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Tensión en Colombia por nuevo atentado | conflicto armado, Colombia, Las FARC, La Habana, tensiones

Miércoles, 03 de junio de 2015 00:00
COLOMBIA / DELEGACIÓN DE LAS FARC DURANTE EL COMUNICADO.
El gobierno de Colombia y las Farc volvieron ayer a cruzar acusaciones por los últimos enfrentamientos y atentados, mientras buscan, paradójicamente, acuerdos sobre la reparación para las víctimas del conflicto interno, punto clave de la agenda de conversaciones que se mantienen en La Habana, que podría servir para aliviar el clima de tensiones cruzadas.
El ciclo 37 en marcha en la mesa del diálogo de paz iniciado en noviembre de 2012 debió terminar el domingo último, en medio de un agravamiento del conflicto armado que juega contra el interés de ambas partes de que las negociaciones no se arruinen.
La delegación de las Farc dio a conocer ayer un comunicado en el que cuestionó "los contrasentidos de la política de paz de Santos", porque mientras negocia la paz "la situación social empeora para la gente de aquellas áreas sometidas a la represión o al olvido".
"Al contrario, lo que sí avanza vertiginosamente son las iniciativas neoliberales de extranjerización de la tierra, de crecimiento del latifundio y entrega a las trasnacionales", expuso la declaración guerrillera.
Además, los insurgentes evaluaron que "si es cierto eso de que el haber colocado a las víctimas en el centro del diálogo es un caso único, digno de admiración en la historia del derecho internacional y de los distintos procesos de conversaciones para la finalización de conflictos armados habidos hasta ahora, es momento de dejar atrás la retórica y comenzar a actuar".
Las Farc destacaron también "la importancia de concretar las líneas fundamentales de la Comisión de Esclarecimiento y Verdad y de lograr un acuerdo sobre la reparación integral" de las víctimas.
El prolongado diálogo tuvo como fondo un atentado contra el principal puerto sobre el Pacífico colombiano, Buenaventura, atribuido a las Farc, y condenado enérgicamente por el presidente Santos, que advirtió por eso que "la guerra no ha terminado" y se preguntó si el único objetivo de este tipo de actos es "solamente decir estamos vivos".
En La Habana, las Farc demandaron claramente un acuerdo inmediato sobre las víctimas porque, explicaron, un año después de iniciarse "el análisis" de ese tema "aún no hay ninguna respuesta de solución por parte del gobierno".
"Tenemos esperanza en que alguna noticia que dé satisfacciones a Colombia y, en especial, a las víctimas del conflicto se produzca antes de que cierre este ciclo ampliado de conversaciones", señaló la comandante Mireya Andrade, que leyó el comunicado. La confrontación entre las Fuerzas Militares y las Farc se intensificó en la última semana, luego de que la guerrilla suspendiera la tregua unilateral e indefinida que había iniciado en diciembre pasado, después de ver una y otra vez fracasado su intento por lograr que el gobierno concediera una tregua bilateral que la guerrilla reclamó para facilitar un proceso de paz por momentos estancado. Más de 40 guerrilleros murieron en bombardeos de la Fuerza Aérea en los departamentos de Cauca (sudoeste), Antioquia y Chocó (noroeste).

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El gobierno de Colombia y las Farc volvieron ayer a cruzar acusaciones por los últimos enfrentamientos y atentados, mientras buscan, paradójicamente, acuerdos sobre la reparación para las víctimas del conflicto interno, punto clave de la agenda de conversaciones que se mantienen en La Habana, que podría servir para aliviar el clima de tensiones cruzadas.
El ciclo 37 en marcha en la mesa del diálogo de paz iniciado en noviembre de 2012 debió terminar el domingo último, en medio de un agravamiento del conflicto armado que juega contra el interés de ambas partes de que las negociaciones no se arruinen.
La delegación de las Farc dio a conocer ayer un comunicado en el que cuestionó "los contrasentidos de la política de paz de Santos", porque mientras negocia la paz "la situación social empeora para la gente de aquellas áreas sometidas a la represión o al olvido".
"Al contrario, lo que sí avanza vertiginosamente son las iniciativas neoliberales de extranjerización de la tierra, de crecimiento del latifundio y entrega a las trasnacionales", expuso la declaración guerrillera.
Además, los insurgentes evaluaron que "si es cierto eso de que el haber colocado a las víctimas en el centro del diálogo es un caso único, digno de admiración en la historia del derecho internacional y de los distintos procesos de conversaciones para la finalización de conflictos armados habidos hasta ahora, es momento de dejar atrás la retórica y comenzar a actuar".
Las Farc destacaron también "la importancia de concretar las líneas fundamentales de la Comisión de Esclarecimiento y Verdad y de lograr un acuerdo sobre la reparación integral" de las víctimas.
El prolongado diálogo tuvo como fondo un atentado contra el principal puerto sobre el Pacífico colombiano, Buenaventura, atribuido a las Farc, y condenado enérgicamente por el presidente Santos, que advirtió por eso que "la guerra no ha terminado" y se preguntó si el único objetivo de este tipo de actos es "solamente decir estamos vivos".
En La Habana, las Farc demandaron claramente un acuerdo inmediato sobre las víctimas porque, explicaron, un año después de iniciarse "el análisis" de ese tema "aún no hay ninguna respuesta de solución por parte del gobierno".
"Tenemos esperanza en que alguna noticia que dé satisfacciones a Colombia y, en especial, a las víctimas del conflicto se produzca antes de que cierre este ciclo ampliado de conversaciones", señaló la comandante Mireya Andrade, que leyó el comunicado. La confrontación entre las Fuerzas Militares y las Farc se intensificó en la última semana, luego de que la guerrilla suspendiera la tregua unilateral e indefinida que había iniciado en diciembre pasado, después de ver una y otra vez fracasado su intento por lograr que el gobierno concediera una tregua bilateral que la guerrilla reclamó para facilitar un proceso de paz por momentos estancado. Más de 40 guerrilleros murieron en bombardeos de la Fuerza Aérea en los departamentos de Cauca (sudoeste), Antioquia y Chocó (noroeste).

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