Los incidentes generaron la reacción de las autoridades locales y nacionales que pidieron "aislar y sancionar" a los "idiotas violentos", causantes del "caos" que empañó la jornada.
Apenas horas después de que el primer ministros italiano,
Matteo Renzi, dejara inaugurada la muestra, que se extenderá hasta el 31 de octubre próximo, grupos de manifestantes contrarios a la Exposición y, enrolados en el denominado "Black Block", lanzaron piedras y bombas molotov contra negocios céntricos, en los alrededores de la Via De Amicis, en pleno centro milanés, bajo la consigna "No Expo".
Autos prendidos fuego, vidrieras rotas y decenas de manifestantes encapuchados repitiendo consignas antiglobalización fueron parte de la "furia que devastó Milán", según la describió el sitio del diario La Reppublica, y que obligó a la Policía a desplegar 2.200 efectivos antidisturbios, informó Corriere della Sera, de los que había 11 heridos al finalizar los disturbios.
Pese al operativo de prevención que había anunciado el ministro del Interior italiano con más de 3.700 efectivos para proteger unos 490 objetivos sensibles en Milán, luego de continuar con los desmanes por las calles céntricas, comenzaron a lanzar piedras y petardos contra los policías en la calle Magenta.
Las cadenas de televisión locales difundieron en directo imágenes de los destrozos provocados con macetas volcadas, muros pintados, puertas y ventanas reventadas y numerosos vehículos en llamas.
"Condeno la violencia contra un evento que tiene como objetivo alimentar al planeta, la lucha contra el hambre y la malnutrición y un orden mundial basado en una mayor equidad entre los países ricos y los países en desarrollo", aseguró ayer el presidente de Italia, Sergio Matasella, en una nota difundida por la presidencia.
Matasella condenó "la violencia" de los manifestantes contrarios a la Expo Milán y pidió que "los responsables sean llevados ante la Justicia lo antes posible". "El verdadero rostro de Milán es positivo y noble. El mensaje de la obra, el orgullo y los valores procedentes de la Expo no puede ser y no será insultado por violentos y estos cobardes encapuchados", condenó el presidente italiano.
Mientras que el alcalde de
Milán, Giuliano Pisapia, aseguró que movilizan inmediatamente "todas las fuerzas para limpiar y arreglar lo antes posible las zonas afectadas" por los disturbios, producidos por el grupo opositor. "Aislar, identificar, sancionar y sin peros a los criminales que asolan Milán", lanzó el alcalde, quien aclaró que el espectáculo previsto para la noche en la céntrica Scala de Milán se realizaría para culminar con la inauguración de la Expo, que se extenderá hasta el 31 de octubre.
Los incidentes generaron la reacción de las autoridades locales y nacionales que pidieron "aislar y sancionar" a los "idiotas violentos", causantes del "caos" que empañó la jornada.
Apenas horas después de que el primer ministros italiano,
Matteo Renzi, dejara inaugurada la muestra, que se extenderá hasta el 31 de octubre próximo, grupos de manifestantes contrarios a la Exposición y, enrolados en el denominado "Black Block", lanzaron piedras y bombas molotov contra negocios céntricos, en los alrededores de la Via De Amicis, en pleno centro milanés, bajo la consigna "No Expo".
Autos prendidos fuego, vidrieras rotas y decenas de manifestantes encapuchados repitiendo consignas antiglobalización fueron parte de la "furia que devastó Milán", según la describió el sitio del diario La Reppublica, y que obligó a la Policía a desplegar 2.200 efectivos antidisturbios, informó Corriere della Sera, de los que había 11 heridos al finalizar los disturbios.
Pese al operativo de prevención que había anunciado el ministro del Interior italiano con más de 3.700 efectivos para proteger unos 490 objetivos sensibles en Milán, luego de continuar con los desmanes por las calles céntricas, comenzaron a lanzar piedras y petardos contra los policías en la calle Magenta.
Las cadenas de televisión locales difundieron en directo imágenes de los destrozos provocados con macetas volcadas, muros pintados, puertas y ventanas reventadas y numerosos vehículos en llamas.
"Condeno la violencia contra un evento que tiene como objetivo alimentar al planeta, la lucha contra el hambre y la malnutrición y un orden mundial basado en una mayor equidad entre los países ricos y los países en desarrollo", aseguró ayer el presidente de Italia, Sergio Matasella, en una nota difundida por la presidencia.
Matasella condenó "la violencia" de los manifestantes contrarios a la Expo Milán y pidió que "los responsables sean llevados ante la Justicia lo antes posible". "El verdadero rostro de Milán es positivo y noble. El mensaje de la obra, el orgullo y los valores procedentes de la Expo no puede ser y no será insultado por violentos y estos cobardes encapuchados", condenó el presidente italiano.
Mientras que el alcalde de
Milán, Giuliano Pisapia, aseguró que movilizan inmediatamente "todas las fuerzas para limpiar y arreglar lo antes posible las zonas afectadas" por los disturbios, producidos por el grupo opositor. "Aislar, identificar, sancionar y sin peros a los criminales que asolan Milán", lanzó el alcalde, quien aclaró que el espectáculo previsto para la noche en la céntrica Scala de Milán se realizaría para culminar con la inauguración de la Expo, que se extenderá hasta el 31 de octubre.