Ya en el stand, esperando la charla sobre Tarja, el visitante de la feria puede descubrir, en un diseño destacable, las páginas de aquella revista que con cada año que pasa adquiere más valor aún, teniendo en cuenta que no volvieron a editarse.
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Ya en el stand, esperando la charla sobre Tarja, el visitante de la feria puede descubrir, en un diseño destacable, las páginas de aquella revista que con cada año que pasa adquiere más valor aún, teniendo en cuenta que no volvieron a editarse.
Las páginas, las frases de los poetas que diseñaron la revista en los años 50', y los dibujos que brillaron en sus tapas y páginas, están impresas en decenas de banners que cuelgan del techo emulando las páginas sueltas de Tarja, y en el piso. Un diseño muy bien pensado desde lo estético es el que presentó este año la Secretaría de Cultura, destacado entre los demás stand de provincias que se encuentran en el pabellón ocre de La Rural.
Allí se exhiben en nichos que se entregan a los transeúntes de la feria por un lado y por otro, teniendo en cuenta que el stand está justo en una esquina. Pintado de rosa, el stand alberga 160 títulos de libros y revistas culturales, en las que se aprecian aún fotografía de músicos, nuestros paisajes, y obras de nuestros plásticos. Observando detenidamente el stand, el jujeño siente estar en un refugio de su tierra, y el público ajeno encuentra un paraíso de una cultura muy rica en la que se siente invitado a entrar.