Ante una nota publicada en este medio el último sábado 30 de mayo, en la que una mujer de nombre Vilma Velásquez acusaba a su expareja de
violencia de género, con una denuncia realizada en la Brigada de Investigaciones bajo expediente Nº 2086/15, el supuesto victimario de nombre Pedro Puca se presentó en este diario para aclarar la situación.
Puca es exfuncionario policial y según consta en el expediente 38354/15 había presentado una denuncia por
violencia familiar contra la supuesta víctima, su expareja.
Según los dichos de Puca, el relato de Velásquez es falaz, y acusa a su exmujer de violenta y de no querer retirarse del domicilio matrimonial.
Ambos coincidieron que el
Tribunal de Familia Vocalía IV ordenó la exclusión de hogar de Velásquez, que se realizaría en estos días, a no ser que las tramitaciones de los expedientes de denuncias en contra de Puca retrasen el dictamen.
Pedro Puca dijo ser una persona incapaz de agredir física y verbalmente a su expareja, pero reconoció que en más de una oportunidad las discusiones subieron de tono y "tuvo que luchar para evitar ser agredido con armas blancas".
Entre las denuncias y contra-denuncias de la disputa de la expareja, en el medio quedó su hijo de 14 años, quien tuvo que convivir y crecer en un notable ambiente de violencia familiar, según Puca. Las acusaciones parecen girar alrededor de quién se va a quedar con la vivienda, y que el menor quedaría en un segundo plano.
El joven, según constaron Velásquez y Puca, tuvo que ser asistido psicológicamente por el Cainaf por su personalidad "sumisa y desganada", por la que "empezó a obtener malas notas en el colegio y quería estar todo el tiempo en su habitación", según dijo Puca.
Ante una nota publicada en este medio el último sábado 30 de mayo, en la que una mujer de nombre Vilma Velásquez acusaba a su expareja de
violencia de género, con una denuncia realizada en la Brigada de Investigaciones bajo expediente Nº 2086/15, el supuesto victimario de nombre Pedro Puca se presentó en este diario para aclarar la situación.
Puca es exfuncionario policial y según consta en el expediente 38354/15 había presentado una denuncia por
violencia familiar contra la supuesta víctima, su expareja.
Según los dichos de Puca, el relato de Velásquez es falaz, y acusa a su exmujer de violenta y de no querer retirarse del domicilio matrimonial.
Ambos coincidieron que el
Tribunal de Familia Vocalía IV ordenó la exclusión de hogar de Velásquez, que se realizaría en estos días, a no ser que las tramitaciones de los expedientes de denuncias en contra de Puca retrasen el dictamen.
Pedro Puca dijo ser una persona incapaz de agredir física y verbalmente a su expareja, pero reconoció que en más de una oportunidad las discusiones subieron de tono y "tuvo que luchar para evitar ser agredido con armas blancas".
Entre las denuncias y contra-denuncias de la disputa de la expareja, en el medio quedó su hijo de 14 años, quien tuvo que convivir y crecer en un notable ambiente de violencia familiar, según Puca. Las acusaciones parecen girar alrededor de quién se va a quedar con la vivienda, y que el menor quedaría en un segundo plano.
El joven, según constaron Velásquez y Puca, tuvo que ser asistido psicológicamente por el Cainaf por su personalidad "sumisa y desganada", por la que "empezó a obtener malas notas en el colegio y quería estar todo el tiempo en su habitación", según dijo Puca.