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Fin a la incertidumbre por un medicamento | Historias de Vida, leucemia, niña de 9 años, sesión de quimioterapia, Twitter, Banco Nacional de Drogas Oncológicas, Mariana Conde, leucemia linfoblástica aguda tipo b, Hospital de Niños, Silvina Conde

Lunes, 22 de junio de 2015 00:00
<p>UNIDAS/ MARIANA Y SU MADRE LUCIANA CONDE EN LUCHA CONTRA LA ENFERMEDAD.</p>

Luego de gestionar un medicamento para tratar la leucemia a una niña de 9 años llegó la respuesta a tiempo para la sesión de quimioterapia. El casó tomó repercusión ante la campaña lanzada por la madre en twitter, y el suministro a la niña se concretó mediante el Banco Nacional de Drogas Oncológicas que dotó de la ampolla para la quimioterapia.

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Luego de gestionar un medicamento para tratar la leucemia a una niña de 9 años llegó la respuesta a tiempo para la sesión de quimioterapia. El casó tomó repercusión ante la campaña lanzada por la madre en twitter, y el suministro a la niña se concretó mediante el Banco Nacional de Drogas Oncológicas que dotó de la ampolla para la quimioterapia.

La historia en la voz de la madre de la pequeña Mariana Conde de 9 años que padece de leucemia linfoblástica aguda tipo b, tiene muchos ribetes y afortunadamente tuvo un desenlace feliz con la concreción de la quimioterapia para la nena, el pasado viernes en el Hospital de Niños. Calmada y con la voz firme la joven madre, Silvina Conde, contó desde el primer momento en que la vida de su familia cambió al conocer el diagnóstico de su hija, luego del Día de la Madre de 2014. Con cada detalle las lágrimas fueron corriendo por el rostro de la mujer de cabello corto ahora para acompañar a su pequeña.

“Con esta etapa terminaríamos con el tratamiento y de allí ella tiene que evolucionar”, explicó Silvina asegurando que habrá que rezar que no haya una recaída y evolucione bien en cada control.

Lo que movilizó a la mujer a iniciar la campaña por su hija, dejando en casa otras dos pequeñas de 3 y un año, fue la desesperación por culminar la última etapa del tratamiento que a raíz de una reacción alérgica a la PEL L asparaginasa, requería el medicamento Oncaspar, que no podía afrontar al costar 24 mil pesos.

“Esta niña había recibido esta droga en dos oportunidades. Con esta droga lo que pasa es que el stock residual para cubrir estos eventos lo recibe un segundo paciente también pediátrico que tenía el mismo problema con la asparaginasa, entonces le damos esta droga y nos quedamos con cero stock en el hospital”, explicó el secretario de Planificación en Políticas de Regulación Sanitarias Adolfo Pereyra Rozas.

El médico destacó que existe un lapso en que la nena debe recibir la medicación que se pudo cumplir en tiempo razonable y no quedó fuera de protocolo. Explicó que había preocupación por la paciente y aclaró, “esto se resolvió desde el hospital y desde el Banco Nacional de Drogas Oncológicas y el hospital”, dijo.

La campaña de ayuda la lanzó Silvina bajo un seudónimo y llegó a tener eco en la presentadora y periodista Connie Ansaldi quien derivó el pedido a la oncóloga de Buenos Aires Mariana Lestelle, quien se comunicó con la madre para ayudar y tranquilizarla. Silvina comentó que recibió el llamado de la Fundación "Dafne Flexer" que se comprometía a enviar el medicamento.

No obstante, el medicamento, estaba en falta en el país y el que le suministraron fue gestionado por el Ministerio de Salud que encontró respuesta en el Banco Nacional de Drogas.

Más celeridad

Actualmente Silvina Conde aboga por los pacientes que como su hija están inmersos en la incertidumbre de sus resultados y su evolución, y pide más empatía para con las madres que a diario deben pedir turnos para estudios sin que se les priorice por la urgencia y necesidad de los controles. Sugiere una atención diferenciada para evitar el contacto con la sala en virtud de la vulnerabilidad de los pequeños.

Asegura que la eliminación del desayuno en la sala donde reciben la quimioterapia resulta para muchas poco humanizado, a juzgar por las largas horas que necesitan estar sobre todo para quienes vienen de lejos, igual que la falta de juguetes.