Inmersos en un profundo dolor, incomprensión y congoja ayer fue sepultado en Perico, Emanuel Ortega. Sus familiares fueron acompañados por miles de personas que fueron testigos de una de las jornadas más tristes de la ciudad.
Muchas imágenes estremecieron y dejaron con un nudo en la garganta en la despedida del joven futbolista. La que más marcó fue ver a una de sus hermanas aferrada, en todo momento, a los botines de fútbol con los cuales jugaba el "Facha", fue la mejor interpretación del homenaje, ya que él mismo escribió hace dos años en las redes sociales que su vida era el fútbol y que prefería morir cuando no pudiera jugar más.
El cuerpo del infortunado jugador había arribado en la noche del viernes al aeropuerto "Horacio Guzmán" donde cientos de personas lo esperaron con banderas y cantos, mostrando el apoyo a la familia.
Luego la caravana pasó por la casa de sus abuelos, en el barrio Santa Rosa, y de ahí hasta el microestadio de Talleres, donde miles de personas esperaron. Entre ellas, amigos, compañeros de las divisiones inferiores de Talleres, de las escuelas de fútbol de la ciudad, el plantel de Talleres, jugadores de Banfield y San Martín de Burzaco.
También autoridades locales, provinciales, nacionales de distintos sectores, el presidente de Banfield, Eduardo Spinosa, el secretario general de Futbolistas Agremiados, Sergio Marchi.
Emanuel Ortega fue un gran chico, siempre atento y prometiendo a todos volver para tomar unos mates, diciendo que él quería llegar a lo más alto para ayudar a que su padre no trabaje más y estar siempre al lado de su madre.
El padre Víctor Acchura ofició la misa de despedida en el mediodía sabatino, tratando de dar consuelo a sus familiares, luego emprendieron la marcha final hasta el cementerio San José.
Previamente pasaron por su casa, en el barrio El Milagro, en donde pasó su niñez y en cuyas veredas, calles y el "Poli"donde empezó a conocer la pasión por la pelota de fútbol, en los "picaditos" con sus entonces amiguitos y vecinitos, soñando con jugar para siempre a la pelota, ellos recordarán siempre al "Facha", como muchos, como todo Perico.
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Inmersos en un profundo dolor, incomprensión y congoja ayer fue sepultado en Perico, Emanuel Ortega. Sus familiares fueron acompañados por miles de personas que fueron testigos de una de las jornadas más tristes de la ciudad.
Muchas imágenes estremecieron y dejaron con un nudo en la garganta en la despedida del joven futbolista. La que más marcó fue ver a una de sus hermanas aferrada, en todo momento, a los botines de fútbol con los cuales jugaba el "Facha", fue la mejor interpretación del homenaje, ya que él mismo escribió hace dos años en las redes sociales que su vida era el fútbol y que prefería morir cuando no pudiera jugar más.
El cuerpo del infortunado jugador había arribado en la noche del viernes al aeropuerto "Horacio Guzmán" donde cientos de personas lo esperaron con banderas y cantos, mostrando el apoyo a la familia.
Luego la caravana pasó por la casa de sus abuelos, en el barrio Santa Rosa, y de ahí hasta el microestadio de Talleres, donde miles de personas esperaron. Entre ellas, amigos, compañeros de las divisiones inferiores de Talleres, de las escuelas de fútbol de la ciudad, el plantel de Talleres, jugadores de Banfield y San Martín de Burzaco.
También autoridades locales, provinciales, nacionales de distintos sectores, el presidente de Banfield, Eduardo Spinosa, el secretario general de Futbolistas Agremiados, Sergio Marchi.
Emanuel Ortega fue un gran chico, siempre atento y prometiendo a todos volver para tomar unos mates, diciendo que él quería llegar a lo más alto para ayudar a que su padre no trabaje más y estar siempre al lado de su madre.
El padre Víctor Acchura ofició la misa de despedida en el mediodía sabatino, tratando de dar consuelo a sus familiares, luego emprendieron la marcha final hasta el cementerio San José.
Previamente pasaron por su casa, en el barrio El Milagro, en donde pasó su niñez y en cuyas veredas, calles y el "Poli"donde empezó a conocer la pasión por la pelota de fútbol, en los "picaditos" con sus entonces amiguitos y vecinitos, soñando con jugar para siempre a la pelota, ellos recordarán siempre al "Facha", como muchos, como todo Perico.