La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó ayer que la "lucha por la recuperación" de la empresa estatal Petrobras, sumergida en un grave escándalo de corrupción, "está en curso" y aseguró que los grandes recursos petroleros marinos del país seguirán garantizando los avances educativos sin ser alcanzados por el ajuste fiscal en marcha.
Durante la ceremonia en la que asumió su cargo el nuevo ministro de Educación, el prestigioso filósofo Renato Janine Ribeiro, Rousseff afirmó que "lo que está en juego en esa lucha en defensa de Petrobras y por el control del "presal' (los yacimientos marinos de petróleo), es la soberanía (nacional), el futuro del país y el futuro de la educación".
La mandataria recordó los planes de su gobierno de destinar al área educativa el 75% de las regalías del "presal", como se conoce a los enormes yacimientos de hidrocarburos descubiertos por Petrobras en aguas profundas del Atlántico, frente a las costas del sureste del país.
"Garantizo que la necesidad imperiosa de promover ajustes en la economía no afectarán los programas esenciales y estructurales del Ministerio de Educación", declaró Rousseff, quien reseñó que el lema de la segunda gestión que comenzó el pasado 1 de enero es "Una Patria Educadora". La mandataria brasileña explicó que, apoyada en este lema, fue que escogió como nuevo ministro de esa área a Janine Ribeiro.
"No es coincidencia que, a medida que crece la producción del presal, resurjan algunas voces que defienden la modificación del marco regulatorio que asegura al pueblo brasileño retener una parte de las riquezas. No nos podemos engañar: lo que está en disputa es la forma de explotación de ese patrimonio y quien se queda con la mayor parte", declaró la mandataria brasileña.
El mensaje de Rousseff llega en momentos en que sectores de la oposición buscan cambios en el modelo de reparto de la riqueza petrolera en el subsuelo marino. Recientemente, el senador socialdemócrata José Serra presentó un proyecto para que se abandone la obligatoriedad de que Petrobras esté presente en todos los pozos del "presal" como operadora de los consorcios.
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La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó ayer que la "lucha por la recuperación" de la empresa estatal Petrobras, sumergida en un grave escándalo de corrupción, "está en curso" y aseguró que los grandes recursos petroleros marinos del país seguirán garantizando los avances educativos sin ser alcanzados por el ajuste fiscal en marcha.
Durante la ceremonia en la que asumió su cargo el nuevo ministro de Educación, el prestigioso filósofo Renato Janine Ribeiro, Rousseff afirmó que "lo que está en juego en esa lucha en defensa de Petrobras y por el control del "presal' (los yacimientos marinos de petróleo), es la soberanía (nacional), el futuro del país y el futuro de la educación".
La mandataria recordó los planes de su gobierno de destinar al área educativa el 75% de las regalías del "presal", como se conoce a los enormes yacimientos de hidrocarburos descubiertos por Petrobras en aguas profundas del Atlántico, frente a las costas del sureste del país.
"Garantizo que la necesidad imperiosa de promover ajustes en la economía no afectarán los programas esenciales y estructurales del Ministerio de Educación", declaró Rousseff, quien reseñó que el lema de la segunda gestión que comenzó el pasado 1 de enero es "Una Patria Educadora". La mandataria brasileña explicó que, apoyada en este lema, fue que escogió como nuevo ministro de esa área a Janine Ribeiro.
"No es coincidencia que, a medida que crece la producción del presal, resurjan algunas voces que defienden la modificación del marco regulatorio que asegura al pueblo brasileño retener una parte de las riquezas. No nos podemos engañar: lo que está en disputa es la forma de explotación de ese patrimonio y quien se queda con la mayor parte", declaró la mandataria brasileña.
El mensaje de Rousseff llega en momentos en que sectores de la oposición buscan cambios en el modelo de reparto de la riqueza petrolera en el subsuelo marino. Recientemente, el senador socialdemócrata José Serra presentó un proyecto para que se abandone la obligatoriedad de que Petrobras esté presente en todos los pozos del "presal" como operadora de los consorcios.