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Renzi se quejó de política europea sobre refugiados | Italia, Unión Europea, Matteo Renzi

Lunes, 15 de junio de 2015 00:00
<div><div>CRECE EL NÚMERO DE INMIGRANTES QUE ABARROTAN LAS COSTAS DEL SUR DE ITALIA DESDE MEDIO ORIENTE Y ÁFRICA.</div>
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, reaccionó ayer con dureza a la propuesta de la Unión Europea (UE) para repartir entre sus miembros a las decenas de miles de refugiados que semana tras semana llegan a las costas de Italia y piden asilo político, una situación que ha saturado la infraestructura de ese país.
Pasan los días, crece el número de inmigrantes y refugiados que abarrotan las costas del sur de Italia desde Medio Oriente y África, y la UE mantiene su reacción ambivalente, sus promesas meramente declarativas y sus propuestas parciales. Esta situación desató, por primera vez, la ira en el apacible premier italiano.
"Las respuestas que Italia está recibiendo son insuficientes. Distribuir sólo a 24.000 personas es casi una provocación", se quejó Renzi en una entrevista publicada en el diario local Corriere della Sera.
La reacción del premier busca frenar la aprobación de una serie de medidas en la próxima cumbre europea del 25 y 26 de junio, una cita que promete revelar la tensión que se vive actualmente en el bloque.
La medida principal que presentará el Consejo Europeo en diez días es que los países miembros deben distribuirse 24.000 refugiados, principalmente sirios y eritreos, que desembarcaron este año en Italia y otros 16.000, que esperan en Grecia, otro de los puertos de entrada de los inmigrantes a Europa.
Esta propuesta apenas incluye a 40.000 demandantes de asilo, cuando sólo Italia espera recibir este año a más de 150.000.
Más aún, la estimación italiana de 150.000 sólo incluye a los que piden refugio en Italia, en vez de seguir camino y reclamar asilo en otro país como Alemania o Suecia, y deja afuera a las decenas de miles de inmigrantes económicos que llegan en las mismas embarcaciones precarias escapando de la pobreza extrema.
"En los próximos días nos jugamos mucho de la identidad europea y nuestra voz sonará fuerte porque es la de un país fundador. Si el Consejo europeo eligiera la solidaridad, pues bien, si no tenemos preparado un plan B", advirtió Renzi, sin adelantar de qué se trata. Para asegurarse que su voz será escuchada, Renzi anunció que en los próximos días se reunirá con el presidente francés, Francois Hollande; el primer ministro británico, David Cameron; el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Junker; y la canciller alemana, Angela Merkel.
Desde que los naufragios y la muerte de miles de inmigrantes y refugiados en el medio del Mediterráneo instalaron el tema del creciente flujo de personas desde Medio Oriente y África a Europa, la UE sólo aprobó el aumento de fondos para la operación marítima que intercepta las embarcaciones.

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El primer ministro italiano, Matteo Renzi, reaccionó ayer con dureza a la propuesta de la Unión Europea (UE) para repartir entre sus miembros a las decenas de miles de refugiados que semana tras semana llegan a las costas de Italia y piden asilo político, una situación que ha saturado la infraestructura de ese país.
Pasan los días, crece el número de inmigrantes y refugiados que abarrotan las costas del sur de Italia desde Medio Oriente y África, y la UE mantiene su reacción ambivalente, sus promesas meramente declarativas y sus propuestas parciales. Esta situación desató, por primera vez, la ira en el apacible premier italiano.
"Las respuestas que Italia está recibiendo son insuficientes. Distribuir sólo a 24.000 personas es casi una provocación", se quejó Renzi en una entrevista publicada en el diario local Corriere della Sera.
La reacción del premier busca frenar la aprobación de una serie de medidas en la próxima cumbre europea del 25 y 26 de junio, una cita que promete revelar la tensión que se vive actualmente en el bloque.
La medida principal que presentará el Consejo Europeo en diez días es que los países miembros deben distribuirse 24.000 refugiados, principalmente sirios y eritreos, que desembarcaron este año en Italia y otros 16.000, que esperan en Grecia, otro de los puertos de entrada de los inmigrantes a Europa.
Esta propuesta apenas incluye a 40.000 demandantes de asilo, cuando sólo Italia espera recibir este año a más de 150.000.
Más aún, la estimación italiana de 150.000 sólo incluye a los que piden refugio en Italia, en vez de seguir camino y reclamar asilo en otro país como Alemania o Suecia, y deja afuera a las decenas de miles de inmigrantes económicos que llegan en las mismas embarcaciones precarias escapando de la pobreza extrema.
"En los próximos días nos jugamos mucho de la identidad europea y nuestra voz sonará fuerte porque es la de un país fundador. Si el Consejo europeo eligiera la solidaridad, pues bien, si no tenemos preparado un plan B", advirtió Renzi, sin adelantar de qué se trata. Para asegurarse que su voz será escuchada, Renzi anunció que en los próximos días se reunirá con el presidente francés, Francois Hollande; el primer ministro británico, David Cameron; el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Junker; y la canciller alemana, Angela Merkel.
Desde que los naufragios y la muerte de miles de inmigrantes y refugiados en el medio del Mediterráneo instalaron el tema del creciente flujo de personas desde Medio Oriente y África a Europa, la UE sólo aprobó el aumento de fondos para la operación marítima que intercepta las embarcaciones.