El abandono de las garitas de paradas de colectivos urbanos ubicadas al final de la calle Párroco Marske preocupa a los vecinos. Además de la destrucción de los refugios que deberían servir a los vecinos que esperan el colectivo, los altos pastos son una amenaza para los transeúntes que pueden encontrarse con alimañas o malvivientes escondidos en ellos.
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El abandono de las garitas de paradas de colectivos urbanos ubicadas al final de la calle Párroco Marske preocupa a los vecinos. Además de la destrucción de los refugios que deberían servir a los vecinos que esperan el colectivo, los altos pastos son una amenaza para los transeúntes que pueden encontrarse con alimañas o malvivientes escondidos en ellos.
Un lector del Tribuno de Jujuy envió a través de whatsapp una imagen que gráfica la situación. Indican que en Párroco Marske al 3000 los pastizales y el abandono de las garitas es una situación habitual.