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15 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Atenas anunció que no le pagará la deuda al FMI | Grecia, Fondo Monetario Internacional, Atenas, Eurogrupo, Banco Central Europeo

Miércoles, 01 de julio de 2015 00:00
SÍ / LA CONSIGNA DE LA MULTITUDINARIA MANIFESTACIÓN PROEUROPEA DE AYER.
En otra jornada marcada por la adrenalina, la tensión y un clima de incesantes rumores, Grecia presentó ayer una contraoferta a sus acreedores, el Eurogrupo la discutió, pero no frenó el vencimiento del plan de ayudas que sucederá en las próximas horas, y Atenas informó que por primera vez no le pagará al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El viernes pasado, después de más de cinco meses de arduas negociaciones con las tres instituciones acreedoras (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI), Tsipras anunció que los dos compromisos por los que había sido electo en enero pasado se habían vuelto irremediablemente contradictorios: cerrar un acuerdo con los acreedores y poner fin a la austeridad de los últimos cinco años.
Tsipras debía sellar un acuerdo antes de la medianoche de ayer, cuando vencía el llamado plan de asistencia de los acreedores. De esta manera, Grecia se queda sin cobrar el último tramo de la ayuda, 7.200 millones de euros, para que Atenas pueda cumplir con sus vencimientos de deuda y garantice la liquidez de sus bancos.
Tras el fracaso de las negociaciones, el BCE redobló la presión sobre Grecia y se negó a aumentar los préstamos de emergencia, que eran lo único que mantenía a flote a los bancos helenos, especialmente después de la masiva corrida bancaria de este fin de semana. Entonces, Tsipras se vio obligado a imponer un "corralito" y a cerrar bancos.
Ayer en un último intento por alcanzar un acuerdo antes del plazo final, el premier griego envió una contrapropuesta al Eurogrupo: un nuevo plan de ayuda de dos años con el intergubernamental Mecanismo Europeo de Estabilidad, que permita cubrir las necesidades financieras de Atenas mientras ésta negocia una reestructuración de la deuda con sus socios europeos.
El Eurogrupo discutió la contraoferta de Grecia en una teleconferencia, pero unas horas después anunció que no tenía suficiente tiempo para llegar a una decisión y llamó a una reunión hoy miércoles.
En medio de un clima dominado por la incertidumbre y el miedo, los griegos ayer continuaron haciendo largas colas frente a los cajeros automáticos de Atenas y del resto del país, dos días después de que el gobierno limitara las extracciones a 60 euros por día. Pese a que el "corralito" se mantendrá hasta después del referéndum del próximo domingo, el Ministerio de Finanzas anunció ayer que 1.000 sucursales de cinco bancos abrirán durante tres días para permitir a los jubilados sacar hasta 120 euros por día.
En Grecia, un país de un poco más de 11 millones de personas, hay alrededor de 2,5 millones de jubilados. Miles de familias cuentan hoy con las jubilaciones como único ingreso.

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En otra jornada marcada por la adrenalina, la tensión y un clima de incesantes rumores, Grecia presentó ayer una contraoferta a sus acreedores, el Eurogrupo la discutió, pero no frenó el vencimiento del plan de ayudas que sucederá en las próximas horas, y Atenas informó que por primera vez no le pagará al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El viernes pasado, después de más de cinco meses de arduas negociaciones con las tres instituciones acreedoras (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI), Tsipras anunció que los dos compromisos por los que había sido electo en enero pasado se habían vuelto irremediablemente contradictorios: cerrar un acuerdo con los acreedores y poner fin a la austeridad de los últimos cinco años.
Tsipras debía sellar un acuerdo antes de la medianoche de ayer, cuando vencía el llamado plan de asistencia de los acreedores. De esta manera, Grecia se queda sin cobrar el último tramo de la ayuda, 7.200 millones de euros, para que Atenas pueda cumplir con sus vencimientos de deuda y garantice la liquidez de sus bancos.
Tras el fracaso de las negociaciones, el BCE redobló la presión sobre Grecia y se negó a aumentar los préstamos de emergencia, que eran lo único que mantenía a flote a los bancos helenos, especialmente después de la masiva corrida bancaria de este fin de semana. Entonces, Tsipras se vio obligado a imponer un "corralito" y a cerrar bancos.
Ayer en un último intento por alcanzar un acuerdo antes del plazo final, el premier griego envió una contrapropuesta al Eurogrupo: un nuevo plan de ayuda de dos años con el intergubernamental Mecanismo Europeo de Estabilidad, que permita cubrir las necesidades financieras de Atenas mientras ésta negocia una reestructuración de la deuda con sus socios europeos.
El Eurogrupo discutió la contraoferta de Grecia en una teleconferencia, pero unas horas después anunció que no tenía suficiente tiempo para llegar a una decisión y llamó a una reunión hoy miércoles.
En medio de un clima dominado por la incertidumbre y el miedo, los griegos ayer continuaron haciendo largas colas frente a los cajeros automáticos de Atenas y del resto del país, dos días después de que el gobierno limitara las extracciones a 60 euros por día. Pese a que el "corralito" se mantendrá hasta después del referéndum del próximo domingo, el Ministerio de Finanzas anunció ayer que 1.000 sucursales de cinco bancos abrirán durante tres días para permitir a los jubilados sacar hasta 120 euros por día.
En Grecia, un país de un poco más de 11 millones de personas, hay alrededor de 2,5 millones de jubilados. Miles de familias cuentan hoy con las jubilaciones como único ingreso.

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