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Monja denuncia presiones del PP para silenciarla

Jueves, 21 de mayo de 2015 00:00
SOR LUCÍA CARAM
Una monja dominicana-argentina muy conocida en España por sus críticas al gobierno del derechista Partido Popular (PP) dijo ayer que nadie la obligará a callar, luego de denunciar que el presidente Mariano Rajoy, en plena campaña electoral, presionó al Vaticano para silenciarla.
"No van a conseguir callarme porque tengo un compromiso con el Evangelio y los pobres", aseguró Sor Lucía Caram, en una entrevista.
Nacida en Tucumán en 1966, Sor Lucía lleva varios años viviendo en Cataluña, donde se forjó la fama de monja combativa y comprometida con los más desfavorecidos y castigados por las políticas neoliberales del Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Desde los programas de televisión que frecuenta y en las redes sociales, en Twitter tiene más de 186.000 seguidores, la mediática hermana de la comunidad de Manresa, de Barcelona, se convirtió en uno de los principales azotes del gobierno del PP.
Y su activismo político la llevó el pasado viernes a Roma "no porque me llamaran a capítulo", para ser apercibida, sino "para explicar las presiones que recibí del gobierno y los llamados al silencio desde la Nunciatura", la embajada de la Santa Sede en España, explicó la monja argentina en su entrevista.
Medios españoles han afirmado que las populares monjas Sor Lucía y Teresa Forcades, otra religiosa que evalúa "colgar los hábitos" temporalmente para encabezar una candidatura soberanista en los comicios catalanes de septiembre, "preocupan" al Vaticano porque sus actividades políticas no serían compatibles con la vida monástica.
Caram lo negó precisamente luego de participar junto al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y el presidente catalán, Artur Mas, de un debate en el marco de la campaña de Convergencia i Unió (CiU) para las elecciones municipales del domingo.
La monja, que no oculta su simpatía con Mas y CiU así como critica a Podemos, insistió ayer en que se trasladó a la Santa Sede con la intención de denunciar las presiones del Ejecutivo de Rajoy y de grupos ultraderechistas españoles que "piden su cabeza" y pretenden que deje de hacer su trabajo que es "defender a los más pobres". "Yo no estoy militando en ningún partido, no estoy haciendo campaña, no cobro de nadie y esto me da una gran libertad para hablar", insistió Caram.

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Una monja dominicana-argentina muy conocida en España por sus críticas al gobierno del derechista Partido Popular (PP) dijo ayer que nadie la obligará a callar, luego de denunciar que el presidente Mariano Rajoy, en plena campaña electoral, presionó al Vaticano para silenciarla.
"No van a conseguir callarme porque tengo un compromiso con el Evangelio y los pobres", aseguró Sor Lucía Caram, en una entrevista.
Nacida en Tucumán en 1966, Sor Lucía lleva varios años viviendo en Cataluña, donde se forjó la fama de monja combativa y comprometida con los más desfavorecidos y castigados por las políticas neoliberales del Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Desde los programas de televisión que frecuenta y en las redes sociales, en Twitter tiene más de 186.000 seguidores, la mediática hermana de la comunidad de Manresa, de Barcelona, se convirtió en uno de los principales azotes del gobierno del PP.
Y su activismo político la llevó el pasado viernes a Roma "no porque me llamaran a capítulo", para ser apercibida, sino "para explicar las presiones que recibí del gobierno y los llamados al silencio desde la Nunciatura", la embajada de la Santa Sede en España, explicó la monja argentina en su entrevista.
Medios españoles han afirmado que las populares monjas Sor Lucía y Teresa Forcades, otra religiosa que evalúa "colgar los hábitos" temporalmente para encabezar una candidatura soberanista en los comicios catalanes de septiembre, "preocupan" al Vaticano porque sus actividades políticas no serían compatibles con la vida monástica.
Caram lo negó precisamente luego de participar junto al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y el presidente catalán, Artur Mas, de un debate en el marco de la campaña de Convergencia i Unió (CiU) para las elecciones municipales del domingo.
La monja, que no oculta su simpatía con Mas y CiU así como critica a Podemos, insistió ayer en que se trasladó a la Santa Sede con la intención de denunciar las presiones del Ejecutivo de Rajoy y de grupos ultraderechistas españoles que "piden su cabeza" y pretenden que deje de hacer su trabajo que es "defender a los más pobres". "Yo no estoy militando en ningún partido, no estoy haciendo campaña, no cobro de nadie y esto me da una gran libertad para hablar", insistió Caram.

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