PURMAMARCA (Corresponsal) El fin de semana la comunidad indígena de Chalala vivió con gran devoción sus fiestas patronales en honor a la Virgen de Luján, como así también la VII edición del Encuentro de Samilantes denominado "Suristinkuna". Las actividades estuvieron muy bien organizadas por todos los integrantes de la comunidad, que como en cada año se destacan en todas las festividades, encuentros y festejos que realizan.
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PURMAMARCA (Corresponsal) El fin de semana la comunidad indígena de Chalala vivió con gran devoción sus fiestas patronales en honor a la Virgen de Luján, como así también la VII edición del Encuentro de Samilantes denominado "Suristinkuna". Las actividades estuvieron muy bien organizadas por todos los integrantes de la comunidad, que como en cada año se destacan en todas las festividades, encuentros y festejos que realizan.
En las primeras horas del viernes se cumplieron los actos protocolares, en tanto que por la tarde se llevaron a cabo juegos recreativos y cerca de las 20 dio inicio la santa misa con la presencia de las bandas de sikuris.
"La cuarteada", una costumbre ancestral de los pueblos de la Quebrada, tuvo lugar luego de la procesión. Al ritmo de los instrumentos de la zona los vecinos tironearon los cuartos (carne de cordero), para después ofrecerlos a su patrona.
El "Suristinkuna"
El sábado por la mañana continuaron las festividades con las palabras de bienvenida de la orientadora general Isabel Vilte, quién se encargó de recibir a todos los visitantes de las comunidades vecinas como Purmamarca, La Ciénaga, Patacal, El Molino, Lipán y de otros lugares que llegaron a participa del VII Encuentro de Samilantes como las localidades de Abra Pampa, Tilcara, Los Toros y San Antonio de Pives.
La celebración de la misa fue alrededor de las 10.30 con la presencia de la imagen de la virgen que estuvo acompañada también por los sikuris para la procesión por las calles del pueblo. Inmediatamente fue el pasaje cultural y luego de ello se compartió un almuerzo comunitario.
Por la tarde con la presencia de los integrantes del Fortín Gaucho "El Orejano", se realizó un patio criollo y finalmente cerca de las 17 el encuentro de samilantes, que en esta edición homenajeó a Pedro Mamaní, de San Antonio de Pives, quien desde los 12 años aprendió la danza por la enseñanza de sus padres y abuelos. Hoy con más de 60 años, ansía que sus hijos y nietos continúen con la tradición de su pueblo.