Dos hombres fueron detenidos como acusados de dedicarse al robo de datos de tarjeta de débito con la modalidad conocida como "pescadores" en cajeros automáticos de la localidad bonaerense de Ramos Mejía.
Los detenidos tienen 26 y 41 años, según informó ayer la policía.
Según informaron fuentes policiales, los sospechosos fueron arrestados por policías del Comando de Patrullas Comunal (CPC) de La Matanza en la sala de cajeros de la sucursal del Banco Provincia situada en Belgrano 28, en Ramos Mejía.
Tras los arrestos, se incautó del interior de un auto que habrían utilizado los delincuentes cintas adhesivas, tijeras y ganchos, que eran usados para "pescar" las tarjetas de débitos que de manera deliberada se quedaban atascadas en los cajeros.
Un jefe policial explicó que la sofisticada forma de actuar de los delincuentes para materializar el robo de la identidad de las tarjetas: "Cuando queda retenida en la boca del cajero ingresa al sector un hombre que le ofrece ayuda al cliente. Entonces generalmente se comunican por intermedio de su propio teléfono celular con otro sujeto que dice ser empleado del Banco", indicó el oficial.
"Al llegar ese segundo hombre, que es cómplice, le solicitan a la víctima todos sus datos personales y la clave alfanumérica de su tarjeta para cancelarla. Entonces le dicen que se retire y que se quede tranquila. Al retirarse, ingresan a la caja de ahorro del estafado y le roban", explicó.
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Dos hombres fueron detenidos como acusados de dedicarse al robo de datos de tarjeta de débito con la modalidad conocida como "pescadores" en cajeros automáticos de la localidad bonaerense de Ramos Mejía.
Los detenidos tienen 26 y 41 años, según informó ayer la policía.
Según informaron fuentes policiales, los sospechosos fueron arrestados por policías del Comando de Patrullas Comunal (CPC) de La Matanza en la sala de cajeros de la sucursal del Banco Provincia situada en Belgrano 28, en Ramos Mejía.
Tras los arrestos, se incautó del interior de un auto que habrían utilizado los delincuentes cintas adhesivas, tijeras y ganchos, que eran usados para "pescar" las tarjetas de débitos que de manera deliberada se quedaban atascadas en los cajeros.
Un jefe policial explicó que la sofisticada forma de actuar de los delincuentes para materializar el robo de la identidad de las tarjetas: "Cuando queda retenida en la boca del cajero ingresa al sector un hombre que le ofrece ayuda al cliente. Entonces generalmente se comunican por intermedio de su propio teléfono celular con otro sujeto que dice ser empleado del Banco", indicó el oficial.
"Al llegar ese segundo hombre, que es cómplice, le solicitan a la víctima todos sus datos personales y la clave alfanumérica de su tarjeta para cancelarla. Entonces le dicen que se retire y que se quede tranquila. Al retirarse, ingresan a la caja de ahorro del estafado y le roban", explicó.