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19 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Gesta heroica del pueblo kolla

Sabado, 16 de mayo de 2015 00:00
<div>MALONEROS PARTÍAN DESDE ABRA PAMPA A BUENOS AIRES &nbsp;</div><div>
El 15 de mayo de 1946 desde las comunidades de Queta, Tinate, Miraflores, Abra Pampa, entre otras de la Puna jujeña, San Andrés de la nueva Oran y Santa Cruz en las serranías del Zenta, partió una caravana con destino a Buenos Aires para reclamar al entonces presidente, el general Perón la devolución de sus territorios que injustamente habían sido usurpados por terceros. Llevaban una carta donde se formalizaba la petición.
La caravana duro 84 días, teniendo que recorrer 2.425 kilómetros, pasando frío, calor, hambre, sed, cruzando ríos de noche y a veces teniendo que dormir a la intemperie; llevaban burros en los que transportaban alimentos y abrigos. El contingente total alcanzaba los 174 kollas.
La primera parte del sueño estaba cumplida, el Malón pisaba la Plaza de Mayo. Una comitiva ingresó a la Casa Rosada para entrevistarse con el presidente. Del grupo de los kollas los funcionarios seleccionaron dos mujeres y un hombre que portaban la bandera argentina.
Entregado el sobre lacrado donde pedían la escrituración de sus territorios y con la promesa verbal de Perón de conceder lo solicitado los kollas se retiraron de la Casa Rosada.
El aposento destinado para albergar a los maloneros fue el Hotel de los Inmigrantes.
La Cámara de Diputados intentó salir de su inacción presentando un proyecto de resolución para que el Poder Ejecutivo informara sobre la tenencia y distribución de las tierras que se encontraban en el poder del fisco nacional, provincial y de particulares. Sin embargo agosto acababa mal; llevaban 23 días en Buenos Aires sin novedades. Para colmo la última semana permanecieron confinados en el hotel, con guardias armados, sin poder entrar ni salir.
El 28 de agosto les comunicaron que debían alistar sus cosas para trasladarse a un nuevo alojamiento y en la madrugada del día siguiente mientras los kollas dormían, las tropas irrumpieron dentro de las habitaciones, fueron directamente al dormitorio de las mujeres y comenzaron a sacarlas a la rastra. Semejante atropello dio por tierra con la estrategia de los varones que habían amontonado algunos camastros contra las puertas para impedir el paso de las tropas.
Los kollas se resistieron al desalojo exigiendo la presencia de Perón. Afuera en una vía secundaria que llegaba hasta las inmediaciones del hotel aguardaban los dos vagones de carga para trasladarlos hasta Abra Pampa, sin títulos, sin nada.
Los indios regresaron custodiados para que no pudiesen descender antes a su lejano destino: Abra Pampa. De todas maneras tres de ellos consiguieron arrojarse del tren en movimiento arriesgando su vida, en las inmediaciones de Retiro cuando el tren no había adquirido velocidad rompiendo las ventanas, con la esperanza de hablar con el presidente Perón y exigirle los títulos de los territorios puneños. Lo lograron.

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El 15 de mayo de 1946 desde las comunidades de Queta, Tinate, Miraflores, Abra Pampa, entre otras de la Puna jujeña, San Andrés de la nueva Oran y Santa Cruz en las serranías del Zenta, partió una caravana con destino a Buenos Aires para reclamar al entonces presidente, el general Perón la devolución de sus territorios que injustamente habían sido usurpados por terceros. Llevaban una carta donde se formalizaba la petición.
La caravana duro 84 días, teniendo que recorrer 2.425 kilómetros, pasando frío, calor, hambre, sed, cruzando ríos de noche y a veces teniendo que dormir a la intemperie; llevaban burros en los que transportaban alimentos y abrigos. El contingente total alcanzaba los 174 kollas.
La primera parte del sueño estaba cumplida, el Malón pisaba la Plaza de Mayo. Una comitiva ingresó a la Casa Rosada para entrevistarse con el presidente. Del grupo de los kollas los funcionarios seleccionaron dos mujeres y un hombre que portaban la bandera argentina.
Entregado el sobre lacrado donde pedían la escrituración de sus territorios y con la promesa verbal de Perón de conceder lo solicitado los kollas se retiraron de la Casa Rosada.
El aposento destinado para albergar a los maloneros fue el Hotel de los Inmigrantes.
La Cámara de Diputados intentó salir de su inacción presentando un proyecto de resolución para que el Poder Ejecutivo informara sobre la tenencia y distribución de las tierras que se encontraban en el poder del fisco nacional, provincial y de particulares. Sin embargo agosto acababa mal; llevaban 23 días en Buenos Aires sin novedades. Para colmo la última semana permanecieron confinados en el hotel, con guardias armados, sin poder entrar ni salir.
El 28 de agosto les comunicaron que debían alistar sus cosas para trasladarse a un nuevo alojamiento y en la madrugada del día siguiente mientras los kollas dormían, las tropas irrumpieron dentro de las habitaciones, fueron directamente al dormitorio de las mujeres y comenzaron a sacarlas a la rastra. Semejante atropello dio por tierra con la estrategia de los varones que habían amontonado algunos camastros contra las puertas para impedir el paso de las tropas.
Los kollas se resistieron al desalojo exigiendo la presencia de Perón. Afuera en una vía secundaria que llegaba hasta las inmediaciones del hotel aguardaban los dos vagones de carga para trasladarlos hasta Abra Pampa, sin títulos, sin nada.
Los indios regresaron custodiados para que no pudiesen descender antes a su lejano destino: Abra Pampa. De todas maneras tres de ellos consiguieron arrojarse del tren en movimiento arriesgando su vida, en las inmediaciones de Retiro cuando el tren no había adquirido velocidad rompiendo las ventanas, con la esperanza de hablar con el presidente Perón y exigirle los títulos de los territorios puneños. Lo lograron.