Mi ingreso formal al periodismo deportivo se dio allá por septiembre de 1984, a instancia de una gestión de mi hermano -fallecido- el popular “Tigre” Velázquez (él tenía el apellido materno), que era integrante de El Tribuno de Jujuy. Mis inicios fueron como datero en temas diversos, algunas coberturas en cancha o reuniones de dirigentes. Tuve la suerte de contar con buenos compañeros y un gran maestro como Napoleón Aramayo, un periodista de ley, pero sobre todo de una gran transparencia y humildad.
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Mi ingreso formal al periodismo deportivo se dio allá por septiembre de 1984, a instancia de una gestión de mi hermano -fallecido- el popular “Tigre” Velázquez (él tenía el apellido materno), que era integrante de El Tribuno de Jujuy. Mis inicios fueron como datero en temas diversos, algunas coberturas en cancha o reuniones de dirigentes. Tuve la suerte de contar con buenos compañeros y un gran maestro como Napoleón Aramayo, un periodista de ley, pero sobre todo de una gran transparencia y humildad.
Mi apego al deporte, más específicamente al fútbol, se remonta a las viejas campañas de Gimnasia y Esgrima en los Regionales que me pegó hondo por la tremenda pasión con que se vivía desde todo punto de vista, sobre todo por el seguimiento con las recordadas caravanas a otras provincias y que tuvo su punto explosivo con la clasificación al primer Torneo Nacional en 1970. En lo personal fueron distintas etapas de crecimiento en el diario, con cambios positivos en la conducción hasta llegar a la actualidad con el moderno edificio.
El caso “Torito” Gómez
Sin dudas, una noticia que impactó por ese tiempo en el deporte jujeño, más específicamente en el boxeo, fue la renuncia al título argentino de los supermosca que ostentaba por el 2006 Marcos "Torito" Gómez.
Gómez se había consagrado nuevo campeón argentino de la categoría en el 2005 luego de vencer por puntos en 10 asaltos (fallo unánime) al correntino Sergio “Tigre” Santillán.
Esa noche de la consagración el público, había colmado las instalaciones del estadio de la Federación Jujeña de Basquetbol, y aplaudió de pie a Gómez (51,500 kg), quien lució más entero físicamente, colocó los golpes más certeros y, salvo en el quinto round, no fue superado por el correntino. Además, Santillán (aún campeón sudamericano) sufrió la pérdida de un punto por infracciones constantes y luego, en su necesidad de descontar, cometió errores que fueron bien aprovechados por el "Torito" para asestar golpes más contundentes.
En su fallo, el jurado vio como claro ganador a Gómez con estos guarismos: 98-93,5 (Basilio Flecha); 98,5-95,5 (José Del Viso) y 98,5-94 (Hugo Farach). En esos días el rumor de la renuncia del “Torito” al título era cada vez más fuerte y no había forma de encontrar al púgil -conducido por Daniel Miranda-.
Averiguando por algunos contactos, tuve la fortuna de dar con él en un sector de viviendas del Alto Comedero, luego de una charla informal, se sinceró y me dijo que por problemas personales, y que los daría a conocer más adelante, renunciaba al título. Sin dudas que la noticia por expresiones del propio Marcos Gómez, fue una primicia en El Tribuno de Jujuy, y al día siguiente fue el comentario generalizado.
Realmente nunca habría querido dar una información de esa naturaleza porque tocaba negativamente al deporte jujeño, tan necesitado de resultados y hechos positivos, pero así se dieron las cosas y nos quedamos sin campeón.