La exministra de Economía Felisa Miceli aseguró ayer que está "aliviada de no ir a la cárcel", tras se condenada a la pena de "tres años de prisión condicional" por el hallazgo en su despacho de una bolsa con 100 mil pesos y más de 30 mil dólares, en junio de 2007.
"Cometí un error al haber llevado el dinero", admitió la exfuncionaria kirchnerista al referirse a la bolsa con efectivo hallada en su despacho, pero ratificó que -según su opinión- la Justicia no pudo demostrar que incurrió en un delito.
En ese sentido, la economista, que ahora se dedica a la actividad privada, se lamentó: "Lo que yo siempre busqué fue demostrar mi inocencia, eso no ocurrió; en ese sentido las cosas siguen como están".
A Miceli se la encontró culpable de "encubrimiento" por el origen del dinero -del cual ella intentó justificar sin éxito que había sido un préstamo de un hermano actualmente fallecido- y de la destrucción del acta policial en el cual se dejó constancia durante una inspección de rutina de lo encontrado en su despacho.
Al condenarla, el tribunal tuvo en cuenta como atenuantes "la ausencia de antecedentes penales" de Miceli y que "no hubo perjuicio patrimonial para el Estado" en el hecho, en tanto que tomó como agravantes "su grado de participación, y que no tenía dificultad alguna para ganarse sus sustento propio".
"Yo no puedo ser encubridora, como se me acusa, de cometer un delito de la financiera Cuenca contra la misma financiera. Ese delito no está determinado en la justicia. Los directivos (de la firma) no fueron procesados porque no se cometió delito", señaló la exfuncionaria.
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La exministra de Economía Felisa Miceli aseguró ayer que está "aliviada de no ir a la cárcel", tras se condenada a la pena de "tres años de prisión condicional" por el hallazgo en su despacho de una bolsa con 100 mil pesos y más de 30 mil dólares, en junio de 2007.
"Cometí un error al haber llevado el dinero", admitió la exfuncionaria kirchnerista al referirse a la bolsa con efectivo hallada en su despacho, pero ratificó que -según su opinión- la Justicia no pudo demostrar que incurrió en un delito.
En ese sentido, la economista, que ahora se dedica a la actividad privada, se lamentó: "Lo que yo siempre busqué fue demostrar mi inocencia, eso no ocurrió; en ese sentido las cosas siguen como están".
A Miceli se la encontró culpable de "encubrimiento" por el origen del dinero -del cual ella intentó justificar sin éxito que había sido un préstamo de un hermano actualmente fallecido- y de la destrucción del acta policial en el cual se dejó constancia durante una inspección de rutina de lo encontrado en su despacho.
Al condenarla, el tribunal tuvo en cuenta como atenuantes "la ausencia de antecedentes penales" de Miceli y que "no hubo perjuicio patrimonial para el Estado" en el hecho, en tanto que tomó como agravantes "su grado de participación, y que no tenía dificultad alguna para ganarse sus sustento propio".
"Yo no puedo ser encubridora, como se me acusa, de cometer un delito de la financiera Cuenca contra la misma financiera. Ese delito no está determinado en la justicia. Los directivos (de la firma) no fueron procesados porque no se cometió delito", señaló la exfuncionaria.