Muchos afirman que la vocación de una persona es innata y que se presenta como un llamado o destino que se tiene en la vida. Sin embargo la mayoría empieza a descubrirla con el paso del tiempo y tal vez hasta definiéndola con el propio desarrollo intelectual y la influencia del entorno que, sutil y silenciosamente, nos va moldeando y llevando por caminos a veces hasta impensados.
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Muchos afirman que la vocación de una persona es innata y que se presenta como un llamado o destino que se tiene en la vida. Sin embargo la mayoría empieza a descubrirla con el paso del tiempo y tal vez hasta definiéndola con el propio desarrollo intelectual y la influencia del entorno que, sutil y silenciosamente, nos va moldeando y llevando por caminos a veces hasta impensados.
Supongo que al igual que le sucede a la mayoría de los jóvenes que están por egresar de la escuela secundaria, donde es inevitable la pregunta de todos "¿Ya sabes qué carrera vas a estudiar?", para mí no fue sencillo definir esta profesión. Por eso puse en una balanza una serie de elementos que considere indispensables para definir qué es lo que quería hacer: cualidades, gustos, facilidades, pasiones, intereses, sueños (porqué no), factibilidad, entre una serie de cosas que en suma me ayudaron a elegir el Periodismo, una opción poco pensada en mi familia ya que como en mucho hogares, supongo que esperarían escuchar que me inclinaría por una carrera más "tradicional".
Es que el periodismo lograba resumir todo eso que quería, una profesión versátil, amplia, comprometida, que no me pusiera un techo sino que todos los días me abriera la posibilidad de seguir creciendo y cada día aprender algo nuevo. Y así fue. Ingrese a la carrera de Comunicación Social en la Universidad Católica de Santiago del Estero donde comencé a dar mis primeros pasos.
Es verdad que a lo largo de la carrera no todo es "color de rosa", ni durante la etapa universitaria ni mucho menos cuando salís a la calle. Tengo que reconocer que más de una vez dudé en continuar, porque como todo cuesta, hay obstáculos y a veces las circunstancias de la vida nos hace replantearnos las cosas.
En estos pocos años que llevo en el ejercicio de la profesión tuve la suerte de trabajar en medios chicos que me dieron la posibilidad de aprender, de errar, de equivocarme y lo más importante de crecer; también hice pequeñas colaboraciones en radio, en revistas locales y en otros espacios que de alguna u otra manera me permitieron llegar hasta este matutino, todo un logro para quienes siempre soñamos trabajar en un medio gráfico y poder escribir para miles de lectores.
Hoy aquellas dudas se disiparon por completo porque descubrí que ésta es mi vocación, la cual amo profundamente y la que me ha dado muchas satisfacciones.