruzar el sector donde los derrumbes aún continúan.
El duro relato
"Fue el momento más aterrador de mi vida. Intentamos cruzar con amigos en un auto pequeño, el primer intento falló porque vimos que comenzó a caer tierra, luego de algunas horas volvimos a intentarlo y cuando comenzamos a pasar creí que nos caíamos al fondo del barranco, no quería mirar. Fueron minutos, pero para mí transcurrieron como horas, no sé si lo volvería a hacer, pero debo regresar el lunes, ruego que se normalice o esté mucho mejor", expresó Cristina, quién cruzó para estar junto a su nieta durante una operación que deben realizarle en Tucumán.
Mientras un auto pasa hay muchos que miran atentos la maniobra del conductor, pero si algo sale mal, no hay nada que pudieran hacer. Los derrumbes continúan por lo que cada tanto, personal boliviano vuelve a abrir ese angosto camino. "Un grupo de personas intentaron atravesarlo caminando, cuando estaban cerca de la mitad comenzó a caer tierra y piedras, regresaron corriendo, envueltos en polvo y con gritos de terror. Así estamos cruzando mientras todo está tranquilo rogando que nada pase, porque cuando un auto comienza a cruzar no hay marcha atrás", expresó Cristina.
Desde hace algunos años, vecinos toldeños comenzaron a pedir con insistencia un camino alternativo que evite pasar por Bolivia, debido a que durante el año son varias las oportunidades en las cuales se quedan aislados, no tanto por culpa de los derrumbes, sino por los cortes de ruta que realizan los ciudadanos bolivianos, cuando tienen conflictos sociales.
Fuente: Tribuno de Salta