Las cooperativas de trabajo formadas en el marco del programa de la microrregión de San Pedro y La Esperanza esperan con grandes expectativas el primer cargamento de pollas ponedoras de huevos que arribarán a la provincia la próxima semana para poner en marcha la producción de huevos frescos destinada al mercado regional.
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Las cooperativas de trabajo formadas en el marco del programa de la microrregión de San Pedro y La Esperanza esperan con grandes expectativas el primer cargamento de pollas ponedoras de huevos que arribarán a la provincia la próxima semana para poner en marcha la producción de huevos frescos destinada al mercado regional.
El objetivo del programa ejecutado por la Unidad para el Cambio Rural (Ucar) del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación es impulsar el desarrollo de un polo avícola en San Pedro para abastecer el mercado de huevos frescos (producto que en la actualidad se importa desde otras provincias), así como también la industria de ovoproductos especiales, en procura de la obtención de un mayor valor agregado.
Las cooperativas de trabajo que llevan adelante el emprendimiento recibirán 20 mil gallinas ponedoras que serán alojadas en dos galpones construidos e instalados con la tecnología necesaria para lograr una producción de 18.000 huevos diarios.
Las personas que conforman este grupo productivo son 58 jóvenes, en su mayoría hijos de trabajadores del Ingenio La Esperanza, que a su vez, presta en comodato el lote donde se desarrolla el módulo avícola. Fueron capacitados en instalaciones del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar de La Esperanza a través de productores experimentados en el rubro, incorporando conocimientos teóricos y prácticos en aspectos técnicos, productivos y veterinarios. También fueron capacitados en asociativismo y autogestión, de modo de tener las herramientas necesarias para la explotación y administración del emprendimiento como cooperativas de trabajo.
Actualmente Jujuy no cubre la demanda provincial de productos avícolas, sino que la satisface desde provincias vecinas, incurriendo en costos de flete y pérdida de calidad. Considerando que se consume un promedio de 200 a 220 huevos por año por habitante y que existe actualmente un déficit de 5 millones de huevos por año, esto supone un mercado doméstico capaz de absorber la producción proyectada.