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Reducir la ingesta de sal beneficia a la salud

Domingo, 17 de mayo de 2015 00:00
HIPERTENSIÓN ARTERIAL / REPRESENTA LA PRINCIPAL CAUSA DE MUERTE EN EL PAÍS.
El consumo excesivo de sal, fuertemente arraigado en la Argentina, está estrechamente vinculado con el desarrollo de la hipertensión arterial (HTA), uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, enfermedad renal y daño cerebral.
Por tal motivo, los especialistas destacaron la importancia de adoptar pequeños cambios en los hábitos alimentarios que pueden ser útiles para revertir esta situación.
En el marco del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, que se conmemora hoy, la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (Saha) y el Centro de estudios sobre Políticas y Economías de la Alimentación (Cepea) dieron a conocer el informe "Costumbres de un ComenSal", sobre los hábitos de los argentinos acerca de los alimentos ricos en sodio, que fue presentado en el XXII Congreso Argentino de Hipertensión Arterial, llevado a cabo en San Miguel de Tucumán.
"Un estudio de estas características nos permitió contrastar el consumo de alimentos en la Argentina con percepciones y el conocimiento que la población tiene sobre esos alimentos, en este caso, referidos al consumo de sodio y su impacto en la dieta", afirmó Felipe Inserra, médico nefrólogo y expresidente de la Saha.
Se fijó el 17 de Mayo como Día Mundial de la HTA, para crear conciencia y fomentar los estilos de vida saludables. Se fijó el 17 de Mayo como Día Mundial de la enfermedad, para crear conciencia y fomentar los estilos de vida saludables.
Según datos del Ministerio de Salud, en promedio, los argentinos ingieren 11,2 gramos de sal por día, lo que equivale casi a una docena de sobrecitos de sal por día, cuando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 5 gramos de sal por día.
Por tal motivo, Saha y Cepea llamaron a tomar conciencia de cuánto sodio se consume y a reconocer que si se realizan pequeños cambios en las costumbres, que representen una disminución significativa en la ingesta de sodio, "es posible generar un enorme beneficio a la salud".
Es importante prestar atención a la sal proveniente de los alimentos, aquella que no se agrega con el salero ni al cocinar, pero que se incorpora en la elaboración de alimentos manufacturados. Sin que se advierta, el pan, las galletitas representan buena parte de la ingesta diaria de sodio de la dieta de los argentinos, sin contabilizar la que aporte el agregado de sal en la mesa. Reduciendo esta cantidad y frecuencia de consumo de pan, embutidos y fiambres, aderezos y quesos, pueden reducirse hasta un 45 por ciento la ingesta de sal diaria.

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El consumo excesivo de sal, fuertemente arraigado en la Argentina, está estrechamente vinculado con el desarrollo de la hipertensión arterial (HTA), uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, enfermedad renal y daño cerebral.
Por tal motivo, los especialistas destacaron la importancia de adoptar pequeños cambios en los hábitos alimentarios que pueden ser útiles para revertir esta situación.
En el marco del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, que se conmemora hoy, la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (Saha) y el Centro de estudios sobre Políticas y Economías de la Alimentación (Cepea) dieron a conocer el informe "Costumbres de un ComenSal", sobre los hábitos de los argentinos acerca de los alimentos ricos en sodio, que fue presentado en el XXII Congreso Argentino de Hipertensión Arterial, llevado a cabo en San Miguel de Tucumán.
"Un estudio de estas características nos permitió contrastar el consumo de alimentos en la Argentina con percepciones y el conocimiento que la población tiene sobre esos alimentos, en este caso, referidos al consumo de sodio y su impacto en la dieta", afirmó Felipe Inserra, médico nefrólogo y expresidente de la Saha.
Se fijó el 17 de Mayo como Día Mundial de la HTA, para crear conciencia y fomentar los estilos de vida saludables. Se fijó el 17 de Mayo como Día Mundial de la enfermedad, para crear conciencia y fomentar los estilos de vida saludables.
Según datos del Ministerio de Salud, en promedio, los argentinos ingieren 11,2 gramos de sal por día, lo que equivale casi a una docena de sobrecitos de sal por día, cuando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 5 gramos de sal por día.
Por tal motivo, Saha y Cepea llamaron a tomar conciencia de cuánto sodio se consume y a reconocer que si se realizan pequeños cambios en las costumbres, que representen una disminución significativa en la ingesta de sodio, "es posible generar un enorme beneficio a la salud".
Es importante prestar atención a la sal proveniente de los alimentos, aquella que no se agrega con el salero ni al cocinar, pero que se incorpora en la elaboración de alimentos manufacturados. Sin que se advierta, el pan, las galletitas representan buena parte de la ingesta diaria de sodio de la dieta de los argentinos, sin contabilizar la que aporte el agregado de sal en la mesa. Reduciendo esta cantidad y frecuencia de consumo de pan, embutidos y fiambres, aderezos y quesos, pueden reducirse hasta un 45 por ciento la ingesta de sal diaria.